Volkswagen no sale de su propio laberinto, el fallido plan de ahorro lleva a medidas más extremas
El fracasado plan de ahorro de Volkswagen sigue dando coletazos y no son pequeños. El gigante alemán, tras detectar unas ganancias de más y que no eran tales, ya ha cambiado de opinión y valora otras medidas más potentes: el cierre de fábricas y despidos de estas están en el aire.
4 min. lectura
Publicado: 03/09/2024 16:00
Volkswagen vive en una crisis permanente. Cuando no ha terminado de salir de una, se mete en otra, una espiral en la que están continuamente atrapados de los Wolfsburgo. Hace tan sólo unos días se conocía un importante fallo en las estimaciones de beneficios de 2024, con unas ganancias extras que no eran tales, por lo que ganarán mucho menos de lo previsto.
Una vez más, fracasa un plan de ahorro que con el que pretendían reducir sus gastos en 4.000 millones de euros sólo en este curso. Los elevados costes fijos, en un principio, tienen la culpa apuntando a prejubilaciones en el personal de administración. Hasta ahora, la mira estaba puesta en estos, pero no en los empleados de las fábricas ni tampoco en una bajada de los precios de sus coches nuevos, lo que aumentaría los ingresos.
Despidos, la solución para rebajar costes en Volkswagen
Esto último no ha cambiado, pero sí la decisión sobre los trabajadores, porque un nuevo informe de fuentes alemanas apuntan ya al cierre de fábricas y a despedir carga laboral. Según fuentes de Volkswagen, esta es la única solución para poder disminuir la carga de gastos fijos de toda la empresa, a nivel de grupo.
Ahora, las cosas son bien diferentes. Thomas Schäfer ha apuntado que «En la situación actual, ya no se puede descartar el cierre de plantas de fabricación de vehículos y de componentes sin medidas rápidas. Además, los recortes de empleo previamente planificados mediante jubilaciones parciales e indemnizaciones por despido ya no son suficientes para alcanzar los objetivos de ahorro previstos. En este contexto, la empresa se ve obligada a poner fin a la seguridad laboral que mantiene desde 1994».
Volkswagen quiere cerrar dos fábricas de las que tiene en Alemania
Los altos cargos del grupo, Oliver Blume y Thomas Schäfer, ya han dejado caer que, al menos una gran fábrica de coches y otra de componentes son innecesarias, independientemente de si se trata de una sede de Volkswagen o de una filial, ya sea en Alemania Occidental o Oriental, por lo que a primera vista la de Audi en Bruselas no está en el aire.
Wolfsburgo no se cerrará, es la sede central, pero peligra Zwickau o Emden, que se dedican a la producción de coches eléctricos. La acristalada de Dresde ya no funciona y la de Kassel es la más importante en producción de cajas de cambio, componentes para coches eléctricos y repuestos, por lo que la de Salzgitter y Braunschweig también están en serio peligro y una de ellas tiene los días contados.
Sin embargo, una cosa son las intenciones y otra los hechos, porque los empleados ya están en pie de guerra, especialmente tras firmar con el comité de empresa que no se despedirían empleados por motivos operacionales hasta 2029. Y a ello se ha referido Daniela Cavallo, cabeza visible del comité de empresa, anunciando «una resistencia masiva. Los planes son un ataque a nuestro empleo, a nuestras ubicaciones y a nuestros convenios colectivos. Conmigo no habrá cierres de plantas de Volkswagen». Otro problema más para el fabricante y, por ahora, en Alemania...