Toyota reconoce estar a años luz de los coches eléctricos de Tesla tras analizar su plataforma
Si alguna de las marcas del grupo Volkswagen, o Mercedes, han desmontado un Tesla como lo ha hecho Toyota, nunca lo sabremos, pero tampoco es descartable. Eso sí, los nipones han comprobado de primera mano la tecnología de la firma californiana líder en ventas de coches eléctricos. Una gran lección que aplicarán en una nueva plataforma que lanzarán en 2026.
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Publicado: 02/03/2023 20:00
La ingeniería inversa es una herramienta común en las marcas de coches, unas se investigan a otras para descubrir las ventajas y los puntos más fuertes de los rivales. Con Tesla de por medio, esta técnica es más habitual. Sabemos que Mercedes estudió muy seriamente el Polestar 2 el pasado verano para su nueva plataforma MMA que lanzará a finales de 2024 a bordo del nuevo Mercedes CLA y que, hace unos años, más también sorprendimos a BMW realizando ensayos con un Model 3.
La marca de la estrella, al igual que los bávaros, saben las debilidades y las fortalezas de la marca californiana, y las han aplicado en unas nuevas plataformas para sus futuros coches eléctricos, ligadas estrechamente a un sofisticado software de control. La nueva arquitectura SSP que Volkswagen estrenará en 2028, para todo el grupo, también sigue la línea de Tesla. Toyota también se ha visto obligada a desmontar un Tesla Model Y, reconociendo que la tecnología de la americana es de primer nivel, y que se equivocaron de pleno con la plataforma e-TGNA.
Toyota asume el gran error de adaptar la plataforma TGNA a sus eléctricos
Porque, al igual que la MEB, la arquitectura de los japoneses está basada en una estructura para modelos de combustión y electrificados, que no es lo mismo que 100% eléctricos. Fuentes de la marca nipona han explicado que «Lo que yacía debajo de la lámina de metal del Model Y era una estructura de vehículo magistralmente simple, construida con una destreza de fabricación avanzada que sería la envidia de cualquier fabricante de automóviles de la vieja guardia. Quitarle la piel al Model Y, fue realmente una obra de arte, es increíble».
Este trabajo ha sido un encargo expreso del nuevo emperador de Toyota. Koji Sato no es un japonés más en la junta directiva del gigante japonés, sino un antiguo responsable internacional de Lexus y en Gazoo Racing. Sato pidió el pasado mes de octubre a los ingenieros de la marca especializados en plataformas que se analizase un Tesla Model Y a fondo. Y por "a fondo" se entiende desguazar, asombrando la simplicidad de la arquitectura y el motor.
Los responsables de Toyota han explicado que la plataforma de Tesla se limita a una estructura de tipo patineta sobre la que se montan los motores y la transmisión, porque la batería es un elemento estructural, y el software determina el rendimiento de conducción. Una configuración clara que permite más libertad técnica. Tesla ha ido al grano, demostrando una vez más que el alto coste de desarrollo al inicio, sale más barato a la larga.
Es la temida inversión de los costes: una plataforma adaptada conlleva menos recursos pero tiene más limitaciones técnicas, eliminarlas cuesta dinero y más hacer una plataforma nueva. Un doble gasto que Tesla ha evitado. El gran problema es que Toyota, a pesar de que se ha puesto manos a la obra, ya ha anunciado que la plataforma llegará en 2026, pero el primer modelo basado saldrá a la venta en 2027 o 2028, por lo que en este espacio de cinco años, Tesla puede avanzar tanto que se convierta en inalcanzable para Toyota.