Volkswagen echa el freno: su esperado eléctrico de menos de 25.000 euros se retrasa

Hay momentos en esta vida en los que es necesario seguir remando por más problemas que se presenten en el camino. Si bien Volkswagen apenas notó la crisis del diéselgate, la etapa eléctrica se le está atragantando. Los alemanes están teniendo problemas a la hora de ofrecer lo que todo el mundo espera de ellos, coches competitivos a precio razonable. Muchas marcas rivales les están superando y lo peor de todo es que a corto plazo la estrategia no parece la mejor. Un nuevo contratiempo acaba de surgir, tal y como ha comentado el CEO del Grupo Volkswagen, Oliver Blume.

Europa quiere coches eléctricos, pero tal y como demuestran las cifras de ventas de los últimos meses las ventas están perdiendo ritmo. Muchas marcas ya han lanzado la voz de alarma, entre ellas Volkswagen. Diversos estudios han demostrado que los conductores están esperando una nueva hornada de vehículos capaces de satisfacer sus necesidades, tanto en autonomía como en precio. La batalla comercial se torna vital para el mercado y para el éxito de los fabricantes. Todos han puesto su atención en los segmentos inferiores.

Volkswagen espera llegar al 2025, pero puede que el objetivo se retrase

Coches eléctricos pequeños y de precio razonable son la última esperanza de Europa. Casi todas las marcas han anunciado sus propuestas, la última ha sido Renault con el regreso del Twingo. Volkswagen, todo el grupo para ser exactos, ha hecho lo propio. Con los de Wolfsburgo a la cabeza, el conglomerado germano quiere inundar las calles con pequeños eléctricos. Todo el mundo apunta a una cifra: menos de 25.000 euros antes de cualquier tipo de oferta, descuento o ayuda estatal. En muchos casos podríamos estar hablando de una tarifa de salida por debajo de los 20.000 euros.

Será entonces cuando los conductores europeos podrán lanzarse de lleno a la compra de vehículos impulsados con baterías, pero todavía hay que esperar. Todas las marcas fijan el año 2025 como el curso que cambiará la historia. Volkswagen fue la primera en corroborar esta fecha hace ya tiempo. Sin embargo, numerosos problemas e inconvenientes han surgido por el camino. Ahora el CEO del conglomerado se desdice y anuncia que ese esperado coche podría llegar más tarde la fecha inicialmente propuesta. No ha querido entrar en detalles.

El problema no es que falle Volkswagen, es que todas las marcas del grupo se retrasan. CUPRA y Skoda habían anunciado unidades hermanadas, pero tampoco cumplirán con el plazo. "Tenemos la responsabilidad de llevar al mercado los productos adecuados al precio adecuado", ha afirmado Blume. "Después de que los primeros usuarios hayan apostado por los coches eléctricos, ahora necesitamos que la tecnología convenza a los consumidores que no tienen la posibilidad de instalar una estación de carga en casa". Es decir, tienen que sacar un coche capaz de democratizar la movilidad eléctrica.

Los competidores no van a tener compasión por el Grupo Volkswagen porque, en cierto modo, saben que cuando los alemanes empiecen su despliegue pocos podrán pararlos. A pesar de ese poderío, no es la primera vez que hablamos de retrasos a la hora de hablar de productos eléctricos nacidos en Alemania. Porsche y Audi acumulan más de un año de retraso en el lanzamiento de dos coches tan importantes como el Macan y el Q6 e-tron. La división de software es la causante de los sucesos. Tampoco está ayudando la situación que se vive en las fábricas, paralizando la actividad por falta de componentes y reservas.