Volkswagen destina 900 millones a despidos en su nuevo plan de ahorro

«No habrá despidos pero tampoco bajaremos los precios de nuestros modelos, y aún así ahorraremos 10.000 millones de euros». Estas fueron las palabras de los altos cargos de la marca de Wolfsburgo a finales de año cuando se anunció un plan de ahorro necesario para la empresa tras el desmesurado gasto de recursos durante la época del defenestrado Herbert Diess.

Unas declaraciones que dejaban la puerta abierta a despidos pero no en sus fábricas, sino en el personal administrativo del gigante alemán, y en el que se van a dejar nada menos que 900 millones de euros. Un diario alemán, siempre bien informado en los asuntos relacionados con Volkswagen, ha avanzado que esta primera gran decisión atañe a un grupo de empleados nacidos en 1967, calculándose unos tres mil que ya han aceptado la oferta de jubilación anticipada, y que otros también han mostrado su interés.

Hasta 450.000 euros de indemnización en Volkswagen

Normal en la medida de que los empleados con más de veinte años al servicio de la marca, y en cargos de alta responsabilidad, recibirán una indemnización por despido de nada menos que 400.000 euros, y a los que se sumará una «gratificación» extra de 50.000 euros en lo que se ha llamado «bono turbo» para cada acuerdo de rescisión celebrado hasta finales del pasado mes de mayo.

Un movimiento que no será el único, porque la carga de la plantilla se reducirá hasta 2026, incluyendo también a los nacidos en 1966 y 1965. Volkswagen también está ofreciendo jubilaciones a tiempo parcial, una alternativa que no ha salido como la marca pensó en un principio, pues una gran mayoría de los afectados se ha acogido a esta segunda opción, lo contrario de lo que esperaba el fabricante, y por lo que durante tres años seguirán ejerciendo su trabajo, con un salario más bajo, saliendo al cuarto año y cobrando hasta el sexto incluido.

Empleado y Volkswagen tienen que estar de acuerdo para salir

Volkswagen maneja todos los movimientos, y aunque pudiese parecer que se le ha vuelto en contra la estrategia de las jubilaciones, en realidad no es así. Los encargados de la difícil misión de despedir a los empleados mantienen conversaciones uno por uno, ya que la marca alemana se rige por el principio de doble voluntariedad: el empleado puede querer acogerse a su jubilación, pero es la marca la que debe aceptar tal solicitud. Y es que dentro de la situación, el fabricante busca evitar que los más cualificados se vayan a la competencia.