Toyota saca a Volkswagen una ventaja de más de un millón de vehículos hasta abril

En su momento, Toyota hizo historia al arrebatar a General Motors el primer puesto de fabricante de vehículos, que los americanos habían mantenido durante décadas. También les han pisado en el mercado de Estados Unidos. Desde 2010, solo Volkswagen ha puesto en peligro dicha clasificación. Este año no parece que vaya a ser.

Teniendo en cuenta las ventas de Toyota durante los cuatro primeros meses de 2022, la producción ha caído un 5,8% si se compara con el mismo periodo de 2021. No se ha podido conseguir el objetivo de récord de producción previsto anteriormente, pero los daños se han contenido bastante.

Si se combinan las ventas de Toyota, Lexus, Daihatsu e Hino, suman 3.429.636 unidades a nivel mundial. Han sido 692.370 unidades en Japón (-16,3%), donde controlan el 46,2% del mercado, y 2.737.266 unidades en el resto de países. Esta última cifra solo ha bajado un 2,7%, lo cual es muy significativo.

Toyota puede permitirse el lujo de fabricar coches de «poca demanda» como el GR86, a los que los generalistas prácticamente han renunciado

Volkswagen ha tenido muchos problemas en el primer cuatrimestre. Por un lado, en Europa ha sufrido las consecuencias de la guerra en Ucrania, que le ha dejado sin ciertos componentes y se ha interrumpido la producción de ciertos componentes. Lo que más han echado de menos han sido los mazos de cables de Leoni.

Por otro lado, en China han sufrido cierres decretados contra el brote de COVID. Toyota también ha tenido problemas en ese sentido, pero de menor magnitud. No obstante, Toyota lleva ocho meses consecutivos con reducción del volumen de ventas interanualmente por problemas de piezas.

El fabricante japonés ha trabajado estrechamente con sus proveedores para ajustar el ritmo de producción a lo que era posible, tratando de no quedar con fábricas paradas por falta de piezas. Compárese con la caída de ventas del Grupo Volkswagen, un 26% menos que en el primer cuatrimestre de 2021 también combinando todas sus marcas.

La gama de crossover de Toyota también gana adeptos y mantiene buenos volúmenes

Respecto a otra de las métricas, la de producción, Toyota también ha contenido mucho los daños. Con un total de 3.474.706 unidades, la cifra solo ha caído un 2,3% interanualmente. Desglosando, fueron 1.275.570 unidades en Japón (-12,4%) y 2.199.136 unidades en el resto del mundo (+4,7%). Casi compensó una cosa con la otra.

De hecho, entrando en detalle, la producción fuera de Japón de Toyota/Lexus fue de 2.009.839 unidades, un 3% más. La división Daihatsu logró producir 175.268 vehículos en el cuatrimestre, un 27,5% más. Por último, Hino aumentó su produccion a 14.029 unidades, un 38% más.

Gran parte de la producción japonesa se exporta, así tenemos que salieron de Japón 585.046 Toyota y Lexus a otros países, un 7,3% menos, y 21.930 camiones Hino, un 3% menos. Los Daihatsu no se han exportado. Total, 606.976 unidades exportadas, un 7,1% menos respecto al primer cuatrimestre de 2021. Con la que está cayendo, es una reducción de volúmenes muy contenida.

Otro segmento donde Toyota mantiene su presencia es en el segmento A europeo, prácticamente abandonado por los principales generalistas, y sin versiones electrificadas

En cuanto a lo financiero, también es destacable que al cierre del año fiscal 2021/2022, que se cierra en marzo, Toyota había tenido un beneficio neto de 2,85 billones de yenes, un 26,9% más que en 2020/2021. Tengamos en cuenta que en 2021 el grupo japonés vendió 10,34 millones de vehículos, un 10,2% más que en 2020.

Ya en el peor año de la pandemia Toyota logró ahorrar muchísimo dinero mediante el recorte de costes, por lo que el año fiscal 2020/2021, pese a la caída de ventas del 15% en la marca principal y del 5,1% en las demás, el benefició aumentó en un 10,3%. En 2020, Toyota superó a Volkswagen por primera vez en cinco años.

Está claro que Toyota está capeando la crisis en mejor medida que los demás fabricantes grandes, manteniendo volúmenes grandes y lo que es más importante, beneficios. El poder mantener altas cifras de producción permite al fabricante no subir tanto los precios como otros, algo que a buen seguro los clientes estarán notando a la hora de comprar un Toyota, Lexus, Daihatsu o Hino de primera mano.