Memminger Roadster 2.7: el deportivo Volkswagen Beetle de motor central
El Memminger Roadster 2.7 es la última criatura de una compañía alemana que lleva desde 1982 restaurando ejemplares del clásico Volkswagen Beetle. Aunque es algo más, pues cuenta con un motor bóxer de 4 cilindros refrigerado por aire situado en posición central y un diseño único.
3 min. lectura
Publicado: 15/04/2018 16:00
Memminger Feine-Cabrios es una compañía alemana que lleva desde inicios de la década de los ochenta dedicada casi en exclusiva al clásico Volkswagen Beetle, reparando y restaurando unidades del modelo de motor trasero. Y aunque el modelo de las imágenes pueda parece un simple Beetle Cabrio modificado más, lo cierto es que esta pieza es una obra propia de Memminger.
El nuevo Memminger Roadster 2.7 cuenta con una carrocería -muy modificada- del Beetle, pero ahí acaban los parecidos, pues a nivel técnico no tiene nada que ver con el modelo clásico. Este cuenta con numerosas modificaciones de bastidor y mecánicas, que no solo le convierten en un modelo muy distinto sino en un verdadero deportivo.
El motor es un 4 cilindros bóxer refrigerado por aire de 2.7 litros que se sobreentiende está basado en el propio bloque del Beetle, aunque la compañía no ha revelado demasiados detalles sobre el motor o su procedencia. Este entrega 212 CV (210 hp) y 247 Nm de par máximo, cifras más que impresionantes para cualquier Beetle de primera generación.
Aunque lo más impresionante de este motor no son sus especificaciones sino su posición, pues en lugar de estar colgado tras el eje trasero, ha sido dispuesto por delante del eje trasero, en posición central. Por lo que no es de extrañar la configuración del vehículo en esta zona, con nuevas entradas de aire y perdiendo las pequeñas plazas traseras. Por lo que ahora es un estricto biplaza.
La distancia entre ejes ha sido alargada pero la longitud total del modelo es más corta que la del modelo original, y los paneles de la carrocería no son exactamente los mismos que encontramos en el modelo clásico, pues cuentan con formas suavizadas en toda la carrocería. Más que roadster, el resultado estético es una suerte de versión speedster, más baja y ensanchada. El bastidor se completa con elementos del Porsche 911, como es el caso de los frenos.
Por el momento, la compañía lo ha presentado tan solo a modo de concepto, pero con las intenciones de generar el suficiente interés para poder fabricar una corta serie del modelo. Según las propias declaraciones del fundador de la compañía, Georg Memming, contaría con una producción de solo 20 ejemplares.