Vuelan un Lamborghini Huracán por los aires con dinamita para vender 888 vídeos en forma de NFT
Dicen que el arte tiene un componente provocativo, y sin duda lo es volar por los aires un Lamborghini Huracán con dinamita. Ha sido el propósito de un grupo de artistas liderado por Shl0ms, convertir un coche en NFT y criptomonedas
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Publicado: 27/02/2022 22:00
La imagen de cabecera es la última en la que este Lamborghini Huracán de 2015 quedó reconocible de una sola pieza. Ahora está convertido en un montón de pedazos difícilmente aprovechables para otro Hurarcán. Casi literalmente, el coche terminó hecho migas. Y todo con un propósito pretendidamente artístico.
El líder detrás del proyecto $CAR es un tal Shl0ms, que ya ha ganado más de un millón de dólares con otros «experimentos artísticos» cuestionables para los ajenos al arte. Su idea fue muy simple, comprar un coche de verdad y convertirlo en pedacitos. De cada pedacito, un vídeo en forma de NFT, así que solo podrá disfrutarlo una única persona a la vez.
Para los profanos de los NFT, las siglas significan token no fungible, un elemento digital con las características de ser único, indivisible, transferible y -por definición- escaso. Como un elemento único, pero en el mundo digital, solo el que tenga la «llave» puede acceder a su contenido. Obviamente se puede revender en el futuro, perdiendo el acceso al mismo.
El coche, aparentemente funcional y con algo de valor añadido en forma de modificaciones y extras, fue llevado a un desierto en Estados Unidos, donde se programó su voladora con un ingeniero con licencia para detonar explosivos. Mediante cámaras de alta velocidad se filmó la explosión del superdeportivo.
De todos los cachitos en los que quedó el coche, se recopilaron 999, cada uno fue etiquetado y filmado en 360 grados sobre un fondo negro. De cada fragmento se ha hecho un vídeo en 4K convertido en NFT. Se programó una subasta para ponerle dueño a 888 personas, aparte están los 111 participantes del proyecto -posteriormente podrán revenderlos si lo desean-.
Llegados este punto, más de uno se preguntará cuál es la lógica de todo esto. Los vídeos en forma NFT se grabaron para subastarlos al mejor postor. Esto nos lleva al siguiente punto, una subasta en la que solo se puede pagar con criptomonedas, concretamente con Ethereum.
El proceso de la subasta es aparentemente simple para los entendidos en criptomonedas. Primero hay que disponer de una cantidad mínima de 0,01 ETH, que al cambio son 23,15 euros, para la puja inicial. Las primeras 888 pujas ganan su NFT, una puja por persona cartera de criptomonedas.
En el caso de los 50 pujadores que más dinero pongan sobre la mesa, disponen de 5 minutos extra para hacer cambios y subir sus pujas. En el caso más leve posible, 0,01 ETH por 888 personas, salen como mínimo más de 20.550 euros. La cifra real sería muchísimo más alta.
Un Huracán de 2015 suele estar cotizado entre los 200.000 y 300.000 dólares en Estados Unidos
La intención de estos artistas transgresores tenía un evidente ¿ánimo de lucro? Sí y no. Según Fortune, gran parte de la suma obtenida por la subasta tiene como destino financiar instalaciones de arte públicas, y la subasta en sí pretende creas una reflexión acerca de la codicia y el cortoplacismo que representan las criptomonedas.
Pero sopló el viento de la historia, y estaba programada la subasta para el 25 de febrero. Antes de esa fecha ya sabemos todos lo que ha pasado, Vladímir Putin ha ordenado al ejército ruso invadir a su país vecino, Ucrania. La cotización del Ethereum respecto al euro apenas ha cambiado en los últimos días, así que por eso no es.
Shl0ms acabó anunciando que la subasta queda pospuesta con carácter indefinido, así que de momento no habrá podido recuperar ni un céntimo, ni él ni los otros miembros del proyecto. Seguramente, cuando se calmen las cosas, la subasta se acabe llevando a cabo.
Por cierto, los pedazos del Lamborghini van a permanecer guardados en un lugar indeterminado y no se irán entregando a los ganadores de la subasta. En una ocasión previa Shl0ms ganó 500.000 dólares destrozando una réplica de un orinal de porcelana de más de 100 años, solo que esa vez sí repartió los trocitos tras filmarlos en 4K y convertirlos en tokens no fungibles.
Fuente: Fortune