Volkswagen Intelligent Charge, la carga por inducción de Volkswagen
La restricción de los cables para la recarga de las baterías de los coches eléctricos parece tener los días contados. El futuro es de la carga por inducción. Volkswagen presenta el Intelligent Charge. Con él pretenden conseguir hacer más atractiva la compra y recarga de un vehículo eléctrico, mediante la carga por corriente electromagnética.
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Publicado: 09/01/2015 11:00
El CES de Las Vegas 2015, ha sido especialmente prolífico para los fabricantes de coches. Volkswagen ha acudido al evento con una gran cantidad de dispositivos, entre los que destaca el sistema de recarga por inducción, Intelligent Charge. Sin embargo también han mostrado varias aplicaciones nuevas, una de navegación para vehículos eléctricos y otra para una llave inteligente en el móvil.
La tecnología está marcando una tendencia al dominio de vehículos híbridos y puramente eléctricos. Volkswagen cuenta en la actualidad con dos modelos cuyo funcionamiento es 100% eléctrico, el e-up! y el e-Golf, que nosotros ya hemos probado. Sin embargo, la dependencia a los cables de recarga hace que estos coches sean menos atractivos para los potenciales compradores.
Para solucionar ese problema, la marca alemana acaba de presentar su sistema de recarga por inducción, algo que ya habíamos visto en otras ocasiones. Una placa situada en el suelo, y la bobina del motor eléctrico del coche, crean un campo electromagnético que permite realizar la recarga de las baterías sin necesidad de un contacto real entre ellas.
El sistema no solo es más cómodo que el cable, sino que también es igualmente efectivo, un 93%. Las capacidades de recarga son las mismas, y presenta la ventaja de que no le afecta las condiciones climatológicas ni las bromas de un tercero. Tan solo hay que aparcar encima y activar la recarga, un elevador acercará la placa del suelo al coche para hacer aún más efectivo el sistema.
Actualmente el usuario puede comprobar el estado de las baterías mediante la pantalla al uso del cuadro de instrumentos o mediante unos indicadores luminosos en la boca del enchufe. Ahora las luces exteriores de LED también permitirán saber en qué estado se encuentran las baterías. Varias señales luminosas nos indicarán en qué punto de la recarga nos encontramos.
Así si la operación ya se ha completado, un destello continuado (3-5 segundos) ser hará patente, sí la carga está a un 30%, por ejemplo, se realizarán destellos en dicho periodo de tiempo y si se ha fijado una hora de salida, los destellos serán los mismos, pero de forma más rápida. Si por algún motivo hubiera un error en el proceso de carga, las luces no emitirían ninguna iluminación.
La necesidad de puntos de recarga es sin lugar a dudas el factor más restrictivo a la hora de comprar un coche eléctrico. Para paliar este problema, Volkswagen ha diseñado una aplicación conjunta con el navegador del coche que informa sobre los puntos de recarga más próximos a nuestra ubicación, e-Station Guide, indicando la ocupación, capacidad y facilidad del mismo.
En caso de requerir cualquier estación o punto de recarga, el navegador nos indicará el mejor camino para llegar a ella. Automáticamente la aplicación eliminará cualquier punto que se encuentre inoperativo o con defectos en la carga. Solo habrá que llegar mediante las indicaciones precisas, aparcar de forma correcta sobre la plataforma y bajar del coche. Más sencillo imposible.
La última de las soluciones propuestas por Volkswagen en el CES 2015, ha sido el desarrollo de una llave inteligente, manipulable desde cualquier smartphone o smartwatch. Esto permitirá que un tercero autorizado pueda realizar diversas operaciones, (cargar baterías, encender la calefacción, abrir y cerrar ventanas...) con el coche sin la necesidad del dueño ni de la correspondiente llave original.
Todas estas aplicaciones que hoy en día parecen algo sacado del futuro las iremos viendo de forma más o menos habitual en los coches de un futuro próximo. Está claro que la facilidad de uso y la comodidad a la hora de conducir van a marcar el desarrollo de nuevos sistemas y aplicaciones. Algo impensable hace apenas una década, donde los teléfonos inteligentes eran simples quimeras.