¿Tiene sentido un Tesla más asequible de tamaño compacto?
Tras la llegada del Model 3 al mercado, cabe preguntarse si hay espacio para un modelo inferior a este que milite en el segmento compacto. A priori, Tesla ya cuenta con la plataforma y la mayoría de los elementos necesarios para un compacto eléctrico, pero no es tan sencillo como parece.
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Publicado: 09/05/2018 15:00
El Tesla Model C no es un concepto nuevo. Tras el lanzamiento del Model S, la marca poco tardó en revelar que además de un SUV, complementarían su gama con otra línea de producto más asequible, de producción y consumo en masa. Por lo que uno de los segmentos que apuntaron algunos medios como posible objetivo para ese nuevo modelo más económico fue precisamente el segmento compacto, el segmento C europeo.
Finalmente fue el Model 3, que milita en el segmento D, justo uno por encima del segmento compacto y otro por debajo del Model S, el modelo de masas que tenía pensado la compañía de Elon Musk. Y ya con el Model 3 en el mercado (o casi) toca pensar en un nuevo paso adelante, y de ser ciertas las declaraciones de Elon Musk, el portavoz principal de los anuncios y novedades de la compañía, bajo el Model 3 hay espacio aún para un modelo más pequeño y económico que por lógica estaría encuadrado en el segmento compacto, el hipotético Tesla Model C. Aunque por el caprichoso sistema de nomenclaturas de Tesla es altamente improbable que recibiera este nombre.
Definir este posible modelo a nivel teórico es muy sencillo, pues toda la gama de turismos de Tesla está basada en la misma plataforma y comparte la gran mayoría de elementos mecánicos y de bastidor, por lo que un nuevo modelo seguiría la misma receta básica: reproducir el conocido esquema técnico en un nuevo tamaño. Para hacernos una idea, si el Model 3 pasa por ser una suerte de Model S reducido, el Model C podría ser un Model 3 recortado. Y puestos a imaginar, con carrocería hatchback, ya que no existe por ahora una alternativa similar en la gama.
Aunque a priori recortar un sedán del segmento D necesariamente no da lugar a un compacto del segmento C, lo cierto es que ha habido casos parecidos en el pasado, como los BMW Serie 3 generaciones E36 y E46 que gozaron de la variante Compact en formato hatchback, antecesora del Serie 1. Por lo que la marca tiene incluso la opción de no modificar demasiado el Model 3 para obtener una nueva línea de producto en un segmento inferior.
A nivel de bastidor nos encontraríamos con la misma plataforma tipo monopatín que emplean todos los modelos de la marca, con las baterías en el centro del vehículo, aunque con una más que probable distancia entre ejes recortada. Si el Model 3 actual cuenta con una longitud de 4.690 milímetros y una distancia entre ejes de 2.880 mm, el Model C podría descender hasta los 4,3 metros de largo con una batalla cercana a los 2.7 metros. Este podría emplear los mismos esquemas de suspensión y frenos que el Model 3, aunque empleando elementos de corte más asequible, como es el caso de la suspensión neumática, que no tiene cabida en modelos de este rango de precios.
A nivel de diseño es evidente que todos los modelos de la marca están basados en el lenguaje de diseño que estrenó el Model S, por lo que no tendría sentido esperar cambios radicales en este apartado, mientras que en el interior es lógico pensar en un habitáculo de aspecto tremendamente minimalista, con un diseño similar al del Model 3 con todos los mandos agrupados en una gran pantalla central en el salpicadero.
¿Tiene sentido un Tesla Model C?
Ya esbozado el modelo y teniendo en cuenta que la gran mayoría de elementos a emplear ya están disponibles en el catálogo de la marca, ¿tendría sentido la creación de un modelo compacto?, la respuesta es muy sencilla, rotundamente no.
Un modelo compacto se movería en una escala de precios muy alejada de las posibilidades industriales de la marca. A estos niveles no se trata solo de la cantidad de vehículos que puedas o no fabricar, sino de lo barato que puedas llegar a comprar los materiales y los elementos necesarios, y eso está muy alejado de las posibilidades actuales de la marca. El hipotético modelo compacto tendría un precio base inferior a los 35.000 dólares del Model 3, un precio prefijado no por el propio costo del producto sino por el departamento de marketing de la compañía.
Por lo que las versiones más económicas del Model 3 ya sobrepasan ese horizonte de rentabilidad. No hay más que ver la enorme diferencia de precios que hay entre la versión básica y la versión de rango extendido, además de los precios de las propias opciones de equipamiento. De hecho, será muy raro que lleguemos a ver en la calle unidades que hayan costado los 35.000 dólares anunciados.
Por lo que, al menos a día de hoy, un modelo cuyo precio base debería estar entre los 25.000 y 30.000 dólares en los Estados Unidos, por muchas baterías que se eliminen de esta versión, complicaría y mucho la tarea del departamento financiero de la marca.
A lo que hay que sumar que las carrocerías hatchback solo tienen sentido en Europa, donde la marca aún no cuenta con la presencia que tiene en Estados Unidos y donde sus vehículos, además, son considerablemente más caros por motivos fiscales.
Por lo que a día de hoy, un compacto tradicional sería un auténtico suicidio económico para Tesla. Más adelante, con una gama más completa y asentada que genere un considerable flujo de caja, con baterías más económicas y con una red de distribución más amplia, el segmento C podría ser un nuevo horizonte a conquistar, aunque no con un hatchback tradicional, sino con un crossover compacto, un modelo por debajo del futuro Model Y.
Fuente: ForoCochesEléctricos