La prueba de ruidos a coches en las ITV, obligatoria en la Unión Europea en 2024
La Unión Europea prepara una nueva prueba para la inspección técnica de vehículos. En 2024, los coches deberán de pasar una prueba de sonido, especialmente aquellos que cuentan con un sistema de escape deportivo. Una medida que, por ahora, se limita a las motos.

En 2019, la Unión Europea obligó a los fabricantes a limitar el sonido de los coches. Mercedes-AMG fue una de las primeras que se adaptó a la nueva normativa comunitaria, rebajando las emisiones sonoras de sus modelos más deportivos. Entonces, la disposición era solo una recomendación previa a una norma que estará plenamente en vigor en 2026.
Es la consecuencia de las demandas de diferentes asociaciones, que pedían una solución al ruido de las motos y los coches con los escapes modificados. De hecho, muchos de los grandes deportivos suenan mucho menos que hace unas generaciones. En las rutas turísticas del Tirol, en Austria, estos vehículos no pueden circular. Y es que, en 2014, la Unión Europea ya emitió una directiva para controlar las emisiones máximas de los ruidos de escape en todo el continente.

La prueba de ruidos será obligatoria a partir de 2024
La Directiva 2014/45 / UE señala que «La directiva estableció la fecha de actualización con un sonómetro en todas las ITV de la UE antes del 20 de mayo de 2023». Pero no muchas, como ocurre en República Checa, reconocen cuándo se implantará, especialmente porque se desconoce el procedimiento a seguir. La nueva norma esconde algunos aspectos que hacen más difícil cumplir con el objetivo de la medida. Y es que medir los decibelios de un vehículo en plena línea de inspección perturbará los resultados al incluir otros sonidos. Para ello se requiere una instalación específica, una cámara de sonido para realizar mediciones más precisas.
La prueba se realizará a los vehículos más sospechosos, pero otro de los grandes problemas de esta nueva prueba es cómo demostrar que el sistema de escape se ha retocado. Los vehículos pueden acudir a la inspección con un sistema original y después sustituirse por uno ilegal. Los expertos apuntan que ningún propietario irá a pasar la revisión ordinaria con un «tubo desnudo», sin silenciador, por lo que la solución es seguir la línea de Alemania, la de realizar mediciones de ruidos en el tráfico rodado. Es decir, la DGT tendría potestad para realizar una prueba en carretera, y así demostrar que se ha modificado antes o después de la inspección.
En España, esta prueba de sonometría no se realiza en coches, como tampoco en otros países europeos. Solo entre 2004 y 2014 se realizó en la Comunidad Valenciana y se despidió tras una década en la que sólo un 0,5% no superaron la prueba, que se realizaba exclusivamente a los vehículos matriculados en esta comunidad. Pero, en 2024 será una más que tengamos que superar.
Fuente: Auto.cz
