El WEC ofrece un final necesario, una vuelta al pasado y un respiro a Toyota

La crisis del COVID-19 ha obligado a la FIA y el ACO a dibujar un nuevo final para la temporada 2019-20 del WEC. El campeonato terminará en el mes de noviembre, tras competir en Spa en agosto y disputar las 24 Horas de Le Mans en septiembre, con una segunda edición de las 8 Horas de Bahrein que cerrará la convulsa 'Season 8' del certamen. Esta decisión provoca, entre otras cosas, que el WEC vuelva al formato de una temporada por año, ya que la que iba a ser la campaña 2020-21 pasará a ser temporada 2021, con todo lo que ello implica.

El regreso a este formato de temporada por año natural significa que la 'Season 9' del WEC no arrancará al menos hasta marzo de 2021 y que el calendario para toda la temporada tendrá que ser modificado. En este aspecto, el WEC rompe la 'sincronía' con la Fórmula E, certamen con el que ha tenido que deshacer varios choques de fechas en las dos campañas que ha mantenido el calendario bianual por el alto volumen de pilotos que compiten en ambas series. A su vez, el Mundial volverá a un calendario paralelo al IMSA SportsCar WeatherTech Championship, dibujando una nueva perspectiva.

A nivel del WEC, el inicio de la temporada 2021 en marzo entrega a Toyota unos ocho meses de tiempo adicional para desarrollar su hypercar, ya que el debut de este tipo de prototipos previsto para agosto de 2020 se producirá con el inicio de la 'Season 9'. Esta situación que afecta sólo a Toyota Gazoo Racing se extiende al resto de implicados cuando se habla de los nuevos LMDh. No obstante, el debut de esta plataforma global iba a tener lugar con el inicio de la temporada 2021-22 del WEC, en torno a agosto de 2021 y ahora, tanto Mundial como IMSA adoptarán esta normativa en los primeros meses de 2022.

Fotos: Toyota Gazoo Racing