Argelia, 2017; Volkswagen tendrá otra fábrica africana
Otro fabricante europeo ha decidido establecerse totalmente en un país africano, en la cada vez más próspera región del Magreb. A partir de 2017 se producirán localmente algunos modelos de Volkswagen, SEAT, Skoda y Volskwagen Vehículos Comerciales, 100 unidades diarias.
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Publicado: 27/11/2016 20:00
Casi a la vez que el Grupo Volkswagen anunció casi 30.000 despidos, se firma un acuerdo con las autoridades de Argelia para producir turismos y furgonetas en el país africano. El objetivo no es otro que abastecer la demanda local de vehículos, de momento no se hace con vista a exportar, ni se trata de una deslocalización en el sentido estricto del término.
Se ha creado una joint-venture entre Volkswagen y SOVAC, el importador de las marcas del grupo desde el año 2001. Se está levantando una fábrica en Relizane, a 220 kilómeros del oeste argelino. El recinto tiene 150 hectáreas y su capacidad de producción será de 100 unidades al día. La empresa alemana se ocupará de la formación de los empleados, entre otras cosas.
SOVAC importó 30.000 coches del Grupo VAG a Argelia en 2015
Los vehículos comenzarán a salir de la cadena de montaje en primavera de 2017, y serán Volkswagen Golf y Caddy, SEAT Ibiza y Skoda Octavia. Andreas Lauenroth, responsable de plantas extranjeras de Volkswagen, declaró que el objetivo es tener calidad europea en África. Vamos, que sus coches podrían ser exportados perfectamente la UE en el futuro.
El contrato de producción se ha firmado hoy, y han estado entre otros el ministro de Industria local, Abdessellam Bouchouareb, así como Josef Baumert, miembro del Consejo de Administración del conglomerado alemán. Este acuerdo forma parte de la estrategia de expansión de Volkswagen en este continente.
Argelia es uno de los países del Magreb que más está creciendo en producción automovilística. Basta considerar este dato: en 2015 se produjeron 20.000 vehículos, lo que supone 15 veces el volumen de 2014. Por delante están Egipto, Marruecos y Sudáfrica, de menor a mayor producción. Otros países del área subsahariana están negociando con varios fabricantes para establecer producción local en ellos.
El fabricante líder, Renault, se estableció en Argelia en 2013, cerca de Orán. Esa planta tendrá en una segunda fase un volumen de producción de 75.000 unidades al año frente a los 25.000 actuales. Se dedica a la producción de Dacia y Renault para el mercado local, donde estas marcas dominan sin paliativos. Los lugareños prefieren marcas francesas por la disponibilidad de repuestos.
El Magreb es, además de Sudáfrica, el principal polo industrial del continente. Países como Marruecos o Egipto están viendo el despertar de sus economías en un contexto de modernidad, y la situación no es mejor por la inestabilidad política de países periféricos, especialmente desde 2011.
Emerge en esos países una clase media que puede comprar coches nuevos, reduciendo la elevada edad del parque automovilístico, nutrido en enorme cantidad por coches de producción francesa. Resulta más interesante en esos países producir, aunque sea un volumen pequeño, que traer los coches del exterior. Para conseguir producción local debe existir un conjunto mínimo de proveedores, otro sector que está en alza en África.
Más proveedores implica más disponibilidad de repuestos
A fin de cuentas, los jugadores mejor posicionados en el tablero son los que tienen más fácil hacerse con grandes cuotas de mercado, y ese dominio, mantenido a largo plazo, es una gran fuente de ingresos. Las políticas arancelarias lastran a los modelos importados de fuera en general, salvo que haya tratados de libre comercio.
Volkswagen ya tiene dos fábricas operando en el continente negro. En Uitenhage (Sudáfrica) se encuentra una planta cercana a Port Elizabeth. La producción comenzó en 1951 con el Beetle, y fue considerada la mejor planta de Volkswagen del mundo en 2015. Por otro lado, en Kenia se producirá próximamente el Polo Vivo, modelo que también se produce en Sudáfrica, aunque vendrá parcialmente ensamblado de fuera.
Curiosamente, el Polo Vivo reemplazó al Citi Golf, que se estuvo produciendo más de 30 años. Ese modelo recordará tremendamente a los aficionados al Golf Mk.II por su parrilla frontal, aunque en realidad se basa en la primera generación del compacto. Para dicho reemplazo generacional se invirtieron 140 millones de euros. También se aprovechó la modernización para depender mucho menos del exterior para conseguir componentes.
Los Polo vivo de producción sudafricana están basados en la generación previa, la 9N. Al igual que en otros países en vías de desarrollo, como la India, Brasil o China, Volkswagen no se ha esmerado en ofrecer precisamente los modelos más modernos, ya que cumplen con la reglamentación local y están más que amortizados. Eso está empezando a cambiar, según se afinan los gustos y la economía local.