PowerPulseVolvo frena el Turbo-Lag del Diesel gracias al aire comprimido
El Volvo S90 implementará en exclusiva la tecnología PowerPulse, un sistema que utiliza el aire comprimido para eliminar el Turbo-Lag de los motores diésel con turbocompresores. El propulsor Drive-E diésel de la berlina ofrece de esta forma mejor respuesta y entrega de potencia.
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Publicado: 03/12/2015 19:00
El Volvo S90 llega con todas las novedades y buen saber hacer que han demostrado los suecos recientemente con el SUV XC-90, incluyendo su sistema híbrido de alto rendimiento denominado T8 AWD. Sin embargo la gran berlina ocultaba un as bajo la manga, hablamos de la nueva tecnología PowerPulse.
El aire comprimido reduce al mínimo el tiempo de respuesta del turbo
Se trata de un nuevo sistema con el que Volvo declara que elimina casi por completo el molesto Turbo-Lag de los motores diésel sobrealimentados. El bloque de cuatro cilindros Drive-E diésel se beneficia de esta tecnología en la versión D5 del nuevo S90 ofreciendo mejor respuesta, prestaciones y eficiencia de combustible.
PowerPulse hace uso del aire comprimido para ofrecer una respuesta inmediata durante las aceleraciones eliminando el lag -tiempo de retardo- del turbocompresor. El aire comprimido es almacenado en un tanque de dos litros mediante un compresor que toma aire de la admisión, este luego es liberado hacia la turbina cuando el conductor acelera dramáticamente ofreciendo una respuesta casi instantánea.
En la actualidad los bloques 2.0 litros de cuatro cilindros Drive-E ya disponen de un par de turbos en serie, uno de geometría variable para bajo y medio régimen, y otro fija para altas para subsanar esta limitación, pero con este nuevo sistema de aire comprimido se obtienen mejores resultados.
Las mejoras son perceptibles en la nueva berlina. El bloque diésel de la opción D5 del S90 aumenta la potencia hasta los 235 CV y 480 Nm de par desde 1.750 rpm en lugar de los 224 CV y 470 Nm de salida que posee el XC-90 D5.
Aún así Volvo seguirá investigando el desarrollo de turbos eléctricos para ir introduciéndolo en la familia de motores Drive-E. Recordamos que los suecos han experimentado con esta tecnología en su centro consiguiendo que el propulsor gasolina de 2.0 litros alcance los 450 CV gracias a tres turbocompresores, uno de ellos eléctrico.
Fuente: Volvo