Toyota compra la división de conducción autónoma de Lyft por 550 millones
Lyft se ha deshecho de su división de tecnología de conducción autónoma al venderla a Toyota por 550 millones de dólares. La corporación japonesa ha adquirido esta división al completo, incluyendo toda su tecnología y proyectos actuales y futuros, absorbiendo además una plantilla en torno a los 300 empleados.
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Publicado: 27/04/2021 15:00
Otro proyecto de Lyft destinada a desarrollar esta tecnología acaba de ser vendida a Toyota, que la ha absorbido por completo, incluyendo su plantilla, que está estimada en unos 300 trabajadores en los Estados Unidos.
Esta no es la primera vez que vemos desaparecer un proyecto de este tipo tras generar numerosos titulares en muy pocos años. Uber también se deshizo de su división de conducción autónoma a finales del pasado año, cuando la vendió a Aurora por una cantidad indeterminada. Aunque ese acuerdo también supuso que Uber invirtiera 400 millones en el proyecto Aurora. Toyota también forma parte de este proyecto debido a la inversión de 500 millones que realizó en esta divisiñon de Uber hace unos años.
Lyft
Lyft anunció su proyecto de tecnología de conducción autónoma en 2017 y aunque prometía tenerlo listo para 2021, lo cierto es que tan solo hemos visto unos pocos proyectos pilotos protagonizados por los prototipos autónomos de esta compañía estadounidense. Como es el caso del servicio de taxis robotizados Aptiv, que cuenta con una pequeña flota de BMW Serie 5 modificados en Las Vegas desde 2018.
Por ahora no sabemos precisar como va a proceder la compañía japonesa con esta nueva adquisición, que suponemos será absorbida por las distintas divisiones y programas de desarrollo de la corporación, en lugar de seguir manteniendo el carácter independiente que tiene hasta ahora. Lo que es seguro es que el nombre Lyft desaparecerá de los laterales de los prototipos de este proyecto, que imaginamos serán reemplazados por modelos relacionados con Toyota. Pues hasta ahora habían sido empleados modelos de BMW y Ford, compañías con las que este proyecto de Lyft tenía acuerdos previos.
Al contrario que otros proyectos similares, Lyft no solo pretendía crear una flota de taxis robotizados de explotación propia, pues también estaban desarrollando un sistema de conducción autónoma que pudiera ser vendido a otros fabricantes, como un proveedor de componentes más de esta industria.