Las Volkswagen Driving Experience cumplen 20 años dando lecciones de vida
Hay cursos de conducción y cursos de conducción. El Volkswagen Driving Experience es de los segundos. Un evento centrado en la seguridad encubierto en una jornada entretenida con los mejores profesionales posibles. Este curso cumplen 20 años.
9 min. lectura
Publicado: 03/06/2023 11:00
En los últimos años la mortalidad en accidentes de tráfico ha caído notablemente en España. En apenas dos décadas hemos pasado de las 3967 víctimas en la carretera a 1.145 (dato del 2022). Obviamente, muchas cosas han cambiado en estos años, pero sin lugar a dudas la seguridad vial es ahora un motivo de conocimiento obligado y esencial a la hora de pasar por la autoescuela. Sin embargo, en ninguna te enseñan lo que puedes aprender durante una jornada con el Volkswagen Driving Experience.
La marca alemana lleva dos décadas concienciando sobre la seguridad al volante y en las carreteras. Lo que en 2003 arrancó con un curso interno para comerciales y empleados, hoy, 20 años más tarde, se ha convertido en una de las experiencias de conducción más reconocidas del país. Parece que fue ayer, pero en 2003 ocurrieron momentos tan significativos como la victoria de Juan Carlos Ferrero en Roland Garros, el estreno del musical Chicago en los cines, el lanzamiento del Código da Vinci de Dan Brown o la producción del último Volkswagen Beetle.
El mundo es hoy un lugar diferente, pero en estos 20 años más de 33.000 alumnos han pasado por la escuela de Volkswagen. El objetivo de estas jornadas es concienciar sobre la responsabilidad al volante y, de paso, mejorar los conocimientos y habilidades de todos los conductores. La marca se ha sumado a la propuesta de la Unión Europea de conseguir el difícil objetivo de cero víctimas en accidentes mortales en 2050. Un reto que va por buen camino, pero al que todavía le queda mucho por recorrer.
A pesar de la buena marcha, las condiciones exteriores no están poniendo nada fáciles las cosas. La situación en España es especialmente delicada si miramos cómo ha envejecido el parque de vehículos. En 2022 la edad media fue de 14 años. Las ventas de coches nuevos han caído ante el auge de los precios y ante semejante ola de sobreprecios los conductores optan por los canales de venta secundarios donde encontramos coches que no pueden competir con los modelos más avanzados del mercado.
La tecnología centrada en la seguridad ha ocupado un puesto importante en el desarrollo de las últimas generaciones de coches. Los asistentes como el Front Assist o el Line Assist son hoy el pan nuestro de cada día. Volkswagen los ofrece de serie en toda su flota, al igual que otros elementos que protegen y vigilan por nuestra seguridad como el control de crucero, el detector de fatiga o los numerosos Airbags repartidos por todo el habitáculo. La última incorporación es el sistema eCall, que logra reducir al mínimo los tiempos de actuación de los equipos de seguridad y salvamento.
Pero por mucha seguridad interna que presenten los coches, todavía no vivimos en la era de la conducción autónoma, así que sigue siendo el conductor el único responsable en cada trayecto. Dotarlo de las mejores armas para solventar problemas resulta vital para no sólo evitar accidentes, sino reducir la gravedad de los mismos. Ahí es donde entran en juego las jornadas del Volkswagen Driving Experience. Un curso que, repito, debería ser obligatorio en las autoescuelas.
Todavía hoy nos encontramos con cifras demoledoras como que el 25% de los muertos en accidente de tráfico no llevaba puesto el cinturón de seguridad. O que en tan sólo el 10% de los accidentes el conductor aplica la correspondiente fuerza de frenado. La velocidad por sí sola no mata, pero sí las imprudencias y el descontrol del vehículo. No es lo mismo sacarse el carnet de conducir que aprender a conducir. Hoy, en 2023, todavía tenemos una importante concienciación de seguridad que hay que realizar.
Maniobras de esquiva, frenadas de emergencia, control del subviraje y pruebas de slalom son ejercicios tan básicos como fundamentales para prevenir los accidentes de tráfico. Todos ellos están presente en la escuela de conducción de Volkswagen. Desde las maniobras de seguridad básicas a ejercicios avanzados de pilotaje con los modelos más deportivos de la casa, pasando por experiencias 4x4 con los SUV o las técnicas de eficiencia con los nuevos ID. Volkswagen no sólo ofrece un curso posible, sino que dispone de un amplio abanico de experiencias.
Tierra, asfalto o nieve. Eléctricos o de combustión. En circuito o en casa. Las posibilidades son muy amplias. No hace falta ser cliente para poder disfrutar de estas jornadas, de hecho, el 50% de los asistentes no tiene un Volkswagen en el garaje. Los ejercicios prácticos se acompañan de clases teóricas sobre el manejo y la prevención de riesgos. Todo ello envuelto en un sensacional ambiente de entretenimiento. Durante muchos años he realizado muchos cursos de este tipo y hay que reconocer que la experiencia de Volkswagen en la materia influye positivamente.
Repartidos por toda la geografía, las Driving Experience se acercan a los conductores con precios populares y asequibles. No es necesario usar tu propio coche, así que por eso no te preocupes. Podrás probar toda la gama, desde los eléctricos a los SUV pasando por los más deseados GTI y R. Los precios oscilan entre los 20 y los 340 euros para los cursos nacionales y hasta los 3.300 euros para las experiencias internacionales que permiten visitar países como Noruega o Suecia. Junto al conductor viajarán los mejores monitores del país, contando siempre con la inestimable presencia de Luis Moya, embajador de los cursos a nivel internacional.
La verdadera pena es que sean los propios conductores los que, preocupados por su seguridad al volante, tengan que pagar de sus propio bolsillo cursos que deberían ser obligatorios. Si tan preocupadas están las administraciones con la seguridad en carretera deberían hacer mucho más por dotar a sus ciudadanos de las armas necesarias para prevenir el riesgo de tener un accidente. Los radares, helicópteros o ahora los drones no son más que una mera formalidad recaudatoria. Nada mejor que saber controlar un coche para evitar accidentes y víctimas.