Volkswagen no da la espalda al gigante asiático y presenta su nueva «Arquitectura Eléctrica China»

«En China, para China», ese es el nombre de la estrategia de Volkswagen para fortalecer su posición en el gigante asiático y su «ofensiva eléctrica». La marca alemana ha logrado ser desde el 2008 la que más ventas de coches ha acumulado allí… hasta este 2023, en el que se ha producido el 'sorpasso' con BYD.

Volkswagen no quiere perder comba en el mercado automovilístico más grande del mundo, y se ve en la obligación de apostar por la tecnología eléctrica si no se quiere quedar atrás. Al igual que otros fabricantes, las asociaciones con las marcas chinas son fundamentales. Al fin y al cabo, son las que llevan ventaja al resto.

Hasta el día de hoy son cuatro las asociaciones de Volkswagen con fabricantes chinos. La última se firmó hace bien poco, con Xpeng, con quién ahora acaba de asentar unos cimientos mucho más firmes para los futuros coches eléctricos de la compañía. «A la velocidad de China para el vehículo inteligente», reconoce la compañía.

VW presenta la novedosa Arquitectura Eléctrica China

No es una necesidad, es ya una obligación: las marcas occidentales necesitan llevar a cabo asociaciones estratégicas que no les dejen fuera de la carrera por el vehículo eléctrico. El software juega un papel fundamental para lograr coches eléctricos conectados, seguros y, a la vez, más económicos en el futuro.

Por este motivo, el Grupo Volkswagen ha presentado una nueva arquitectura digital eléctrica/electrónica (E/E) que emplearán sus coches eléctricos de nueva generación a partir del 2026. Con esta nueva «Arquitectura Eléctrica China» (CEA), se pretende adaptar estos a las novedades relacionadas con el vehículo autónomo y conectado que están por venir.

Volkswagen China Technology Company, junto al fabricante local Xpengy junto a la división asiática de su empresa de software, Cariad China, trabajarán conjuntamente para «garantizar la rápida expansión de los servicios digitales». Inicialmente, ojo, solo para los vehículos eléctricos específicos de la marca VW para el mercado chino.

Básicamente, supone trabajar en el software que permita una integración plena y fluida de diferentes funciones avanzadas, como la conducción autónoma y otras funciones de conectividad de próxima generación, de cara a que se puedan ampliar y actualizar de forma inalámbrica, «por aire».

Reorganizando la electrónica interna, reduciendo la complejidad de los sistemas de control electrónico y estandarizando aún más la arquitectura digital de su cartera de modelos, se reducirán componentes en forma de unidades de control electrónico hasta en un 30 por ciento.

Objetivo último de Volkswagen: reducir costes

Esto, como te podrás imaginar, ayudará a reducir los costes, al menos un 40 por ciento menos en comparación con la plataforma modular MEB del grupo, y a hacer de sus coches eléctricos más competitivos. Estos dos últimos detalles han sido, precisamente, fuertemente achacables a la última generación de vehículos eléctricos de la marca germana (a ambos lados del mundo).

Por el momento, la compañía alemana ha confirmado que el enfoque para esta nueva arquitectura irá destinada a los vehículos de las plataformas desarrolladas localmente. Esto incluye, por ejemplo, cuatro modelos básicos que VW tiene en el segmento compacto de la mano de sus socios SAIC y FAW. Además, reforzará la oferta digital de los dos vehículos que planea desarrollar junto a Xpeng.

«Al ampliar nuestra asociación con XPENG e integrarnos constantemente en el ecosistema industrial de China, alinearemos nuestros productos aún más rápidamente con los requisitos de los clientes chinos. Esto aumenta la eficiencia, optimiza las estructuras de costos y acelera la velocidad de desarrollo. Una alta rentabilidad y un rápido ritmo de desarrollo son cruciales para nuestra competitividad en el dinámico entorno del mercado chino», asegura Ralf Brandstätter, miembro del Consejo de Administración de Volkswagen AG para China.