La producción del Volkswagen e-Golf termina, el compacto deja paso al nuevo ID.3
Volkswagen comenzará la entrega de unidades del nuevo ID.3 a partir del próximo mes de agosto, por lo que la marca alemana ya ha comenzado a allanar el camino del nuevo compacto eléctrico. El primer paso ya está dado, acaba de terminar oficialmente la producción del e-Golf, el modelo que hasta ahora ocupaba el trono de la movilidad sostenible más pura.
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Publicado: 21/04/2020 16:00
Llegó al mercado en marzo de 2014 y su producción se ha extendido por espacio de seis años. El Volkswagen e-Golf ha llevado la bandera de la máxima eficiencia durante todo este tiempo en la marca alemana, pero la llegada del nuevo Volkswagen ID.3 obliga a que el derivado del compacto por excelencia termine su producción.
Y así ha sido. Desde hace unas semanas, no es posible pedir a fábrica unidades del e-Golf. Los concesionarios de la firma en toda Europa cuentan todavía con una partida limitada de unidades del eléctrico, configuradas con las opciones más habituales que los clientes han solicitado hasta ahora, reproduciendo en términos de equipamiento y colores el 90 por ciento de las unidades vendidas.
El relevo lo toma el nuevo ID.3, el compacto eléctrico que formará una gama de movilidad sostenible paralela a la de combustión, con menos versiones disponibles y variantes de carrocería, pero mucha más tecnología. El primero que llegará es el compacto de cinco puertas, la edición especial y limitada de 30.000 unidades del ID.3 1ST que, actualmente, se encuentra en espera de embarcar a los diferentes destinos europeos.
El e-Golf ha sido un éxito de ventas desde el lanzamiento al mercado, cosechando 100.000 unidades a finales del pasado año. Tanto, que en 2018, Volkswagen agotó la producción del modelo, demorando la entrega a clientes más de seis meses en los cinco mercados más vendidos: Noruega, Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y los Países Bajos.
Adelantar el cese de producción no ha estado exento de discusiones. Los análisis internos sugerían una alta demanda apuntando extender la fabricación hasta noviembre, inmediatamente fue negado por la marca, ni siquiera hasta el próximo verano coincidiendo con las entregas del ID.3 1ST. Y es que los argumentos valen su peso: la enorme inversión en el nuevo eléctrico hacen inviable mantener también al "viejo"; ya que el Golf más eficiente se llevaría el grueso de las ventas; de otro lado, los costes: el ID.3 es un 40% más barato de producir.