Volvo C30 Eléctrico, tecnología única
Al diferencia de otros modelos eléctricos, el Volvo C30 Eléctrico ofrece un depósito de bioetanol que sirve para alimentar el sistema de climatización sin reducir la autonomía. La primera flota de la versión eléctrica del modelo sueco, compuesta por 250 unidades destinadas a varios países europeos y China, ya ha sido entregada.
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Publicado: 28/03/2012 08:00
El Volvo C30 Eléctrico es el primer modelo 100% eléctrico del fabricante sueco y la primera flota de vehículos ya rueda por las calles de Suecia, Bélgica, Países Bajos, Francia, Alemania, Austria, Suiza y China. Se trata de un total de 250 unidades enviadas durante el segundo semestre de 2011, en su mayoría a empresas y autoridades, que servirán para analizar el uso y desempeño del C30 más ecológico.
El modelo eléctrico ofrece una autonomía de 163 CV según homologa el ciclo NEDC (New European Driving Cycle), si bien Volvo reduce esta cifra a 150 kilómetros. Lennart Stegland, Vicepresidente del departamento de Sistemas de propulsión eléctrica de Volvo Car Corporation, explica que ésta es "una distancia considerablemente mayor a la que cubren cada día el 90 por ciento de quienes se desplazan por trabajo en todo el mundo. La media sería de unos 45 km/diarios. Esto significa que el C30 Eléctrico podría usarse para el desplazamiento diario al trabajo".
El C30 Eléctrico, con unas baterías de ión litio de 24 kWh, tiene un motor eléctrico que ofrece una potencia de 82 kW (111 CV) y un par instantáneo de 220 Nm. Con estos datos es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 10,9 segundos -de 0 a 70 km/h en 6,0 segundos-, siendo su velocidad punta de 130 km/h.
La recarga de las batería del modelo sueco se realiza mediante una toma frontal, conectándose a un enchufe convencional de 230V. Si la toma de corriente es de 16 amperios el tiempo necesario para una recarga completa se sitúa en torno a las 7 horas, aumentando hasta 10 si la conexión es de 10 amperios.
Una de las novedades del Volvo C30 Eléctrico respecto a otros vehículos eléctricos es su sistema de climatización. Generar el calor necesario para calentar el habitáculo de un coche es un proceso que consume mucha energía eléctrica, lo que redunda en una drástica reducción de la autonomía. El fabricante escandinavo ha solventado este hándicap con la instalación de un depósito de 12 litros de bioetanol que sirven para mantener una temperatura agradable en el habitáculo sin perder autonomía.
"El concepto desde el que partimos es que el propietario de un vehículo eléctrico no debería verse obligado a sacrificar ninguna de las cualidades que espera de un coche de lujo. Trabajamos con el fin de conseguir soluciones innovadoras que hagan que poseer un coche eléctrico sea algo sencillo y no dé quebraderos de cabeza en cualquier tipo de condición climatológica", señala Stegland.
"Al contrario que la mayor parte de los modelos de coches eléctricos que existen en el mercado, el conductor de un C30 Eléctrico no tiene que sacrificar una porción importante de la autonomía del coche para conseguir un ambiente cómodo dentro de él, ni siquiera en temperaturas invernales extremas", añade.
El uso de un combustible como el bioetanol nos adentra en el debate de si se puede considera este C30 como un vehículo completamente eléctrico. Lo cierto es que el bioetanol no se utiliza para impulsar el coche y, además, este sistema es desconectable si el conductor lo desea. Stegland explica que "el conductor puede programar y controlar la climatización para que se adapte a su viaje. El etanol es el modo predeterminado que se emplea cuando la capacidad de la batería es necesaria para conducir lo más lejos posible. Sin embargo, en distancias más cortas, puede emplearse la electricidad para accionar el sistema de climatización".
Antes de coger el vehículo es posible precalentar el habitáculo a una hora programada mediante el temporizador del menú del coche. Incluso con el motor apagado y sin estar conectado a la corriente, la temperatura de las baterías del C30 siempre es monitorizada y si ésta desciende considerablemente los calentadores eléctricos se activan para calentarlas y mantenerlas en buen estado.
El Volvo C30 Eléctrico se distingue del resto de sus hermanos de gama por el color blanco (Cosmic White) que viste su carrocería, que ofrece el kit R-Design en tono azul (Orinoco Blue). Dentro, los tonos azules también están presentes en la palanca de cambios, la consola central y en el pespunte de la tapicería de los asientos. El cuadro de instrumentos es específico, sustituyéndose el clásico cuentarrevoluciones por un indicador de carga de la batería y el uso actual de energía del coche.
Tanto el freno de estacionamiento como la palanca de cambios se accionan eléctricamente. En el caso de la transmisión, además de las posiciones N (neutral) y R (marcha atrás), se ofrecen dos posibilidades para desplazarse: D (Drive) que activa el freno regenerativo para recuperar energía, y H (Highway) que lo desactiva para evitar la retención que provoca ese sistema cuando se circula en vías rápidas.
Otro elementos propios del Volvo C30 Eléctrico que tienen como objetivo optimizar la eficiencia energética son los discos de freno traseros de aluminio que reducen el peso, llantas de 16 pulgadas más ligeras que las del modelo convencional o las luces de marcha diurna de tipo LED, tecnología que también supone un ahorro de energía. Donde no hay diferencias es en la seguridad puesto que el C30 Eléctrico ofrece el mismo nivel de seguridad que el modelo con motor de combustión.
Fuente: Volvo