¿Va Toyota rezagada en la carrera del coche eléctrico?
A largo plazo la electrificación será dominante en el automóvil, pero cada fabricante tiene una visión diferente de la rapidez con la que ha de hacerse ese cambio. Ahora mismo Toyota es de los que más creen en una transición ordenada.
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Publicado: 16/06/2021 22:30
En torno al año 2050 la mayoría de los fabricantes automovilísticos habrán finalizado la producción de cualquier vehículo con motores térmicos, es decir, con emisiones de CO2 y algo más de contaminación. Se habrán pasado casi todos a los motores eléctricos, alimentados por baterías o pilas de combustible.
El quid de la cuestión está más bien en las etapas intermedias, como 2030 y 2040, y resulta evidente que entre el estadio actual y el escenario «emisiones cero» hay que tomar pasos intermedios. Pocos fabricantes han dado el paso a día de hoy, como smart, que han abandonado la combustión por conveniencia.
Pues bien, de cara al 2030, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment) ha realizado una clasificación de fabricantes en relación a cómo de preparados los ve al finalizar esta década en la implantación de la movilidad sin emisiones. En primer lugar han quedado Volvo y Volkswagen.
Esto último no le sorprende a nadie, son fabricantes que ya han dado su compromiso de dejar de gastarse dinero en la i+D para que los motores de combustión sigan vivos y reemplazar sus gamas por nuevas generaciones ya 100% eléctricas, incluso renunciando a modelos míticos como el propio Golf.
Y por otro lado tenemos a Toyota en el vagón de cola, por su «excesiva dependencia de los híbridos», por vender pocos vehículos eléctricos, y por no tener unos planes definidos para deshacerse de la combustión interna. A este respecto se expresaron los altos ejecutivos hoy en Japón.
Shigeki Terashi respondió a la pregunta de un accionista que «Es pronto para concentrar esfuerzos en una opción» (los eléctricos). El enfoque de Toyota es el de dar prioridad a lo que los clientes quieren comprar, no tirar hacia delante obviando esa realidad. ¡Que se lo digan a smart! El cambio forzoso a los eléctricos les hizo perder decenas de miles de ventas.
Respondiendo a la pregunta inicial de este artículo, es cierto -y no se presta a discusión- que Toyota apenas está vendiendo coches eléctricos por la sencilla razón de que no los tenía hace nada. La empresa tuvo que espabilar y avanzar por la vía rápida, y por muy rápida que sea, no es instantánea.
«Hay quienes les gustan los vehículos eléctricos, pero otros clientes no creen que los eléctricos les sean satisfactorios» - Masahiko Maeda, responsable tecnológico de Toyota
Por otro lado, la apuesta por los híbridos resulta lógica porque son líderes en esta tecnología (las cosas como son), y que el cambio del híbrido al eléctrico no es tan traumático como puede parecer. Se quita el motor de combustión y prácticamente toda la parte eléctrica ya está hecha.
La mayor dificultad está en hacer hueco para las baterías en vehículos que se han diseñado para ser térmicos o híbridos, hay menos espacio. Ahí tenemos los casos de C-HR Electric o Lexus UX 300e, que se nota que falta optimización y en ese sentido no son mejores que un eléctrico de nacimiento como un Volkswagen de plataforma MEB.
A largo plazo considero que Toyota hace bien en no descartar otras tecnologías de buenas a primeras, sobre todo considerando el ciclo de vida completo del vehículo (desde las materias primas hasta su desguace) a la hora de calcular emisiones, y evitando situaciones contraproducentes, que las hay.
Además, no hay que olvidar esto, Toyota vende en todo el mundo, y fuera de China, Japón, EEUU o Europa lo cierto es que no podemos hablar de fiebre por la electrificación, aunque sean los mercados principales. Seguramente en 2050 seguirá haciendo falta un Land Cruiser térmico (y nuevo) para ir a un lugar donde no hay un enchufe en 1.000 kilómetros, por citar un ejemplo tonto.
En 2050 Toyota será -según sus previsiones- una empresa que no emita CO2 a la atmósfera, saberlo lo saben
Mientras tanto, parece que los consumidores no están dando precisamente la espalda a la política comercial de Toyota. Es cierto que los híbridos siguen contaminando, pero a un nivel realmente bajo, y se lo han montado para prácticamente eliminar de su catálogo modelos 100% térmicos sin un rechazo del consumidor que les haya hecho daño.
Fuente: Transport & Environment