¿Buscas lujo? Pues toma dos tazas: así es el delicado proceso de inspección del Toyota más caro del mundo
Century es una marca apenas conocida en Europa, pero en Japón está considerada como Rolls-Royce. Sólo producen un coche y cada unidad que sale de la línea de montaje es tratada con mucho cuidado y atención.
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Publicado: 13/12/2023 09:00
Aunque seas un loco del motor y un fanático del automovilismo es bastante probable que la marca Century no te suene de nada, y no nos extraña. En Europa no se comercializa, pero si viajamos a Japón la cosa cambia. En el mundo del lujo encontramos marcas conocidas como Rolls-Royce, Ferrari o Bentley. Firmas que no necesitan presentación o anuncios para ser conocidas. A ellas podemos sumar otra, Century, la sección más exclusiva dentro de la órbita de Toyota.
Pocas, muy pocas, son las unidades que salen de la línea de montaje cada año. Los japoneses dedican muchos esfuerzos y recursos en desarrollar su coche más lujoso. La marca Century arrancó oficialmente en el año 1967 como una escisión dentro del propio conglomerado. Sus coches han sido empleados por los más altos dignatarios del país y por aquellos pocos elegidos capaces de pagar las altas tarifas. Su exclusividad es legendaria y también su conservadurismo. Entre la segunda y la tercera generación llegaron a pasar 50 años.
17 pasos, 3,5 horas de inspección y sólo un maestro tras la lupa
Sin embargo, han cogido ritmo en los últimos años. El último modelo de la casa se ha presentado este mismo año y por primera vez en la historia abandona el formato berlina para abrazar la más moderna corriente SUV. Un todocamino poderoso en presencia y tamaño. Apoyado sobre la plataforma GA-K, la misma que usan otros modelos de la casa como el Toyota Highlander o el Lexus TX, disponible en Estados Unidos. Sin embargo, esto es lo único que conserva de sus hermanos más corrientes. El resto es todo exclusividad. No hay concesiones al lujo.
Bajo el capó se instala, por primera vez, un esquema híbrido enchufable con motor de gasolina V6 de 3.5 litros. Sin embargo, la potencia y las prestaciones son cuestiones menores en el Century. Lo realmente importante es la calidad, el espacio y las sensaciones que ofrezca a todos y cada uno de sus pasajeros. Para brindar la mejor experiencia posible Toyota emplea grandes recursos y a su personal más experimentado y detallista. Cada unidad es revisada durante tres horas y media bajo potentes focos para detectar cualquier mínima imperfección en su larga carrocería
El proceso detalla 17 pasos, a cada cual más importante. La revisión la realiza un único empleado, que debe tener la consideración de inspector maestro. Sólo hay un puñado de ellos en todo Japón. Se presta atención no sólo a la pintura, también se analiza el alineamiento de cada panel de la carrocería, se revisa que el vano motor esté en perfecto estado de revista y comprueba que en el interior todo esté cuidadosamente rematado. Ante cualquier fallo o imperfección el coche es devuelto a la cadena de montaje para que sea corregido. Nada se escapa a las expertas manos de un inspector maestro de la planta de Toyota en Tahara.
Si el coche supera el más alto estándar de calidad de la industria japonesa, el siguiente paso es verificar el comportamiento mediante pruebas funcionales. Se analiza el rendimiento del vehículo y se comprueba que no existe ningún tipo de ruido o vibración que pueda reducir la comodidad de sus ocupantes. Los propios responsables de la inspección detallan la calidad de la última generación del Century gracias a su parte eléctrica. ¿Cuál es el precio a pagar por toda esta atención? El Century está disponible en Japón por un precio mínimo de 25 millones de yenes, unos 160.000 euros al cambio. Un coste discreto si tenemos en cuenta lo que recibimos a cambio.