Toyota mantiene la apuesta por Subaru y los modelos conjuntos
La alianza entre Subaru y Toyota cumple 14 años, y seguirá cumpliendo otros tantos más. Ambas compañías japonesas han anunciado un mayor grado de colaboración en diversos campos, incluyendo la nueva generación de los coupés deportivos GT 86 y BRZ.
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Publicado: 27/09/2019 21:00
En un contexto en que la conducción autónoma se postula como una revolución en la forma de conducir -o de no conducir-, aún hay fabricantes que apuestan por el protagonismo del disfrute al volante. Toyota y Subaru endurecen su alianza, que echó a andar en 2005, con una mayor participación mutua.
Ahora Toyota tiene casi el 17% de Subaru, y cuando los reguladores antimonopolio lo autoricen, la participación subirá hasta el 20%. Por su parte, Subaru comprará acciones de Toyota, ya que actualmente no posee ninguna. De esta forma, Subaru asegura su supervivencia en un contexto muy complicado para los peces pequeños.
Toyota vende casi 10 vehículos por cada uno que vende Subaru
Subaru se beneficiará especialmente del dominio de Toyota en tecnología híbrida, aumentando los modelos que la usen y así no necesitar los diésel para bajar emisiones de cara a la Euro 7 y el límite de 95 g/km de CO2 en Europa para 2021. Toyota se beneficiará de la especialidad de Subaru en sistemas de tracción total.
La segunda generación de los coupés deportivos, Toyota GT 86 y Subaru BRZ, está totalmente confirmada. A pesar de que las ventas no han sido todo lo brillantes que se habían deseado, Toyota y Subaru siguen a contracorriente. Los rivales de "raza" escasean, su competencia es fundamentalmente de compactos hipervitaminados con tracción delantera o total, salvo -todavía- la Serie 2 de BMW.
No hay que descartar que los GT 86 y BRZ sean híbridos
El capítulo de las asistencias al conductor también mejorará para ambas compañías. Toyota ha apostado por una solución combinada de sensores para su Safety Sense, mientras que Subaru ha logrado muy buenos resultados prácticos con su tecnología EyeSight de visión estereoscópica y otros tantos sensores para ayudar al conductor, no para reemplazarle total o parcialmente.
No obstante, tanto Toyota como Subaru harán más énfasis en proporcionar alternativas de movilidad a aquellos clientes que no estén interesados en el clásico modelo de propiedad, tal y como están haciendo otros protagonistas de la industria del motor. Y para los que quieran comprarse un coche para largo plazo, el placer de conducción seguirá siendo una máxima.
Resulta inevitable para ambos fabricantes entrar en el terreno de la movilidad eléctrica. Subaru no tiene ningún modelo eléctrico, Toyota solo ha anunciado una versión eléctrica del C-HR en China que comenzará a venderse el año que viene. Uno de los ámbitos de colaboración entre ambos fabricantes es un crossover compacto totalmente eléctrico.
Los motores de combustión "puros y duros", ya hablando casi exclusivamente de gasolina, tienen poco recorrido en la próxima década e irán progresivamente siendo asistidos por motores eléctricos en mayor o menor medida. Cada vez veremos más bóxer híbridos. Por otra parte, la tracción total de Subaru tendrá que modernizar su esquema clásico de transmisión a través de cardán y adoptar soluciones eléctricas de ejes independientes del todo.
Estas tendencias van acordes con las demandas de los nuevos tiempos, sobre todo de una clientela más concienciada con el impacto ambiental y los avances en reducción de emisiones de CO2 para luchar contra el cambio climático. Toyota tiene una visión de 0 emisiones para 2050, no solo hablando del escape de sus vehículos, por lo que ya debe comenzar a dar pasos. Subaru irá de su mano sin poner en peligro su futuro.
Toyota sigue apostando por alianzas con fabricantes domésticos japoneses. También tiene ligaduras con Mazda y con Yamaha, y anunció un gran acuerdo con Suzuki a largo plazo. Pero también mantiene alianzas con fabricantes europeos, véase con BMW, con quien colabora en el programa Z4/Supra y de pilas de combustible de hidrógeno, así como con PSA en materia de vehículos industriales medianos (Proace) y compactos (Proace City).
No será renovada la alianza en los utilitarios urbanos Citroën C1, Peugeot 108 y Toyota Aygo. Recordemos que la fábrica que comparten en Kolin (República Checa) se la quedará Toyota tras pagar a PSA su parte de la empresa conjunta que tenían desde 2002. El destino de la planta podría ser un nuevo modelo de tipo crossover y tamaño compacto, ¿será el desarrollado con Subaru?
En general, los fabricantes tratan de ahorrar costes de desarrollo porque hay muchas tecnologías que demandan los usuarios o que son imprescindibles para cumplir con las exigencias de los reguladores. Pese a vender el año pasado casi 11 millones de vehículos, Toyota no se duerme en los laureles y fortalece su posición para aguantar la próxima década, que será dura.