El demoledor informe del Tribunal de Cuentas de la UE que puede derribar la decisión de matar los coches nuevos de combustión en 2035
Nuevo varapalo para los planes de la Unión Europea de imponer los coches eléctricos en 2035. Si hace unos días te contábamos que Polonia pretendía llegar a altas instancias judiciales para paralizar la medida, ahora ha sido el Tribunal de Cuentas de la UE el que ha emitido un informe que puede dar al traste por completo con la polémica medida.
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Publicado: 21/06/2023 08:00
Que el transporte sea eléctrico en Europa a partir del año 2035 está más que en el aire. Si bien te hemos ido contando todas las fases por las que ha pasado la polémica medida que afecta de lleno a todos los europeos desde mediados de la próxima década, no es menos cierto que son muchos los países que abogan por un retraso en el cese de la producción de coches nuevos equipados con motor de combustión, ya se trate de este sistema propiamente dicho, de híbridos y de enchufables.
Casi la mitad de los 27 que forman parte de la Unión Europea no están dispuestos a renunciar tan fácilmente a sus intereses y a «tragar» con la propuesta de Frank Timmermans. De hecho, Polonia ha sido uno de los primeros países que ha decidido llevar a los tribunales esta decisión, que considera injusta y no apropiada sin ningún tipo de estudio previo del impacto sobre los ciudadanos y la industria. A la espera de que se sumasen más países a la iniciativa, ahora la Comisión de Transporte de Bruselas ha recibido un importante varapalo de un órgano de la alta instancia europea, el Tribunal de Cuentas.
La producción europea de baterías, el lastre para cambiar la movilidad
El organismo tiene toda la capacidad para llevarse por delante la decisión, apuntando que, a pesar de que el continente ya produce baterías «made in Europe», el hecho de que la fabricación no siga los planes establecidos por factores económicos o geopolíticos, la la UE estaría obligada a retrasar la prohibición de venta de coches nuevos de gasolina y diésel en 2035. El motivo clave radica en la dificultad, cada vez mayor, de conseguir materias primas para las baterías de los eléctricos, una situación que eleva significativamente el coste tanto de las mercaderías específicas como el precio de venta.
Una situación a la que la Unión Europea no puede mirar de lado, dejando sin protección alguna a las marcas de coches y entrando nuevamente en un cuello de botella con una importante limitación de materiales. Dado que el Tribunal de Cuentas sabe de la posición de Timmermans, el órgano ha señalado que el hecho de que las marcas de coches tuviesen que recurrir a proveedores extranjeros, supondría un verdadero descalabro para la producción europea de baterías, causando miles de despidos.
La dependencia de China destrozaría los objetivos de producción de baterías en Europa
El gran problema es que China es el mayor productor de baterías para coches eléctricos del mundo, acaparando nada menos que el 76 por ciento del total mundial frente al pequeño siete por ciento de Europa, siendo el país asiático también uno de los que mayores reservas de químicos dispone. Europa también cuenta con reservas pero los expertos auditores señalan que se necesitarían entre 12 y 16 años para desarrollarse para el desafío planeado por la Comisión Europea de Transporte, haciendo inviable completamente la polémica medida. Un informe demoledor que será utilizado por los países como arma, y a la que Timmermans deberá enfrentarse con serios argumentos que lo refuten.