La Comisión Europea fija el límite de las emisiones de CO para 2030 en un 35 por ciento
Ni el 40 por ciento como prometía el primer principio de acuerdo entre los países de la Unión Europea ni el 30 por ciento que proponía Alemania. Un término medio que no contenta a todos pero que supondrá una importante reducción comparado con el límite establecido en 2020 de 95 gramos por kilómetro. Aunque todavía no es firme, algunos países lucharán para que se fije el límite en el inicialmente propuesto.
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Publicado: 11/10/2018 20:00
La Unión Europea ya ha fijado los límites de emisiones de CO2 para 2030. Ni el 40 por ciento propuesto por los países miembros ni tampoco el 30 por ciento propuesto por Alemania. sino un término medio, de forma que las emisiones promedio de la gama de los fabricantes deberán emitir un 35 por ciento menos comparado con 2020.
Esta medida ya es una posición común entre casi todos los países, y para la que se han necesitado más de 13 horas de intenso debate, acordándose a última hora del pasado martes. Pero nunca llueva a gusto de todos y no hablamos de los fabricantes que, por supuesto, también han dado su opinión al respecto y que te contaremos en las siguientes líneas, sino que hay algunos países que se sienten decepcionados con el porcentaje acordado.
Por ejemplo, Austria pedía un porcentaje de, como mínimo, el 40 por ciento propuesto e, incluso más, por lo que la reducción del cinco por ciento no le ha sentado bien a pesar de que ha pedido que, a mitad de la próxima década, se obligue a las marcas a que alcancen, al menos, el 15 por ciento. Además, también se han incluido cláusulas adicionales a modo de incentivos para los modelos de cero, o de bajas, emisiones en los países de menor renta per cápita de la UE, así como normas especiales para fabricantes especializados.
El siguiente trámite se jugará en el Parlamento Europeo, y el porcentaje todavía no es firme
Irlanda, Suecia, Luxemburgo y los Países Bajos también se han unido a Austria, recordando al resto de miembros que el próximo partido se juega en el Parlamento Europeo y esta posición puede variar. Aunque no se consiga la ansiada reducción de los niveles de CO2 en un 40 por ciento para el 2030, avisan de que sí pueden endurecerse algunas de las cláusulas.
Alemania asume esta posición y cree que los fabricantes pueden hacerlo también calificándola como "factible". Pero los fabricantes ya han mostrado su descontento absoluto ante esta medida, especialmente desde ACEA, la asociación de los fabricantes europeos que ha manifestado que "la decisión conlleva consecuencias negativas para la competitividad de la industria, los trabajadores y los clientes, además de no no garantizar un equilibrio entre la protección del clima y el empleo en Europa".
Desde Volkswagen, su responsable y el jefe del comité de empresa, ya anuncian importantes recortes de empleo llegando a cifrar unos 100.000 menos en 2030, asegurando que será "la ruina de la industria del automóvil en Alemania".
Expertos de la industria apuntan que los objetivos de cumplimiento de este porcentaje supone que los fabricantes vendan, al menos, un 35 por ciento de híbridos enchufables o eléctricos, lo consideran "significativamente difícil" dependiendo de que "los clientes acepten o no los coches eléctricos".
Sin embargo, desde Bosch, la opinión es bien distinta. Su responsable, Volkmar Denner, cree no se trata de una decisión entre el motor de combustión interna y el coche eléctrico, que no están distanciados en el balance general de emisiones de CO2, estando convencido de que "La industria automotriz puede hacer más por la protección del clima de lo que tiene que hacer", añadiendo que "Los límites de CO2 son solo una parte más, pero debe considerarse toda la cadena de energía, desde las centrales eléctricas y las refinerías hasta los vehículos, no solo desde el tanque a la rueda".