¿Qué es el valor venal, valor de nuevo, valor de mercado o de reposición, valor venal mejorado y valor de restos de un coche?
Amplia es la jerga dentro de los mercados, y el del automovilismo no es que sea reducida precisamente. Existen un grupo de valores que determinarán el precio que vale un vehículo en caso de accidente o venta. Tanto las aseguradoras como los concesionarios compraventa son muy asiduos al uso de esta terminología. Te la explicamos al completo para que no tengas ninguna duda.
12 min. lectura
Publicado: 02/05/2020 09:00
Existe una infinidad de terminología de mercado. De todos los mercados. Por supuesto, para nosotros, el que más nos importa, es el automovilístico. Dentro de este encontramos una multitud de términos de evocación financiera o económica, pero hoy nos centraremos dentro de los “valores”. Estos datos son los que nos hacen saber, dentro del coste de un vehículo, entre otras cosas, cuánto cuesta actualmente, a cuánto lo podremos vender o cuánto costó en su día.
Este tipo de terminología es comúnmente utilizada en el mercado de las aseguradoras a la hora de declarar un tipo de póliza u otro y el pago que se realizará sobre el cliente si su vehículo resulta siniestrado. Aunque no solo son empleados profesionalmente por las aseguradoras, pues también es habitual encontrarlos en empresas dedicadas a la compraventa de automóviles, ya que estos términos llegan a jugar un papel fundamental en el negocio de estas entidades.
Valor venal
Este término hace un tiempo os lo explicamos expresamente en este apartado de nuestro diccionario, aún así, vamos a contar lo que significa exactamente. Bueno, de manera resumida y rápida, podríamos decir que el valor venal de un vehículo es aquel que tenía justo antes de sufrir un siniestro, sin tener en cuenta ni kilómetros, ni el estado de cuidados en el que se encontrase el coche, pero sí atendiendo a los extras u opciones que tuviese instalados para mejorar el confort o la seguridad.
A groso modo, podemos ejemplificar esto poniendo dos vehículos exactamente iguales, comprados el mismo día, con el mismo acabado, color o equipamiento opcional y de serie. Uno con un cuidado superlativo y otro en un estado deplorable y con 100.000 kilómetros más que el primero, pues entre ellos, el valor venal dentro del ámbito indemnizatorio sería el mismo. También podemos encontrarnos el caso de que a la hora de comprar un coche de segunda mano, su propietario nos ofrezca como dato de fiabilidad del precio, el valor venal del mismo, pero ¡ojo!, como ya hemos dicho, este no engloba ni el estado ni el kilometraje en el que se encuentre el vehículo, como muestra de fiabilidad nos tendría que mostrar el valor de mercado, que veremos más adelante, así que cuidado con que no nos la jueguen.
A la hora de evaluar el valor venal de un vehículo siniestrado, existe una tabla oficial publicada por el propio Ministerio de Hacienda y se compone básicamente del año de venta del vehículo y su depreciación en porcentaje. Si el vehículo en cuestión ha sido dedicado exclusivamente durante los últimos 6 meses o más a la enseñanza (autoescuelas por ejemplo), alquiler sin conductor o taxi, el porcentaje de valor venal disminuirá un 70% adicional.
Tiempo desde la primera matriculación | Valor del vehículo |
---|---|
Menos de 1 año | 100% |
Entre 1 y 2 años | 84% |
Entre 2 y 3 años | 67% |
Entre 3 y 4 años | 56% |
Entre 4 y 5 años | 47% |
Entre 5 y 6 años | 39% |
Entre 6 y 7 años | 34% |
Entre 7 y 8 años | 28% |
Entre 8 y 9 años | 24% |
Entre 9 y 10 años | 19% |
Entre 10 y 11 años | 17% |
Entre 11 y 12 años | 13% |
Más de 12 años | 10% |
Valor de nuevo
El valor de nuevo de un coche es aquel que posee el vehículo en mi mismo instante de su venta. Aquí se valora tanto el propio coste del vehículo, el transporte, el impuesto de matriculación, IVA descuentos, etc… así como lo extras y opcionales que fuesen montados en el mismo, siempre y cuando fuesen declarados por el titular, al contrario que en el valor venal, aquí si es un rato de relevancia.
Si miramos este dato ejemplificándolo dentro de las garantías que puede ofrecer una aseguradora, cuando esta indemniza a su cliente con este valor, significará que el valor de pago en caso de siniestro o accidente será el propio al que tenía el vehículo recién efectuada la compra. Concretamente dicho reembolso del importe se podrá llevar a cabo de forma capital o en especie (en dinero efectivo o con un nuevo vehículo), lo cual se dejará a elección del asegurado. Por supuesto esto no es lo más normal que suceda, salvo casos muy concretos en los que el cliente acceda a un alto coste por este servicio, y que el propio seguro tenga en su oferta, ya que hay muchas que este valor solo lo tendrán contemplado durante un periodo de tiempo, después se determinará otro tipo de cuantía de beneficio.
Valor de mercado o valor de reposición
Tal y como decíamos al final de la explicación del valor venal de un vehículo, el valor de mercado o valor de reposición, introduciría un precio mucho realista, puesto que este sí introduce variables como son el kilometraje o el estado del vehículo, así como la demanda que existe actualmente sobre dicho modelo. Todos estos datos influyen en la fluctuación del precio final del vehículo. Esta es la diferencia principal con el valor venal.
Al igual que hemos comentado anteriormente, puede darse el caso de que una póliza de seguro contemple el ingreso tras un siniestro el valor de mercado que tuviese el vehículo justo antes de sufrir el accidente, de hecho es lo más normal, puesto que el valor venal puede inflar el coste del vehículo al no introducir variables, y el valor de nuevo se da únicamente en casos muy concretos y por un tiempo limitado, por ello el valor de mercado o valor de reposición es el más común en las pólizas de seguros.
Este tipo de cotizaciones también son muy comunes encontrarlas en webs o empresas de compra venta de vehículos, aunque estas entidades finalmente suelen rebajar este precio debido a que si se lo comprasen al propietario por ese mismo importe, no generarían un beneficio económico en su posterior venta.
Valor venal mejorado
El valor venal mejorado podríamos describirlo como un incremento del precio establecido para el vehículo sin incluir las variantes. En otras palabras, lo que ya vimos anteriormente con el valor venal, pero aumentando equis por cierto el importe final, mirando otro tipo de variables que cambiarán según la compañía con la que contactemos. Como cada aseguradora posee sus propios parámetros de mejora del precio venal, lo mejor será recurrir a la póliza e informarnos bien de cada punto.
Valor de restos
Este importe determina el precio que un tercero esté dispuesto a pagar por un vehículo siniestrado: desguaces, particulares, empresas profesionales de despiece, etc… Actualmente es habitual que después de producirse un accidente en el que el vehículo quede considerado como siniestro total, la propia aseguradora le abone el importe acordado al propietario del coche y después estos restos sean ofrecidos para la venta a un tercero con el que poder sacar un beneficio al vehículo accidentado. Por lo general las aseguradoras poseen su propio portal de subastas donde son publicados estos vehículos para su posterior adjudicación.
Conclusión
Como hemos podido ver, ni todos los seguros, ni tampoco los portales y concesionarios de compraventa de vehículos, ofrecen las mismas coberturas ni pagos a los clientes, tanto si es por siniestro como sería el caso de las aseguradoras, o por venta para el caso de los profesionales de la compraventa. Es por ello que debemos estar muy atentos sobre qué tipo de garantía y pagos se centrará la entidad con la que estamos teniendo el contacto. En el momento en el que estemos interesados en contratar un seguro para nuestro coche o moto, lo mejor será informarse en profundidad sobre qué compañía nos ofrece un valor más alto en caso de siniestro, ya que cuantas más coberturas nos cubra, más alto será el precio que debamos abonar, pero si nos ofrecen un valor venal por él, debemos tener en cuenta que finalmente podría suponernos una pérdida económica importante.
Aunque por lo general todas las compañías ofrecen unos pagos más o menos similares, algunas de decantan por una tasación en función del siniestro. Por ejemplo, abonar el valor de nuevo si se trata de un coche robado o incendiado en sus primeros meses de rodaje, valor venal si se realizan daños ocasionados por culpa del propio asegurado, o valor de mercado en caso de siniestro provocado por otro conductor externo.