El WEC mira de reojo los movimientos para retrasar los LMDh en IMSA

La pandemia de COVID-19 promete ser un dolor de cabeza para muchos pilotos, equipos y marcas no sólo esta temporada, sino en los próximos años. Ante la crisis económica dibujada por el coronavirus, algunos de los grandes certámenes han retrasado la introducción de las nuevas normativas que tenían programadas. Y es precisamente este modo de actuación el que valoran algunos equipos privados del IMSA, ya que están a favor de aplazar la llegada de los prototipos LMDh hasta 2023. La petición se basa en la incertidumbre de la economía global y la posible falta de implicación de algunos fabricantes a corto plazo.

Por el momento, WEC e IMSA siguen adelante en su convergencia con el objetivo de introducir los prototipos LMDh en ambos campeonatos en 2022. Sin embargo, en el certamen americano hay varias voces que piden retrasar la nueva normativa hasta 2023 por la crisis económica que nace de la pandemia de COVID-19. Defienden esta postura especialmente los equipos privados que compiten en la clase reina del IMSA o que tienen interés en los LMDh, como son JDC-Miller Motorsport, DragonSpeed o Starworks Motorsport. La idea común es que las marcas que tienen que realizar el desarrollo de los LMDh pueden no implicarse como se espera.

John Cruch, copropietario del equipo JDC-Miller Motorsports, estructura que compite en la actualidad con un par de prototipos Cadillac DPi, ha asegurado al respecto: «En este punto en el que nos encontramos, sí, estoy a favor de que se retrase un año la llegada de los LMDh. Me preocupa que todavía no hemos visto lo peor este año y que habrá una resaca económica bastante grande a partir de 2020 que durará más de un año. Creo que lo más sensato sería retrasar las cosas durante un año, pero es una de las cosas que puede dictar el mercado. Si hay fabricantes dispuestos a gastar dinero y todos quieren hacerlo, adelante, pero no parece que será el caso».

Fuente: Sportscar365Fotos: IMSA