El WRC está obligado a dar un giro radical y ya tiene un primer reglamento técnico para 2027
La nueva normativa técnica que definirá los vehículos que protagonizarán la clase reina del WRC a partir de 2027 tiene un claro objetivo, reducir de manera considerable el precio de los coches y de su mantenimiento.
La tecnología híbrida ha fracasado en el WRC. Su tardía y encorsetada adopción no ha servido de reclamo para ningún nuevo fabricante, algo previsible puesto que esta tecnología ya está instaurada en los coches de calle y no necesita de la competición para su desarrollo o promoción. Además, los sistemas híbridos estándar no han hecho más que encarecer el precio y operabilidad de los 'Rally1'.
El resultado es que en 2025 los vehículos de la categoría reina del Mundial de Rallies no serán híbridos y todo el empuje se confiará al tradicional motor 1.6 turbo que viene usando el WRC desde hace ya unos cuantos años, eso sí, con combustible 100% sostenible. Más allá de esto, el destierro de la hibridación dibuja dos temporadas de transición con estos 'Rally1' a la espera de una nueva generación de vehículos.
Los futuros reyes del WRC serán vehículos mucho más cercano a los 'Rally2' con un límite de precio de 345.000 euros.
Porque en 2027 debería haber un nuevo reglamento técnico y todo hace indicar que los coches que protagonizarán la categoría reina del Mundial de Rallies estarán más cerca de los actuales 'Rally2' que de los 'Rally1', entre otras cosas para limitar los costes al máximo. En este sentido, se espera que la reunión del Consejo Mundial del Motor que tendrá lugar este mismo mes de diciembre ponga las bases de este nuevo reglamento técnico.
Según desvelan los compañeros de 'DirtFish', la idea es que los nuevos 'reyes' del WRC estén diseñados desde chasis tubulares que permitan carrocerías 'escalables' para adaptar la silueta de casi cualquier modelo de producción y a la vez cierta versatilidad en lo que a su motorización se refiere, pudiendo adoptar motores de combustión estándar, pero también otras opciones que se pondrán encima de la mesa.
Mirando a los 'Rally2'
En una propuesta que busca salvar la especialidad, estos vehículos contarán con motores de especificación 'Rally2', o lo que es lo mismo, motores derivados de los utilizados en modelos de calle con una producción que supere las 2.500 unidades por año. También parece que contarán con un sistema de transmisión similar a la de los actuales 'Rally2', algo que también sucederá con suspensiones y frenos.
Por lo tanto, estamos hablando que los nuevos coches que deberían protagonizar el WRC son la 'fusión' de dos ideas. Por un lado, mantienen la filosofía de los 'Rally1' -que no tendrán ya espacio en el Mundial después de 2026- con su chasis tubular escalable y un peso de 1.230 kilos y por otro recogen lo mejor de la clase 'Rally2', vehículos que destacan por ser mucho más baratos y tener una gran fiabilidad. Por algo hay más de 1.500 vehículos 'Rally2' en todo el mundo.
Precios del pasado
Dentro de esta apuesta también hay espacio para mejorar ciertos aspectos y se revisarán los pasos de rueda de los coches, con el fin mitigar los daños por pinchazos y evitar así los abandonos que se dan por esta circunstancia. En cualquier caso, la premisa es clara, conseguir vehículos que sean igual de competitivos que los 'Rally1' -o se queden muy cerca- con un gasto mucho más reducido, tanto en el precio del coche como en su mantenimiento y operabilidad.
La idea es que el precio de los WRC27 -nombre provisional- no supere los 345.000 euros, lo que sitúa a estos coches al mismo nivel que el precio que tenían la generación de World Rally Cars que se usaron entre 2012-2016. Precios casi del pasado si tenemos en cuenta que los actuales 'Rally1' sin componente híbrido superan el medio millón de euros y que con esta tecnología y ciertos añadidos operacionales podían llegar a costar un millón de euros.
Fuente: DirtFishFotos: Red Bull Content Pool