La triple estrategia de Porsche: motores convencionales, híbridos enchufables y eléctricos
El fabricante de deportivos mira al futuro con una gama de modelos que se adaptará a los nuevos tiempos. Dentro de poco tiempo será más importante la reducción de emisiones, la conducción autónoma, la conectividad y la movilidad eléctrica. Porsche no se quedará atrás.
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Publicado: 27/01/2018 20:00
Fue hace 70 años cuando Porsche construyó su primer modelo propio, el 356 Roadster. Fue el inicio de la marca deportiva como tal. Previamente había desarrollado vehículos para otros fabricantes, y el ejemplo por excelencia de aquella época fue el Volkswagen Typ 1: Käfer, Beetle, Escarabajo, etc.
Ahora mismo es la marca más rentable del Grupo Volkswagen y uno de los más rentables del mundo a secas. Es como Apple en el mundo de la electrónica, sus productos llevan un importante sobreprecio que los clientes están dispuestos a pagar por tener ese escudo en sus capós. En 2017 Porsche vendió unos 246.000 coches, pero podría vender más si quisiera.
Un detalle curioso, más del 90% de dueños de Porsche usan iPhone
La ausencia de guerra comercial -en precios- con otras marcas de alta gama y la inexistencia de rivales generalistas permite ganar mucho dinero con cada unidad, lo cual proporciona elevados beneficios aunque se gaste mucho dinero en i+D para mantener el listón donde lo tienen. Y como nadie ha de dormirse en su éxito -ni siquiera Porsche- hay que mirar al futuro.
Los tiempos cambian rápidamente, y los responsables de la marca lo saben. Por ejemplo, el Porsche Panamera tiene una versión híbrida enchufable. No es el más rápido, tampoco el más económico, es muy pesado... pero representa el 60% de las ventas de Panamera. Tiene más futuro que el Panamera Diesel, en su día la alternativa racional a la gasolina.
En los últimos años Porsche ha sacado varios modelos híbridos, tanto no enchufables como enchufables, y el año que viene tendrá su primer eléctrico, el Mission E. Tesla ha demostrado que existe un mercado de eléctricos Premium para gente adinerada que no le importa pagar más por tener lo último.
Habrá funciones de conducción autónoma dentro de poco, pero no Porsche que tengan volante ni pedales
Porsche está observando que su clientela es amante de las últimas tecnologías, no todo son puristas que buscan la pureza de sensaciones de los 911 o 718. Por eso ahora se pueden mandar trinos desde sus coches y casi todos están saliendo de fábrica con el módulo Porsche Connect para entrar en Internet.
Por lo tanto, el futuro de la marca pasa obligatoriamente por una tríada de sistemas de motorización: combustión interna (gasolina y diésel), híbridos enchufables y eléctricos puros. En la medida de lo posible, algunos modelos podrán optar a dos tipos de motorización dentro de una rica gama de modelos.
Los más prestacionales y extremos continuarán siendo -por regla general- los bóxer, en línea y en V con motores sobrealimentados de gasolina, con algunas versiones diésel para elegir -donde tengan sentido-. En esas gamas habrá para elegir versiones híbridas enchufables. Aparte deberían estar modelos 100% eléctricos.
En más de una ocasión hemos comentado que los fabricantes están haciendo coches eléctricos más optimizados, con plataformas específicas para cargar muchas baterías, voladizos cortos y más espacio interior en la misma longitud. Ese tipo de diseño complica mucho que existan versiones con motores de pistones y bielas por distribución de pesos y elementos mecánicos.
Porsche, dado el volumen que mueve, está obligado a reducir las emisiones de CO2 de sus coches, y ahora mismo son valores muy elevados. Si no se incorporan híbridos enchufables y eléctricos tendrían que aumentar los diésel, las versiones de cuatro cilindros, e incluso plantearse alguna que otra de tres. Sí, casi parece mejor lo anterior.
Seguirán fabricando deportivos, y los seguirán haciendo muy buenos. De la misma forma que hubo que tragar con los SUV Cayenne y Macan -vitales para la supervivencia de la marca- también habrá que aceptar como inevitable la llegada de Porsches sin escapes ni ruido de motor.
A fin de cuentas, uno de los primeros vehículos que diseñó Ferdinand Porsche fue precisamente un híbrido, el Semper Vivus
Es más, resulta más coherente respecto al pasado de la compañía la movilidad eléctrica que los todocaminos, y hasta los puristas tendrán que aceptarlo. Sí, habrá un 911 híbrido algún día. No será tan ligero ni emocionante como los bóxer de gasolina, pero se venderá como churros porque en muchos países eso tiene mucho sentido a efectos prácticos y fiscales. Durante años han dicho que no, pero eso acabará cambiando.