Una investigación en EEUU revela que no uno, sino varios provedores de Hyundai, emplearon mano de obra infantil
El escándalo en Estados Unidos está creciendo en dimensiones. Varios proveedores de Hyundai y Kia en el Estado de Alabama han empleado durante años a menores de edad para labores prohibidas para su edad, aparentemente sin el conocimiento del fabricante surcoreano.
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Publicado: 16/12/2022 23:00
Allá por julio, Reuters soltó una bomba que impactó en la reputación de Hyundai, uno de los fabricantes asentados en el Estado de Alabama (EEUU) y uno de los grandes motores económicos de la región. Las primeras informaciones apuntaban a que se habían contratado a menores de edad para la producción de componentes para Hyundai.
La investigación periodística de Reuters ha sido ampliada con nuevos hallazgos, partiendo tanto del trabajo sobre el terreno de los periodistas, como de las pesquisas que se han ido conociendo de las autoridades competentes. No era un problema de un único proveedor, más bien era la punta del iceberg.
Tanto Hyundai como Kia han recibido componentes fabricados con mano de obra infantil, incumpliendo normativas federales, estatales y de los propios fabricantes. Las políticas de recursos humanos del fabricante surcoreano afincado en Norteamérica no contempla el uso de mano de obra infantil, y hace meses que se anunciaron medidas correctivas.
El español José Muñoz, que es el número 2 de Hyundai, dijo entonces que se iban a terminar tan pronto como fuese posible las relaciones con proveedores que hayan sido sorprendidos usando a menores de edad para trabajar, pero dado el impacto que eso tendría en la economía local, ha tenido que recoger cable.
Según Reuters, los proveedores de las fábricas de Hyundai en Montgomery (Alabama) y de Kia en West Point (Georgia) han recibido componentes producidos con mano de obra infantil en cuatro casos: SL Alabama en Alexander City, Hwashin en Greenville, SMART Alabama en Luverne (era el que se conocía hasta ahora) y también Ajin en dos instalaciones en Cusseta.
Todas esas localidades están dentro del Estado de Alabama, y la investigación ha revelado un problema que estaba subyaciente: la falta de mano de obra cualificada. Ante la presión de Hyundai y Kia a sus proveedores para proporcionar piezas y componentes a tiempo (política «justo a tiempo»), estos han recurrido a agencias de empleo para conseguir gente.
El núcleo del problema, de acuerdo a la investigación, han sido estas empresas que proporcionaron trabajadores a los proveedores con unos estándares éticos y legales nulos, recurriendo a inmigrantes indocumentados y menores de edad por su situación desesperada: aceptan cualquier trabajo, sobre todo pagado por encima del salario mínimo.
El reportaje de Reuters documenta casos a partir de los 12 años de edad, incluso accidentes laborales de operadores de toros mecánicos que no debían desempeñar dicha función. La responsabilidad de Hyundai y Kia en este asunto no se puede minimizar, ya que se supone que los proveedores recibían inspecciones, y por ejemplo Smart Alabama está participada por Hyundai.
El quid de la cuestión es que las agencias de contratación conseguían trabajadores fuese como fuese, para que los proveedores tuviesen la mano de obra necesaria para así cumplir con las exigencias del fabricante surcoreano en ambas marcas. Ahí está el pecado original, la falta de trabajadores, y eso está ligado con varios problemas sociales en Estados Unidos.
La investigación no ha podido llegar más lejos por la cultura imperante del miedo en las empresas de componentes, que ignoraban las quejas de empleados acerca de la presencia de menores, y otros directamente pasaban de meterse en problemas para no perder su empleo. Algunos menores e inmigrantes fueron despedidos cuando se descubrió el pastel y no se han podido localizar.
Reuters se ha topado con una estructura turbia de empresas de contratación que aparecían y desaparecían, e incluso contaban con personal hispanohablante u originario de países de Centroamérica, de donde han salido la mayoría de casos documentados de explotación. Y el escándalo salpica a más empresas, puede que más de un fabricante automovilístico se vea relacionado en este escándalo.
La externalización tiene sus riesgos, sobre todo si las empresas que reciben el encargo no están correctamente vigiladas. No es habitual ni mucho menos el trabajo infantil en EEUU, la normativa es muy clarita al respecto. Fruto de este hallazgo, se han realizado despidos y acabará gente en la cárcel o teniendo que afrontar sanciones. Y todavía no se ha terminado, habrá más episodios de esta historia.
Fuente: Reuters