Toyota fabricará en EEUU un gran SUV eléctrico

El anuncio se ha hecho hoy mismo. Para abastecer al mercado estadounidense con un nuevo SUV de por lo menos siete plazas, Toyota realizará colosales inversiones en su fábrica de Georgetown y una nueva que se encuentra en construcción para baterías.

Toyota fabricará en EEUU un gran SUV eléctrico
Fábrica de Toyota en Carolina del Norte - Toyota

6 min. lectura

Publicado: 31/05/2023 22:30

Toyota ha dado un paso adelante hacia la carrera del coche eléctrico en Estados Unidos, ya que ha anunciado que en 2025 se producirá en serie un nuevo SUV de tres filas de asientos. En otras palabras, será grande, no un 5+2, sino lo que en EEUU se llama full-size.

Este modelo del que no sabemos absolutamente nada más, será uno de los 10 coches eléctricos de nueva factura que Toyota venderá antes de 2026. Se fabricará en la primera planta de Toyota en EEUU, sita en Georgetown (Kentucky), la más grande del fabricante japonés en todo el mundo y con más de 35 años de trayectoria.

Para poder fabricar masivamente este nuevo modelo, harán falta baterías, y debido al cambio de reglas que introdujo la Ley de Reducción de Inflación -o IRA-, estas se fabricarán en el mismo país. Toyota está construyendo una nueva planta en Liberty (Carolina del Norte), la número 10 en Estados Unidos.

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Y es que la planta de Kentucky (TMMK) es hoy día el lugar donde se producen los Camry, Camry Hybrid y RAV4 Hybrid. Estos modelos se venden en EEUU como el pan caliente, pero no están totalmente electrificados. El nuevo SUV de tres filas sí lo estará.

La planta de Liberty contará con seis líneas de producción, dos dedicadas a las baterías de coches eléctricos y otras cuatro dedicadas a híbridos. Hay notables diferencias constructivas y a nivel químico de las baterías de uno y otro tipo, ya que tienen características bien diferenciadas. Los híbridos convencionales no requieren una gran autonomía, sino muchos ciclos de carga y descarga.

En cambio, las baterías de los coches eléctricos deben almacenar mucha más energía y hacer cargas/descargas más lentas en relación a lo que acumulan (horas en vez de minutos). De momento, Toyota tiene claro que va a vender más coches híbridos que eléctricos, especialmente en ese mercado, incluso teniendo en cuenta las tendencias de los consumidores.

Ahora mismo Toyota solo tiene un modelo totalmente eléctrico en EEUU, el bZ4X, que tuvo una entrada en el mercado bastante peculiar. Al poco de realizar las primeras entregas se produjo la llamada a revisión por los tornillos de llanta que podían darse a la fuga. Incluso se devolvió el dinero a los clientes que no estuviesen por la labor de esperar a una solución, se les pidió dejar de conducir sus vehículos por seguridad.

La producción de baterías para este SUV en Carolina del Norte llevará aparejada una inversión de 2.100 millones de dólares, acumulándose a la cifra dada anteriormente. En total, Toyota va a invertir en Carolina del Norte casi 6.000 millones de dólares. Y para adaptar TMMK al nuevo modelo, la inversión es de 461 millones. El fabricante japonés no está reparando en gastos.

Solo en los dos últimos años, Toyota ha comprometido en EEUU una suma de más de 8.000 millones de dólares, sobre todo para electrificar su gama. Al término de la década, Toyota habrá invertido a nivel mundial más de 37.000 millones de dólares en desarrollo y producción de coches eléctricos. Son cifras bastante gruesas.

2012 Toyota RAV4 EV

El precedente del Toyota RAV4 EV

En realidad, ni mucho menos se trata del primer coche eléctrico de Toyota que se producirá en Estados Unidos, aunque esto hay que matizarlo. Allá por 2010, se dio a conocer. Tuvo una producción limitada y no gozó de una gran relevancia en su día.

Tengamos en cuenta que incluso en 2012, una autonomía en torno a 100 millas (160 kilómetros), sin posibilidad de recarga rápida, y con unas prestaciones correctas (0-100 km/h en 7 segundos y hasta 160 km/h en modo Sport) no era especialmente atractivo. En cierto modo, fue un experimento para Toyota.

En aquel momento, Toyota veía los coches eléctricos como lo que eran, vehículos aptos sobre todo para recorridos urbanos e interurbanos habituales, y no para irse demasiado lejos. Total, tampoco había apenas infraestructura pública para cargarlos, y eso hablando del Estado de California, el menos retrasado en ese sentido respecto al resto del país.

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