Volkswagen Polo GTI 2010. Polo opuesto.

Podría decirse que, con el esperado Polo GTI, el fabricante alemán pretende satisfacer a dos públicos bien diferenciados: de una parte, jóvenes de clase media-alta que aspiran a poseer un utilitario con clase, estilo y un toque deportivo; y por otra, quienes desean a toda costa un GTI (deslumbrados por el halo mítico que rodea a la santísima trinidad hecha letras mayúsculas) pero, sencillamente, no pueden permitirse un vehículo cuasi-premium como ya es el Golf.

En cualquier caso, no cabe duda de que Volkswagen ha decidido romper bruscamente con el catálogo de motores que hasta ahora incorporaba este modelo, en especial aquellos alimentados por gasolina. De hecho, si tenemos en cuenta que hasta ahora debíamos contentarnos con una potencia máxima de 85cv en el Polo Sport 1.4, la cifra de 180 cv en un motor de idéntica cilindrada nos dará una idea muy clara tanto de la capacidad tecnológica del gigante alemán como de la orientación del Polo GTI. Un polo opuesto al vehículo moderadamente discreto que conocíamos.

Pasando a estudiar los fríos datos, nos daremos cuenta de que en realidad los datos del GTI hacen que la sangre hierva: la aceleración 0-100 km/h se queda en 6,9 segundos y, en consonancia, la velocidad punta alcanza los 227 km/h. Y si además tenemos en cuenta que podremos disponer del asombroso tacto del cambio DSG de 7 marchas -cabe esperar además unas suspensiones de tacto más deportivo y un equipo de frenos más potente, con discos en las cuatro ruedas-, dudo mucho que nadie pueda bostezar al volante de este pequeño GTI.

Pero, pese al potencial que deposita en nuestras manos, el Polo siempre está dispuesto a ofrecernos su lado más amable y funcional. Aunque por el momento sólo se da por segura la carrocería de tres puertas, los asientos prometen tener la calidad acostumbrada, el habitáculo es mucho más espacioso de lo que podríamos pensar y el maletero ofrece una capacidad más que suficiente para el uso habitual.

El resto de modificaciones cumple con un cometido principalmente estético. En el exterior: tomas de aire con diseño de nido de abeja en el frontal, llantas de 17" -que recuerdan a las del Golf V GTI-, luz de marcha diurna de tipo LED y doble tubo de escape. En el interior, destaca una tapicería que rinde homenaje a la del primer GTI, junto con palanca de cambios y volante deportivo -este último en un llamativo aunque poco práctico diseño achatado- revestidos de piel cosida en hilo rojo.

Así pues, y sin tener en cuenta el precio final del modelo -aún por conocerse-, pronto se habrán evaporado aquellas razones por las que podiamos afirmar que el Polo desmerece su nuevo diseño algo más atrevido empleando motores carentes de emoción. Y de camino, VW sembrará la duda entre los potenciales compradores del Mini Cooper S...

Fuente: Volkswagen