Todo 4x4, SUV, pick-up o furgoneta debería llevar cámaras frontales para reducir el riesgo de atropello
La inmensa popularidad de los vehículos grandes, especialmente los destinados al transporte de pasajeros, está provocando riesgos adicionales para la seguridad de los peatones. Contrariamente a lo que se cree, ir más alto no siempre proporciona mejor visión del entorno.
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Publicado: 08/08/2022 23:00
Es un hecho, los turismos se van vendiendo menos (respecto al total de unidades) y aumenta el número de SUV. En el caso de Europa, no abundan muchos modelos grandes, menos aún los pick-up full size que tanto gustan en Norteamérica, pero una cosa es evidente: la convivencia con estos vehículos es inevitable.
Si nos fijamos en el caso concreto de Estados Unidos, vemos por qué es absolutamente necesario que se generalicen unos sistemas de seguridad activa muy sencillos: cámara frontal o perimetral, sensores de aparcamiento y sistemas de frenado automático. En caso contrario, son un peligro para los peatones.
Los vehículos de tipo 4x4, SUV, pick-up o furgoneta suelen caracterizarse por una mayor altura de la cabina, a veces con capós largos, y pilares A prominentes que pueden limitar mucho la visibilidad. Tanto, que pueden hacer que un grupo de niños colocados en frente sean absolutamente invisibles. Caso paradigmático es el del Cadillac Escalade:
El vídeo asociado a este tuit, emitido por la cadena NBC News 4 de Washington, ilustra la gran problemática de este tipo de vehículos en lo que se refiere a peatones, pero sobre todo a los más pequeños, los niños. No son pocos los accidentes en los que se produjo una desgracia por golpear con el vehículo a un niño que «no estaba ahí».
Y es que la altura del puesto de conducción no lo es todo para tener mejor visibilidad y tener el entorno del vehículo mejor controlado. Suele ser una mentira que los conductores de este tipo de vehículos se repiten una y otra vez, hasta que se convierte en verdad. Otra cosa es la visibilidad respecto a otros vehículos, pero no son precisamente usuarios vulnerables.
A fin de cuentas, un vehículo como un turismo se ve, independientemente de que uno conduzca un Ferrari F40 o un Cadillac Escalade. Si se trata de proteger a los más vulnerables, entonces toca implantar medidas para reducir los riesgos de impacto, ya sea en línea recta, aparcando o saliendo de una plaza, o al girar en una intersección.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras reveló que los conductores de pick-up tienen un 89% más de probabilidades de embestir a un peatón en giros a la derecha, y que los conductores de SUV -que son más grandes que los europeos- un 63% más.
¿Y en giros a la izquierda? Más de lo mismo. El conductor de un pick-up tiene un 300% más de probabilidades de embestir a un peatón que no ha visto respecto al conductor de un turismo. En segundo lugar están las furgonetas, un 200% más de probabilidades, y los conductores de SUV un 100% más. Vaya, resulta que en los turismos se ve mejor, quién lo iba a decir.
También hay que recordar que estos vehículos tienen una mayor energía cinética y cuesta más esfuerzo frenarlos, y en función de cómo sea su diseño frontal, o destrozan al peatón más o lo destrozan menos. Un turismo puede hacer que el peatón pase por encima del capón, a diferencia de un vehículo más alto.
Una posible solución a este problema es incluir los citados sistemas de seguridad. El senador Richard Blumenthal, que trabaja en el comité que supervisa la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), pidió a la agencia gubernamental ponerle solución al problema. Las cámaras traseras ya son obligatorias por ese motivo.
Estos vehículos grandes son más peligrosos para los peatones que los turismos, y solo es discutible esto si disponen de algún sistema que pueda detectar los peatones a tiempo y clavar los frenos antes de que el conductor se dé cuenta de algo. Si no, está claro, son más peligrosos.
Unos datos para la reflexión. Las muertes de peatones en EEUU llevan creciendo desde 2009, y solo en el año 2020 hubo unos 6.500 fallecidos (+59% que en 2009) y otros 54.700 heridos. La proliferación de este tipo de vehículos está muy correlacionada y por lo tanto, toda medida que salve vidas debe ser considerada como obligatoria -para nuevos vehículos, eso sí-.