IndyCarGrosjean y Johnson superan su primer test en Indianápolis pese a la lluvia

Los dos mediáticos pilotos se quedaron a pocas vueltas de superar sus test de novatos debido a la persistencia de la lluvia. Grosjean se mostró satisfecho, aunque aún no está 100% cómodo: «Aquí tengo que aprenderlo todo». Johnson cumplió «un sueño de infancia», pero sigue sin tomar una decisión firme para disputar la Indy 500.

Grosjean y Johnson superan su primer test en Indianápolis pese a la lluvia
Grosjean debutó con Andretti Autosport y los colores que lucirá durante buena parte de 2022 - IndyCar Media

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Publicado: 07/10/2021 14:30

La del miércoles ha sido una de las jornadas de test más anticipadas del siglo 21 en el Indianápolis Motor Speedway, codeándose quizá solo con aquella primera aparición de Fernando Alonso en 2017. En esta temporada 2021 de IndyCar que terminó hace escasas semanas, Romain Grosjean y Jimmie Johnson han sido dos de las mayores atracciones en su primera experiencia competitiva en la categoría, atrayendo a fans de Fórmula 1 y NASCAR por igual al mundillo de los monoplazas americanos pese a no disputar las 500 millas de Indianápolis, pero ambos han dado en este test el primer paso para revertir esa decisión.

El francés de 35 años y el estadounidense de 46 fueron los protagonistas de una jornada reservada exclusivamente para ellos, con el objetivo de superar el 'Rookie Orientation Practice' (ROP), o test de novatos. Pasar este trámite, que consiste de tres fases en las que los pilotos van subiendo su velocidad de forma controlada, es obligatorio para poder rodar en Indianápolis junto a otros pilotos con experiencia previa en la Indy 500. Ambos optaron por hacerlo de forma conjunta nada más terminase la temporada para ser declarados aptos de cara al test general que tendrá lugar en abril en esta misma pista, en la cual solo es segura la presencia de Grosjean.

Pese a disponer de un día entero de rodaje sobre el papel, la anticipada lluvia hizo acto de presencia desde primera hora de la mañana y dos veces más durante el día, reduciendo las 8 horas disponibles en pista a poco más de una hora, e impidiendo que Grosjean y Johnson completasen todas las fases del ROP. Aunque se había adelantado dos horas (10:00) el inicio de la jornada por este mismo hecho, la pista no estuvo en condiciones hasta las 10:30, y las cinco primeras vueltas del ROP de Johnson fueron el único rodaje de la mañana antes de que una segunda precipitación lo paralizase todo durante más de cuatro horas. La lluvia dio un breve respiro por la tarde por la tarde durante una hora, pero una tercera y definitiva precipitación a las 16:05 remató la faena del día.

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Grosjean, en una de las múltiples esperas para el secado de la pista / @ IndyCar Media

Pese a ello, tanto Grosjean como Johnson se quedaron muy cerca de superar la tercera fase final de su orientación, lo suficiente como para que IndyCar haya validado sus credenciales para futuras sesiones generales como la de abril. Sin que trascendiese el número total de vueltas que hizo, a Grosjean le faltaron dos más, mientras que Johnson, que completó 55 giros durante el día, realizó cinco de las 15 vueltas exigidas por encima de las 215 millas por hora de promedio (tiempos inferiores a 41.860 segundos). Como referencia, la mejor vuelta de clasificación de la Indy 500 de 2021 tuvo un promedio de 232.757 mph (38.667 segundos), y Simona de Silvestro promedió vueltas en 39.4 segundos (228.353 mph) para clasificarse en la última posición a costa de otros dos pilotos.

«No es algo que sea particularmente cómodo»

Grosjean se estrenó en este test como piloto de Andretti Autosport, y ya lució sus nuevos colores, cambiando el violeta que lucía en Dale Coyne Racing por el amarillo y rojo del sponsor DHL. El piloto francés ya debutó en un óvalo el pasado mes de agosto durante la Gateway 500, pero esta ha sido una experiencia completamente nueva que ha generado sensaciones encontradas para el ex piloto de Fórmula 1, que disputará todas las carreras del calendario en 2022: «Las emociones de los óvalos, para mí, son muy nuevas, aunque haya hecho ya una carrera. Siento que no es algo que sea particularmente cómodo. No es como un circuito permanente o urbano, donde sé lo que puedo hacer. Aquí tengo que aprenderlo todo».

Pese a ello, Grosjean se mostró muy consciente de donde podían estar los límites de pilotar rápido en esta disciplina, y se mostró satisfecho con el trabajo realizado: «Al principio no iba rápido, aún yendo a 200 millas por hora. No noté la diferencia al pasar de 205 a 215 (millas por hora), así que ojalá que subir a 225 sea lo mismo. El tiempo dirá, pero sé que la diversión comienza cuando empiezas a subir de 215. Pero cuando estás aquí, todo fluye. Empiezas a imaginar como planearías los movimientos en carrera, como ganar inercia y demás. Pero vaya, la clasificación aquí debe tener lo suyo".

Jimmie Johnson, durante sus primeras vueltas oficiales en Indianápolis / @ IndyCar Media

«Creo que, en los óvalos, no puedes intentar algo que no es posible», prosiguió Grosjean. «En los circuitos, a veces, puedes intentar hacer algo de magia, y no creo que eso sea algo que quieras hacer en los óvalos, porque no va a salir bien. Siempre decidimos cuántos riesgos queremos tomar. Nosotros dibujamos la línea». Esa línea es la que intenta redescubrir un Johnson que busca determinar si sus anteriores niveles de aprehensión hacia los monoplazas en óvalo se han reducido lo suficiente. En el horizonte, la posibilidad de expandir su programa de circuitos con Chip Ganassi Racing a la Indy 500, algo que todavía está pendiente de varias decisiones importantes a nivel personal, financiero y logístico.

Nada de eso impidió que este fuese otro día inolvidable para el californiano: «Hoy he disfrutado de verdad. Es un sueño de la infancia hecho realidad. Me han faltado 30 o 40 vueltas más, y en esta fase de mi carrera en IndyCar, cada vuelta supone una diferencia; en los óvalos, es una diferencia enorme. Para mí ha sido como un pequeño aperitivo. Me he quedado un tanto corto, pero ha incrementado mi deseo de correr las 500», comentó Johnson tras el test. «Tengo que irme a mi casa y sentarme con una buena botella de vino. Pero estoy más cerca de lo que nunca he estado. El competidor dentro de mí se lo está tomando muy en serio, pero aún necesito sentarme y tener esa conversación en casa. Dicho eso, aún queda mucho trabajo por delante para afrontar esto».

No importa que las cuatro curvas sean "lo mismo", todos los novatos siempre hablan de la curva 1 como el desafío real de Indianápolis. Grosjean no fue una excepción, y tampoco Johnson: «Creo que no importa en qué coche estés, la curva 1 siempre parece más cerrada y desafiante. En cuanto tuve la conversación con mi pie derecho y le convencí para quedarse abajo, pilotarla fue un sueño. De hecho, llegamos a quitarle carga al coche hasta un punto bastante agresivo, y me sentí muy cómodo con ello. Rodar en ese rango más rápido es mucho más diferente de lo que he experimentado nunca en esta pista. Intento acostumbrar a mis ojos a la velocidad, porque es una sensación diferente en el coche sin la dirección asistida. El coche da unas sensaciones muy diferentes, es más ligero y mucho más reactivo de lo que he tenido en el pasado. Pero por ahora solo estoy asimilándolo y disfrutándolo».

Fotos: IndyCar Media

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