La guerra de Rusia le sale cara a Volkswagen, la marca alemana condenada a pagar casi 200 millones de euros sin defensa alguna

Volkswagen sigue metiéndose en problemas, aunque en esta ocasión nada tiene que ver con la gama de modelos de la firma, sus marcas asociadas, los coches eléctricos o con las más altas instancias de su personal, con el que mantiene un importante enfrentamiento. La marca alemana ha recibido una sentencia condenatoria tras ser juzgada sin estar presente en un tribunal ruso.

Según una información alemana, Volkswagen, como otras marcas europeas, salieron de Rusia poco después de estallar la guerra contra Ucrania, dejándose instalaciones como la de Kaluga repletas de componentes y de tecnologías al alcance de cualquiera. Sin embargo, lograron encontrar un comprador que se hiciera cargo de ella para evitar que le ocurriese lo mismo que a Stellantis, cuyas factorías han acabado en manos de chinos o de fabricantes locales.

La salida de Volkswagen de Rusia no le ha salido barata, por ahora

Se entiende que la guerra ocasionó la salida de la marca alemana, como muchas otras, pero los de Wolfsburgo se han encontrado con una demanda por parte de GAZ, su socio en territorio ruso que le ha acusado de romper la alianza que mantenían, reclamando una importante suma de dinero en concepto de indemnización por daños y perjuicios.

Sin posibilidad de acudir con una defensa, la justicia rusa ha determinado que Volkswagen es culpable y, por tanto, ha sido condenada al pago de casi 178,8 millones de euros. En verdad, mucho menos de lo que había reclamado en una primera instancia que si se hubiera admitido, Volkswagen ahora tendría que abonar más de 300 millones de euros.

Stellantis o Renault pueden ponerse a temblar por su precipitada salida de Rusia

«La sentencia aún no es firme y los motivos de la sentencia aún no están disponibles», ha afirmado un portavoz de Volkswagen, añadiendo que «Examinaremos y evaluaremos los motivos de la sentencia para decidir qué acciones legales adicionales tomaremos».