Tesla no quiere coches viejos como el Model S, la marca ofrece a los clientes una 'solución' fuera de lugar para obligarlos a cambiar
Está claro que Tesla no da duros a cuatro pesetas. Ninguna marca o hace, y menos la de Elon Musk. Tras las bajadas de precios, siempre se esconde alguna treta y esta vez también la hay. La marca líder en ventas de coches eléctricos ha estrenado 2024 con una rebaja importante en el Model Y, pero también una subida importante en el repuesto clave del Model S.
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Publicado: 22/01/2024 09:00
Tesla nunca ha sido partidaria de los lavados de cara, manteniendo que era un gasto innecesario y que lo que más buscaban los clientes eran otro tipo de mejoras. Si bien es cierto, y algunas marcas europeas se abonarán en el futuro a esta idea, Elon Musk también se ha visto atrapado por los facelift. El Model 3 ha sido el primero y, en unos meses, también recibirá un lavado de cara el Model Y.
Saben que este dúo son sus modelos estrella entre los eléctricos y que algo debían cambiar. Una estrategia que no ha llevado a cabo con los otros dos modelos más lujosos de la gama, que los están dejando morir. Y es que el Model S va camino de sumar doce años, un aniversario que cumplirá casi a finales de primavera sin grandes inversiones, y de los que se desconoce su futuro. Pero mientras que ha estrenado 2024 con una importante rebaja de precio en el Model Y, el repuesto clave del Model S ahora tiene un precio de oro.
Tesla sube el precio de la batería del Model S a un límite que asusta
Tesla sabe que son varios miles de unidades del Model S las que ya no tienen garantía en la batería. Los ocho años han pasado y muchos clientes, que están plenamente contentos con su rendimiento y estado y no consideran cambiarlos ni tampoco comprar un Model 3 para seguir en Tesla, prefieren sustituir la batería y así seguir sumando kilómetros. Sin embargo, ha saltado la liebre, y los propietarios se han percatado del importante aumento de precio que el acumulador ha alcanzado.
Sea reacondicionada o nueva, los precios son estratosféricos. Los de «Tesla Motors Club» aconsejan descartar la primera opción que, aunque cuesta 14.500 $, apuntan que la gran mayoría se trata de baterías viejas con más de una década que siguen funcionando pero que el rendimiento de carga en los supercargadores deja mucho que desear, por lo que solo queda comprar una nueva. Y esta cuesta 21.000 dólares que, al cambio actual, suponen 19.240 euros. Sin impuestos ni mano de obra, por lo que la factura pasa de los 20.000 euros fácilmente.
Vender mucho, el único objetivo de Tesla, que se resiste a reparar
Además, la batería de repuesto ya no tiene la garantía de ocho años, sino de la mitad. Desde luego, un eléctrico de la categoría del Tesla Model S por 20.000 euros no existe, y un señor en tal situación tendría que pensar mucho si vale la pena o no. Tesla no quiere reparar coches viejos, prefiere que vayan a desguace, la marca quiere vender cada vez más unidades, de ahí esta estrategia y la de bajar los precios de los que vende.