Son años duros y tristes para los amantes de los descapotables
Hubo una época en la que tener un descapotable en la gama de las diferentes marcas era algo realmente común. Sin embargo, en los últimos lustros cada vez se ve una mayor ausencia de estos. Eso es algo muy triste para los amantes de los coches «sin techo».
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Publicado: 09/08/2024 11:00
Recuerdo, hace menos de un par de décadas, como todo tipo de marcas tenían coches descapotables en sus diferentes gamas. Había de todo, ciertamente. En esa época, las firmas no dudaban incluso en transformar pequeños utilitarios en modelos con los que disfrutar a cielo abierto. Buen ejemplo de ello lo tenemos en Ford, con el mítico StreetKa, aunque se podrían dar muchos otros patrones similares en múltiples compañías. En resumidas cuentas, coches que, a día de hoy, serían una locura.
Sin embargo, mucho ha cambiado la película a razón del actual año 2024. Los coches descapotables han quedado relegados a un par de modelos de corte «accesible» (y creo que muchos he dicho), mientras que la mayoría de ellos se apuntalan dentro de firmas de corte premium o incluso de lujo. Queda claro que el mercado ya no es lo que era.
Haciendo un pequeño repaso de nuestra sección de Coches Nuevos, lo cierto es que el panorama es desolador. Por debajo de los 20.000 euros sólo encontramos al FIAT 500C, un modelo que lleva en el mercado casi una década junto a su alternativa de motor térmico; el eléctrico es más reciente, pero también significativamente más caro.
Subimos nuevamente un peldaño en nuestro presupuesto hasta los 30.000 euros (cifra ya de por sí considerable para un coche capricho de este tipo). Salta la sorpresa: no sale nada nuevo. Habría que ascender nuevamente el precio hasta los 32.550 euros para encontrar la variante más accesible del laureado Mazda MX-5, con la capota de lona y motor de 132 CV.
Ya por encima de este, las posibilidades aumentan significativamente. Será entonces cuanto nos encontremos al MINI Cabrio, Volkswagen T-Roc Cabrio, BMW Z4, etc. A partir de este punto ya hablamos de precios lejos de ser accesibles para el común de los mortales. Y esto es lo que precisamente más irrita, la ausencia total y absoluta de alternativas «sin techo» baratas.
Volviendo a la época pasada, recordemos que existieron coches tan particulares como el Ford Focus CC, Peugeot 206 CC, Opel Astra Cabrio, Renault Megane Cabrio… y así podríamos seguir un buen rato. Estos eran mejores o peores para cierto tipo de público, pero eran descapotables que te permitían quitar el techo en una cálida noche veraniega. Ahora lo más común es desplegar el techo solar. Quiere parecerse, pero lo siento, no es lo mismo.
Por supuesto, por no hablar del propio precio de los coches actuales. Sin ir más lejos, el Mazda MX-5 equivalente al más accesible de la actualidad se podía comprar, hasta hace menos de una década (año 2015) por un precio de partida de 25.000 euros. Algo más de 7.000 euros por debajo que el actual. Y como mera comparación, únicamente los separan los años y 6 CV en favor del nuevo, amén de la tecnología moderna. ¿Justificación suficiente para esos 7.000 y pico euros?
Los precios cada vez más altos de los coches han hecho que el gran público no pueda permitirse, como antaño pasaba, un vehículo para el día a día y otro para el disfrute de fin de semana.
Pero, ¿por qué hemos retrocedido en el entusiasmo por los descapotables?
Creo, bajo mi humilde opinión personal, que el entusiasmo por estos coches no ha descendido. Nada de eso. Un descapotable siempre es digno de conducir y disfrutar, sea del corte que sea. Lo que sí ha cambiado es la elección del gran público, lo que ha arrojado a las marcas a eliminar casi todo rastro de estos coches de su gama por falta, precisamente, de ventas.
Es decir, las marcas no son culpables (en parte) de este tipo de decisiones. Los precios cada vez más altos de los coches han hecho que el gran público no pueda permitirse, como antaño pasaba, un vehículo para el día a día y otro para el disfrute de fin de semana. La decisión más correcta a día de hoy es más bien un único coche que pueda abarcarlo todo. Y por supuesto, dentro de esta ecuación, que tenga el techo escamoteable se retira de la cuestión de un plumazo. Esto da como resultado la necesidad para las marcas de crear coches más lógicos.
Bajo esta premisa, llamativos descapotables han desaparecido del mapa en los últimos años. Bien es cierto que eran opciones arriesgadas, pero también podrían llegar a considerarse como «coches prácticos», al fin y al cabo (con un razonable espacio de carga, capacidad para cuatro o más ocupantes y un confort dinámico suficiente).
En su día, Nissan lo intentó con la edición CrossCabriolet del Murano. No duró demasiado y ni llegó a pisar territorio europeo. Lo mismo sucedió con el Range Rover Evoque Convertible, un modelo que aguantó una única generación. El relevo de estos SUV descapotables lo tomó el actual Volkswagen T-Roc Cabrio, el cual no tendrá relevo en su inminente segunda generación.
De esta manera, los descapotables, tal y como ya hemos visto, quedan relegados a quienes quieren -y pueden- realmente pagar por ellos una nada escueta suma de dinero. Tirando del clásico dicho de «si quieres un capricho, vas a pagar de verdad por él». Y así está siendo.
Yéndonos al extremo, vemos marcas premium con sus modelos descapotables de lujo que pronto, incluso algunos de estos, desaparecerán del mapa. Según apuntan todos los rumores, el futuro BMW Serie 8 dejará atrás esta variante de carrocería. Esto es una auténtica pena, pues es uno de los descapotables que más he disfrutado personalmente.
Otro buen ejemplo de ello es para Mercedes-Benz. La firma de Stuttgart contaba hasta no hace muchos años con alternativas «sin techo» como el Clase C, Clase E o incluso el Clase S, todo un yate de lujo del asfalto. De estos tres ejemplos, ninguno queda con vida a día de hoy.
Para contrarrestar estas pérdidas, desde la marca de la estrella han lanzado el Mercedes CLE Cabrio, un coche precioso, pero es un coche que debe encargarse de sustituir a otros muchos. Incluso el AMG GT en esta nueva generación perderá la cualidad de guardar el techo en el maletero. Doloroso cuanto menos.
Porsche, por su parte, es una de las que sigue conservando la virtud de tener en gama prácticamente los mismos descapotables que hace algunas generaciones. Ejemplos como el 911 Cabrio (en sus diferentes versiones mecánicas) sigue presente a día de hoy en la gama.
En el caso del Porsche 718 Boxster, bien es cierto que su generación actual está a punto de despedirse, aunque volverá muy pronto con una mecánica eléctrica pero conservando su capacidad para despegar el techo. Algo que elogiar en estos tiempos, sin lugar a dudas.
Conclusión a todo esto
Por supuesto, esto no es más que una opinión personal, aunque sé de buena tinta que es compartida por muchos otros aficionados a los «sin techo». Queremos más descapotables en el mercado. Más coches pensados para el disfrute de sus ocupantes, aunque el raciocinio de estos no sea el más elevado del mundo.
El mercado de segunda mano es un buen portal donde desahogar nuestras penas con modelos descapotables de todos los tipos y épocas. Sin embargo, estos modelos, lo queramos o no, siguen cumpliendo años -y kilómetros-, lo que nos hace pronosticar un cada vez más cercano adiós a buena parte de esta pequeña ventana de libertad hacia descapotables asequibles y de todo tipo de conceptos.
¿Qué será de nosotros en un futuro? Viendo que cada vez las marcas ofertan menos descapotables. El futuro parece que quedará relegado para aquellos nacidos en tiempos mejores que sigan disponibles, así como los que hoy día se comercializan nuevos: BMW Serie 4 Cabrio, Mercedes CLE Cabrio, Audi A5 Cabrio, Ford Mustang Convertible o Mercedes-AMG SL (este para los más pudientes).
¿Llegarán estos a ser accesibles en algún momento en el mercado de segunda mano? La lógica dice que los precios deberían apaciguarse dentro de algunos años, tal y como ha sucedido con los coches de alta gama que actualmente podemos encontrar en los diferentes portales. ¿Bajarán tanto? Eso es algo que sólo el tiempo lo dirá.
Por ahora sólo nos queda mirar los diferentes configuradores oficiales y soñar con eso de comprar un descapotable nuevo. Algo que para cierto público es posible, no cabe duda. Sin embargo para la inmensa mayoría de los mortales, es un espacio con el que sólo podremos soñar.