Toyota lo imitó y Lexus lo perfeccionó, así es el 'Nürburgring' secreto de la marca de lujo en Japón
Tres años y medio y más de 1.850 millones de euros han necesitado Toyota y Lexus para traerse Nürburgring a Japón. A principios de 2019, se abrían las puertas del centro técnico de las dos marcas japonesas. Un sitio absolutamente privado para probar nuevos modelos y tecnologías al que hemos tenido el privilegio de visitar.
Es un secreto a voces que existe una réplica del mítico circuito de Nürburgring en Japón. La primera vez que técnicos japoneses tuvieron ocasión de rodar en el circuito alemán quedaron tan maravillados de su configuración que cuando regresaron al país del sol naciente, antes de trasladar los datos e informaciones extraídos de sus prototipos, informaron a sus respetivos responsables de lo que había acontecido su visita.
Los propietarios de Toyota, acostumbrados a buscar la excelencia, no sólo lo visitaron en primera persona en 2018, sino que tomaron nota de absolutamente todo lo que debía ser un centro técnico al que nada más que sus marcas y empleados tuviesen acceso, poniéndose rápidamente manos a la obra para reproducir unas instalaciones de primer nivel. Así nacía el Centro Técnico de Shimoyama.
Lexus no necesita ir a Nürburgring, Shimoyama lo tiene todo
El templo de los nuevos modelos y tecnologías de Toyota y Lexus se encuentra en una vasta superficie de más de 650 hectáreas, seis millones y medio de metros cuadrados en los que trabajan tres mil personas desde principios del pasado año 2019, cuando se inauguraron estas instalaciones a las que hemos tenido acceso, por primera vez. El mismo sitio donde el Lexus LBX Morizo ha sido desarrollado.
Shimoyama es un complejo en el que se han invertido cinco años y más de 1.850 millones de euros, cifras que dicen mucho de lo que se encuentra tras los bosques de varios kilómetros de profundidad, imposibles de cruzar por cualquier fotógrafo espía, hasta llegar a una sección central donde se hallan las pistas de pruebas de los nuevos modelos.
Carreteras de alta velocidad para los deportivos GR y otras que reproducen condiciones particulares de vías de todo el mundo, con grandes pendientes, puentes, embalses, zonas todoterreno.... Lo único que Shimoyama no tiene, y no puede reproducir, como ningún otro sitio del mundo, son las condiciones meteorológicas en pista; en sus túneles aerodinámicos sí, pero ni por esas se ve un Lexus en el trazado alemán.
El «Nürburgring japonés», un viaje por las mejores carreteras del mundo
Cuando fue estrenado, Akio Toyota señaló que «los conductores de pruebas de GR y Lexus, conducirán, romperán y mejorarán automóviles aquí. Espero pasar mucho tiempo conduciendo por las carreteras de Shimoyama. Las carreteras de Shimoyama hacen que el coche... Circularán por todas las carreteras del mundo y harán sonreír a muchas personas sin salir de Shimoyama».
La gran diferencia entre Nürburgring y Shimoyama es que los japoneses han logrado concentrar las características condiciones de los 20,8 kilómetros del trazado alemán en una cuarta parte, en sólo 5,3 kilómetros de longitud. Impresionan sus edificios construidos con materiales sostenibles y buscando la máxima funcionalidad. Por cierto, un gran número de los empleados de sus sedes europeas desean experimentar una temporada en el país del sol naciente, de los que algunos se quedan y otros regresan.
Toyota ideó este complejo con tres edificios separados, uno donde se concentra todo el diseño y desarrollo de los nuevos modelos, equipado con la más avanzada tecnología de digitalización, otro donde se dan cita con los proveedores y socios comerciales y otro para los visitantes. Porque estos, como yo, también asisten a visitas guiadas aunque, para nuestra desgracia, no tenemos oportunidad de avistar ningún prototipo.