El Tesla Model S no puede con el Dodge Challenger Hellcat Redeye en pista [vídeo]
El Tesla Model S ya no es un modelo imbatible en términos de aceleración y cada vez tiene más rivales en ese aspecto. El último modelo que ha logrado hacer frente al sedán eléctrico es el brutal Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye, uno de los deportivos más anacrónicos y desfasados a nivel tecnológico que podemos encontrar actualmente.
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Publicado: 10/11/2020 18:00
Si alguien hubiera preguntado hace varias semanas si existía algún modelo con su configuración de serie capaz de batir en aceleración al Tesla Model S la respuesta habría sido clara, no lo hay. Sin embargo, en los últimos tiempos no solo hemos asistido a la presentación de un nuevo sedán eléctrico capaz de vencer a las versiones existentes del Model S, el nuevo Lucid Air, sino que también hemos podido ver como dos vehículos de combustión tradicional lograban vencer a las configuraciones más potentes y rápidas del sedán de Tesla. Lo que parecía imposible hasta hace nada.
Hace unas semanas os mostramos un vídeo de DragTimes en el que podíamos ver como un Ferrari F8 Tributo totalmente de serie lograba vencer repetidamente a un ejemplar del Tesla Model S con el modo Cheetah activado, la configuración más rápida y poderosa del sedán eléctrico. Hoy nos encontramos con un vídeo muy similar aunque, el enfrentamiento resulta mucho más igualado, entre un Tesla Model S Raven en modo Ludicrous y un Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye.
Según la descripción del vídeo, subido por el canal Tesla Plaid Channel, ambos ejemplares son de serie, o casi, pues lo cierto es que el Dodge equipa un filtro de aire cónico aftermarket. Otras particularidades son que el Dodge monta la opción que elimina los asientos traseros y unas gomas radiales Mickey Thompson, mientras que el Model S cuenta con el tren motriz más potente del modelo e incluso el modo Chetaah, aunque como explica en la descripción, prefirió emplear el modo Ludicrous ya que al realizar muchas carreras seguidas el modo Cheetah ralentiza el vehículo tras la primera salida. En teoría, son los 808 CV del Dodge frente a los 788 CV del Tesla.
Como podemos ver en el vídeo inferior, a pesar de las enormes diferencias entre ambos modelos, el muscle car no solo logra plantar cara al sedán de Tesla en la primera carrera, sino que logra vencerlo en la segunda. Aunque es evidente que el coupé estadounidense cuenta con una enorme cantidad de potencia en el vano delantero, por norma general esto no suele ser suficiente para alcanzar el enorme rendimiento que muestran los eléctricos más potentes en un duelo de aceleración. Dada su naturaleza, es muy difícil que un vehículo de combustión sea capaz acelerar más rápido que un modelo eléctrico de potencia similar, puesto que la respuesta de los motores eléctricos es muchísimo más rápida. Por lo que al menos en los primeros metros siempre va a estar delante el modelo alimentado por baterías.
Tracción trasera
Además, tanto el Ferrari como el Dodge son modelos de tracción trasera, lo que en teoría les deja en clara desventaja frente al Tesla Model S de tracción total. Una característica que suele ser fundamental en este tipo de duelos de aceleración y que no hace sino más destacable las victorias de ambos modelos sobre su contrincante eléctrico. Sería interesante ver un Challenger Super Stock de 819 CV frente al Model S Raven «Cheetah Mode», aunque seguramente no tardaremos en ver un delo de ese tipo.