Las claves en la estrategia de Tesla para batir récord de ventas de eléctricos

Tesla es una de esas marcas tan odiada como amada. La firma californiana ha sabido conquistar el exigente cliente europeo durante el pasado año 2021, donde realmente ha barrido en términos de ventas. Es casi la única marca que no se ha visto afectada por los parones de la industria a causa de la crisis de los semiconductores porque, de forma muy inteligente y en secreto, mientras algunos veían las orejas del lobo acercarse, la americana hacía acopio de microchips llenando sus almacenes.

Solo esta estrategia le ha servido para entregar nada menos que 936.000 unidades en todo el mundo durante el pasado año, logrando los mejores registros desde su fundación, dicen los expertos. Y es que ha sido capaz de aumentar las ventas en un 87 por ciento comparado con 2020. A día de hoy, ya ha entregado más de 2.335.000 unidades, con más de medio millón de los Model S y Model X y con más de 1.800.000 unidades de los Model 3 y Model Y. Pero la verdadera estrella es el tercero de los mencionados, y el que está llamado a ser la punta de lanza en el Viejo Continente, al menos, hasta la llegada del ansiado compacto que todavía se demorará un par de años más.

El Tesla Model 3 triunfará en Europa hasta la llegada del compacto antes de la década

Tesla irá con todo para marcar otro récord de ventas en 2022

Las cifras hablan por sí solas y no son fruto de la casualidad. La firma de Elon Musk apuesta por un diseño atractivo y minimalista por fuera y por dentro, con los servicios de conectividad más avanzados. Argumentos que no son suficientes para triunfar, pero sí el hecho de que sea una de las líderes en la investigación y desarrollo de avanzadas tecnologías como las baterías de propulsión o la conducción autónoma. Sin embargo, la clave radica en tres áreas: la autonomía, el coste de las baterías y una infraestructura de carga rápida. Las principales preocupaciones de los clientes a la hora de valorar el cambio a un coche eléctrico.

Un modelo de negocio que los europeos comparten, pero al que suman el principal factor en contra que tiene Tesla: el deficiente nivel de calidad, como lo ha demostrado al reciente encuesta de calidad de JD Power o las miles de quejas de usuarios que abundan por la red. Y es que lo que para algunos es primordial, para la americana no tanto. Aunque se espera un verdadero salto en este sentido en cuanto se inaugure la fábrica de Alemania, los expertos del Centro de Gestión Automotriz apuntan que la marca americana de coches eléctricos por excelencia se ha labrado una bandera un tanto especial, considerada como «una marca con más valor tecnológico que un fabricante de coches».

Lo cierto es que Tesla, que está en condiciones de lograr los 4 millones de eléctricos en un futuro tan próximo como al término del recién estrenado año 2022, tiene por delante todo un reto al que no va a renunciar. Entre China, Estados Unidos y la Gigafactoría alemana, el millón y medio de unidades que restan para este récord no está en absoluto muy lejos. La firma no invertirá el nivel de calidad como para igualarse a los europeos, mejorará pero no renunciará a seguir ofreciendo las avanzadas funciones de conducción autónoma que, es una de sus puntas de lanza frente a los eléctricos Premium europeos, a los que va a mantener muy a raya.