Uber también se expandirá como "transportista"

En nuestro país, Uber sobrevive como una empresa que realiza reparto de comida rápida dentro de zonas concretas de Barcelona. Más allá de nuestras fronteras, la empresa está explorando múltiples ideas, y no todas tienen que ver con coches. También han dado el salto a los aviones privados, los helicópteros e incluso los barcos.

Las empresas de transporte han comprobado cómo en los últimos años el comercio electrónico les ha dado alas. Es muy normal hoy día encargar algo por Internet y recibir la mercancía en el domicilio, pero no en el mismo día. Ese es uno de los huecos en los que Uber quiere meterse, haciendo piña con algunas empresas, tanto grandes como pequeñas.

En los últimos meses, Uber ha estado trabajado con empresas como Gilt Groupe, explorando este área de negocio en Nueva York. Para el transporte de los pedidos se utilizan tanto coches particulares como bicicletas. La idea puede expandirse a múltiples firmas de moda próximamente.

Para media y larga distancia las empresas de transporte convencionales cuentan con una logística que Uber no puede levantar, pero a corta distancia su sistema puede ser competitivo, y más rápido todavía. Se espera que en las próximas semanas Uber haga un anuncio público al respecto, detallando qué empresas incorporarán a Uber como una opción más de transporte.

Detrás de este área de negocio se encuentra un ex ejecutivo de Google, Sunil Daluvoy. Puede que su nombre no nos suene, pero estuvo implicado en el desarrollo de la plataforma de pago Google Wallet, de similar propósito a Paypal. La cultura de lo inmediato y los smartphone facilitan el crecimiento de estas iniciativas.

Los "mensajeros" de Uber pueden recoger la mercancía y entregarla al destinatario en unos plazos que las empresas como DHL o FedEx no pueden igualar. A fin de cuentas, Uber cuenta con un número considerable de conductores dando vueltas por las grandes ciudades norteamericanas, que pueden compaginar el transporte de personas con el de mercancías.

La logística de mercancías y de personas no se parece mucho. Por ejemplo, cuando Uber trabaja con Gilt Groupe uno de los problemas es el de asegurar la mercancía. Uber cubre los daños hasta 1.000 dólares, pero ¿qué pasa si se encarga un artículo que supera con creces esa cantidad?

Por otra parte, Uber no puede aplicar recargos por horas punta, ya que las tarifas de envío deben ser fijas. En el transporte de pasajeros sí ocurre esto, cuando están los conductores muy ocupados, la aplicación cobra un recargo adicional para gestionar la demanda. En todo momento estamos hablando de Estados Unidos, pero ¿y en Europa?

Al estar el viejo continente más regulado, estas iniciativas son un poco más complicadas. Ya se ha visto el roce con los taxistas, la UE no se quiso implicar y pasó la patata caliente a cada estado miembro, cada uno con su legislación. Incluso en EEUU no existe consenso en la figura legal de los conductores, ¿deberían ser considerados como asalariados?

Todo esto está tomando forma, y Uber no es la única empresa interesada en la logística "en tiempo real". Es un área de negocio que puede mover mucho dinero, e incluso cambiar de nuevo nuestra mentalidad como compradores. ¿Alguien se acuerda de lo que era encargar algo por correo postal? Estaremos a la expectativa de lo que diga Uber sobre este tema.

Fuente: Modaes.es