La unión Europea acuerda una rebaja del 37,5 por ciento en las emisiones de CO2 para 2030
Las reuniones en Europa sobre los límites en las emisiones promedio para 2030 no habían terminado con el 35 por ciento marcado. Los países descontentos con el porcentaje marcado, que no era firme, se han salido con la suya marcando un nuevo límite en el 37,5 por ciento, poniendo en pie de guerra a los fabricantes, especialmente alemanes, que temen duras sanciones por incumplimiento.
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Publicado: 18/12/2018 20:00
Hace unas semanas te contábamos que la Unión Europea había alcanzado un consenso para que las emisiones de CO2 a partir de 2030 fueran un 35 por ciento más bajas comparadas con el límite máximo del promedio establecido para 2021 que se sitúa en 95 gramos por kilómetros.
Pero la batalla no había terminado. La decisión de la Comisión Europea se impuso a pesar de que algunos ministros de ciertos países como Austria apuntaban a un límite más estricto marcado en un 40 por ciento, no contentos con un cinco por ciento amenazando con una batalla dado que la decisión no era firme y quedaba un trámite por el que pasar: el del Parlamento europeo, donde se ha acordado un límite más estricto todavía.
No es el mismo 40 por ciento que se pedía pero queda bastante cerca, un punto intermedio: En 2030, las emisiones promedio de la gama de los fabricantes serán un 37,5 por ciento menos que en 2021, lo que significa que de los 95 g/km máximos a comienzos de la próxima década, nueve años después serán de 35,6 g/km, una reducción muy significativa que va a obligar a los fabricantes a esmerarse muy mucho para cumplir las exigencias teniendo en cuenta que hoy se encuentranen 118,5 g/km.
El nuevo acuerdo, sellado anoche entre los estados de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y la Comisión, no haciéndose esperar mucho las reacciones de los fabricantes que ya han mostrado su enfado y hacia unas medidas tan exigentes que las han calificado como de "excesivas y poco realistas", apuntando desde ACEA que "Lograr una reducción de 37,5 por ciento de CO2 puede parecer plausible, pero para los estándares actuales es completamente irreal".
De hecho, desde la Asociación de la Industria Automotriz (VDA) la crítica fue más dura apuntando que "Esta regulación exige demasiado y nadie sabe hoy cómo se pueden alcanzar los límites acordados en el tiempo dado. En ningún otro lugar del mundo existen objetivos similares a estos nuevos límites en las emisiones de CO2, por lo que necesitamos límites que puedan lograrse no solo en el papel, sino también en la realidad".
La única solución que estiman para alcanzar tal objetivo es que las ventas de unidades de eléctricos purosaumenten tan significativamente en una proporción similar a las ventas de gasolina y diésel. Si hace unas semanas, los fabricantes ya advertían sobre la pérdida de empleos y que derivan a los respectivos gobiernos, temen mucho más las severas sanciones por incumplimiento de la normativa que se han establecido, sintiéndose más amenazados los alemanes de Volkswagen, BMW y Mercedes.
Desde la Asociación Europea de Consumidores (BEUC) la reacción tampoco se ha hecho esperar, explicando que "los niveles bajos de CO2 también significan un menor consumo de combustible y que los conductores pueden ahorrar combustible y dinero para reinvertirlo en nuevos modelos de consumo eficiente de combustible".