Un Ferrari 458 Italia, accidentado y abandonado posteriormente en el centro de Madrid
Hace unos cuantos días que se produjo un suceso en la noche madrileña: un Ferrari 458 Italia se estrellaba contra un contenedor situado en la Calle Velázquez. Tras accidentar el Ferrari 458 Italia en el centro de Madrid, el conductor abandonó el vehículo en el lugar de accidente y se marchó de allí a pie.
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Publicado: 29/03/2014 16:00
Quizás los accidentes de superdeportivos tengan un poco de morbo gratuito, pero obviamente no es algo que se vea todos los días (por suerte), de ahí que tengan un interés especial. Y no siempre estos desafortunados incidentes vienen desde tierras lejanas o exóticas: aquí tenemos un caso que nos toca muy de cerca.
Según informa El Mundo, hace tan sólo unos días, durante la noche del pasado domingo 23 de Marzo, un Ferrari 458 Italia se estrelló en Madrid. El accidente tuvo lugar en la céntrica Calle Velázquez, donde pronto se congregaron decenas de curiosos, además de efectivos de la propia Policía Local y Nacional.
Las causas del accidente no están todavía claras, aunque varios testigos afirman que iba a gran velocidad y trató de esquivar a otro vehículo. El resultado fue que el Ferrari 458 Italia acabó empotrado contra un contenedor de residuos de obras, que estaba 'aparcado' en la propia calle. Según los testigos, el conductor salió por su propio pie del vehículo y se marchó andando de allí, abandonando el vehículo en el mismo lugar del accidente.
La Policía Municipal de Madrid localizó posteriormente al conductor, que afirmó que había dejado allí mismo el coche tras quedar desorientado y un poco transtornado tras el accidente. La versión de la propia Policía es bien distinta, y cree que el conductor abandonó el lugar del accidente porque podría haber dado positivo por alcoholemia, pero tampoco disponemos de información oficial al respecto.
Como podéis ver en las fotos, el Ferrari 458 Italia sufrió graves daños, con la parte delantera y su eje trasero completamente destrozados, además de otros daños menores de chapa.
El airbag saltó correctamente, y afortunadamente el conductor no sufrió heridas de consideración, por lo que todo quedó en un susto. Un susto con cuantiosos daños materiales, eso sí, pero la cosa podría haber sido mucho peor y haber acabado en desgracia.
Fuente: El Mundo