Tesla tiene un objetivo para 2023: volver a hacer crecer las listas de espera

Aunque no lo parezca en un primer momento, Tesla se ha visto obligada a estimular la demanda de sus coches porque empezaba a no ser suficiente para mantener el ritmo de producción y entregas. Por eso la rebaja de precios no va a ser puntual.

Tesla tiene un objetivo para 2023: volver a hacer crecer las listas de espera
Fábrica de Tesla en Fremont (California)

7 min. lectura

Publicado: 19/01/2023 22:00

Mucho se está hablando de la rebaja de precios que Tesla ha efectuado primero en China, después en Norteamérica y Europa. Son los principales mercados para la marca de coches eléctricos, y si atendemos a los fríos números, se esconde una necesidad. Tesla necesita de nuevo tener listas de espera.

¿Por qué digo «de nuevo»? Las rebajas de precios, como dicen las reglas elementales de la economía, tienen como objeto incrementar la demanda de bienes y servicios. Hacía tiempo que sabíamos que Tesla había subido los precios de sus coches por encima de la inflación, por lo que engordó sus beneficios a costa de sus clientes. En el mundo empresarial es algo totalmente legítimo: al que no le guste, se puede ir a la competencia. Y muchos lo han hecho, sobre todo en China.

En los últimos meses, Tesla ha ido secando la demanda de sus coches, y no hay que fijarse únicamente en las ventas que tienen, sino también en cuánta gente está esperando. Porque si la demanda se satisface hasta cierto punto, llega un momento en que no hay espera, y entonces las ventas pasarían a desinflarse bruscamente. Veamos qué nos dicen los datos:

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Para el que no conozca a Troy Teslike, realiza un seguimiento de la lista de espera que hay en Tesla mediante un cálculo que, hasta la fecha, resulta muy preciso. Tesla no da esa información, pero puede extrapolarse considerando el tiempo de espera y los datos de entregas y producción. Según sus cálculos, entre la última semana de julio y la última de diciembre, la lista de espera cayó en casi 400.000 unidades.

Los últimos datos publicados por Troy se refieren a 2022 completo, pero es relevante fijarse en que la lista de espera en Estados Unidos y Canadá era de virtualmente cero, al ser los tiempos de entrega previstos de menos de una semana, y en China estaban cercanos a cero también, solo 3.086 coches. En Europa la lista se había caído a la tercera parte respecto a niveles de junio.

La rebaja de precios de Tesla en Europa está más relacionada con esto que con otra cosa. Iba a llegar un punto en el que las fábricas iban a empezar a bajar el ritmo por falta de pedidos suficientes. El efecto de las rebajas ya es medible en la presión que ha vuelto a las fábricas de Shanghái y Berlín, los clientes no son tontos, y si bajan los precios tendrán que aprovecharlo.

Estos datos no han tenido en cuenta las rebajas de precios en Europa ni Norteamérica, porque son anteriores a las mismas. En el siguiente informe de Troy, que aparecerá en unos días -los públicos van con retraso, ya que los ofrece primero para sus suscriptores de pago- comprobaremos que las listas habrán aumentado.

Lo sano, para un fabricante de coches, es tener una demanda predecible y poder planificar adecuadamente la producción. Tiene que ver con tener los componentes necesarios sin acumular demasiado (costes de estocaje), pero tampoco quedarse corto (peor aún, parar producción), o que las rutinas de los trabajadores estén más ajustadas y no haya que pedir horas extras para sacar adelante más trabajo. Eso cuesta dinero.

Para Tesla, ese plazo ideal está entre las cuatro y las ocho semanas. Ni tardarían demasiado en entregar los coches a los clientes, ni tendrían tanta incertidumbre respecto a la demanda. Además, como se partía de precios con un buen beneficio, las rebajas potencialmente no producirán pérdidas, solo un beneficio menos lucrativo. «Es el mercado, amigo».

De momento, los clientes alemanes de Tesla han visto crecer en un mes el tiempo de espera para nuevos pedidos desde la anunciada rebaja de precios, al menos para las versiones que más han bajado de precio. Los Model Y Gran Autonomía y Performance están prácticamente igual, sus precios también se corrigieron poco. Una cosa lleva a la otra.

Para hacer frente a la nueva demanda, la fábrica de Grünheide sigue intentando completar la plantilla para aumentar su capacidad. A finales de diciembre estaba en 3.000 unidades a la semana, un hito que ha llegado con dos meses de retraso. Y claro, aumentar capacidad implica que tiene que haber más demanda, o de lo contrario se podrá incurrir en sobrecostes por exceso de capacidad, un mal bien conocido en la industria del automóvil.

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A menos que las materias primas se encarezcan más, todo apunta a que los descuentos se van a quedar una temporada, al menos hasta que la lista de espera vuelva a un nivel óptimo. Cualquier fabricante sueña con que sus fábricas maximicen su capacidad, el suministro de piezas sea estable, y el coste por unidad sea el más bajo posible. Obviamente, eso también va por Tesla.

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