El jefe de Volkswagen reconoce que los precios de sus eléctricos están fuera de la lógica, y el modelo de agencia tiene mucho que ver

La marca del pueblo está teniendo serios problemas con sus modelos eléctricos. La firma ha perdido una importante cuota de mercado en los últimos meses, y especialmente en China donde ha visto cómo las ventas se han desplomado por completo, una situación que también ha arrastrado a Europa con varios cientos o miles de unidades esperando compradores en las campas de la marca.

Hace unos días te contábamos que Volkswagen está experimentando las devoluciones en caliente de sus eléctricos, sin sitio para almacenar las unidades que los concesionarios no venden y que devuelven directamente al fabricante. Y ya sabemos a qué se debe: al modelo de agencia que Volkswagen implantó en Alemania y que ya se está notando, para mal. Las ventas de los ID. han descendido porque los concesionarios no pueden aplicar descuentos, el precio lo maneja directamente el fabricante, por lo que al ser fijo, y tan elevados, los clientes han renunciado.

El modelo de agencia da sus peores frutos a Volkswagen en Alemania

En cambio, sí existen descuentos en los modelos de combustión tradicional y en los híbridos, sean enchufables o no. Con el modelo de agencia, la marca es quien asume el riesgo de las ventas, y lo está asumiendo bien. Unos resultados que no van a ser cosa solo de Volkswagen, sino que se va a volver en contra de todas las marcas que han apostado por este modelo de negocio.

Volkswagen no estimó que este podría tener esta consecuencia, como ninguna otra marca, solo se fijaron en los «enormes» beneficios que ofrecen al pagar solo una comisión a los concesionarios que actúan como intermediarios. Una ventaja con la que duplicar o triplicar los beneficios que, en el caso de la marca de Wolfsburgo, son más que importantes, porque la firma ya ha dejado caer que necesita 10.000 millones de euros para continuar expandiendo la gama de eléctricos y no los tiene. En medio de esta situación, Thomas Schäfer ya ha empezado a reconocer que el gran problema de sus modelos eléctricos son los precios.

Volkswagen reconoce que el precio de sus eléctricos no es el correcto

Algunas versiones del ID.3 están casi al nivel de un Premium, lo que hace imposible su comercialización. El ultimátum a la junta directiva de la marca alemana apunta directamente a los costes de producción, que han de rebajarse obligadamente, pues corren el el riesgo de aumentar la distancia que hoy les separa de Tesla y, lo que es peor, que otras marcas rivales europeas les adelanten por la derecha. Sin señalar cuáles, las de Stellantis están al acecho y se acercan muy peligrosamente.

En el gigante asiático, donde el ID.3 también se vende, el compacto eléctrico ahora goza de un descuento inimaginable en el continente europeo de nada menos que 15.000 euros, por lo que la gama arranca desde poco más de 16.150 euros. Menos de la mitad de lo que cuesta en el mercado español y a precio de un Polo de hace unos cuantos años, un intento de promoción por un tiempo limitado. Malos tiempos corren para el nuevo Volkswagen ID.7 que se lanzará en Europa el próximo otoño, el verdadero antídoto para el Tesla Model 3 que arrancará, según mercados, muy por encima del Passat y por no menos de 50.000 euros.