¿Por qué Volkswagen nos quiso colar homologaciones a la baja?

Presentación del Volkswagen Cross Coupe en el Salón de Ginebra de 2012

Año 2012, Salón de Ginebra. El entonces CEO de Volkswagen AG, Martin Winterkorn, anunció que Volkswagen reduciría en tres años sus emisiones medias de CO2 un 30% respecto a 2006. Eso lo dijo por el horizonte de 130 g/km que deben cumplir los fabricantes durante este año. Si no alcanzaban ese hito, habría multas y de las gordas.

Volkswagen pretendía llegar a 120 g/km de CO2

Pero conseguir semejante reducción no era posible en tan poco tiempo, y los ingenieros se vieron forzados a hacer trampas. Según el dominical alemán Bild am Sonntag, el origen de la manipulación es el de cumplir los objetivos impuestos por la Unión Europea, sí o sí.

Como algunos ingenieros prefirieron no dar malas noticias a sus superiores, y decirles que no era posible, forzaron la máquina. En vez de admitir la realidad, hicieron lo que fuese necesario para cumplir dicho objetivo, según el dominical. Esto coincide un poco con la versión oficial, unos pocos ingenieros renegados fueron los auténticos responsables.

El fabricante pretendía ser el líder en producción de coches "ecológicos"

Volkswagen, al igual que otros fabricantes, hizo todo lo que estuvo en su mano para llevar al límite de la flexibilidad las condiciones de la prueba de homologación. Había que bajar gramos de CO2 como fuese, incluso con trampas descaradas como inflar los neumáticos por encima de lo razonable: 3,5 bares.

Esta manipulación, recordemos, no es la misma que la de los óxidos de nitrógeno. Para reducir los consumos y las emisiones de CO2 no se utilizaba únicamente software preparado para las pruebas, sino modificaciones a nivel físico de los coches, es decir, hardware.

Mezclaron gasóleo con el aceite para bajar el consumo

Según va avanzando la investigación sobre Volkswagen, ya sea de forma externa o interna, va saliendo más polvo debajo de la alfombra. No se han levantado todas las alfombras todavía, y eso provoca incertidumbre para los inversores.

Las acciones de Volkswagen en Frankfurt ya han caído de 100 euros por título, la pérdida de capitalización de la empresa ya ronda la tercera parte; empieza a ser preocupante.

Si los inversores no recuperan la confianza en Volkswagen, sus acciones no van a remontar hasta niveles de 200 euros o más

La investigación progresará más según algunos empleados vayan perdiendo el miedo a hablar. La compañía ya dijo hace unos días que quien colabore no verá amenazado su puesto de trabajo. Durante años ha imperado en la empresa la cultura del miedo.

Caso aparte es la investigación que se lleva a cabo en Estados Unidos

Según el Sueddeutsche Zeitung del sábado, altos ejecutivos de Volkswagen prefieren no ir a EEUU. Los investigadores han retirado el pasaporte a un empleado de Volkswagen mientras estaba de visita, y ahora no puede salir del país.

Y es que aunque Volkswagen haga amnistías internas, el sistema judicial de EEUU y de la UE no es tan benévolo. Hay gente que se enfrentará a cargos penales, y otros tendrán que responder por lo civil.

Bajo esa perspectiva, no hay que esperar que se airee todo a corto plazo. Mientras tanto, Matthias Müller, el nuevo CEO, dice que no pararán ante nada ni ante nadie para descubrir la verdad.

Fuente: Reuters