El WRC tiene tres fabricantes en la recámara, pero necesita un límite de costes eficaz

No se puede decir que el inicio de la era híbrida del WRC haya sido un fracaso, pero tampoco el éxito esperado. Los 'Rally1' híbridos han irrumpido en la escena mundialista con un buen argumento, una tecnología que interesa a los fabricantes y que tiene su espejo directo en las calles. Además, también se han proclamado dignos sucesores de la última generación de World Rally Cars. Sin embargo, todos los que están y son los mismos que ya estaban.

El inicio de la nueva normativa no ha conseguido su objetivo de atraer a nuevos fabricantes al campeonato. Toyota, Hyundai y M-Sport (Ford) continúan como las tres únicas marcas con presencia en la clase reina del Mundial de Rallies a partir del desarrollo de sus nuevos 'Rally1'. Escenario de estabilidad, no de crecimiento, que deja tanto al promotor del WRC como a la FIA con una sensación un tanto agridulce.

Por ahora la clase 'Rally1' opera sin límite de costos, por lo que Toyota, Hyundai y M-Sport (Ford) pueden gastar lo que deseen

Pese a que se trata de tres proyectos sólidos y sobre el papel de larga duración, el promotor del WRC sabe que la pérdida de cualquiera de estas marcas supondría un duro revés para el certamen. Por este motivo, la Comisión de Rallies de la FIA y el propio promotor trabajan en atraer a nuevas marcas bajo la promesa de un mayor desarrollo individual de la unidad híbrida estándar que hasta ahora usan los 'Rally1'. Eso sí, sería para 2025.

Aunque no dejan de ser rumores, en el imaginario global hay tres opciones que sobresalen por encima del resto. Una es Skoda, por su implicación en la categoría de plata del WRC y su larga tradición en los rallies, siendo la firma checa la perfecta representante del Grupo Volkswagen. Otra marca en torno a la que suenan ciertas informaciones es Alpine (Grupo Renault), así como un fabricante del Grupo Stellantis.

Dos problemas

Un problema que se ha encontrado el WRC a la hora de negociar con nuevas marcas es que algunos fabricantes tienen una hoja de ruta mucho más agresiva en lo que se refiere a la electrificación de sus productos, por lo que un vehículo con chasis tubular, motor 1.6 turbo y un pequeño sistema híbrido estándar se queda corto a la hora de ejercer de espejo en el mundo de la competición de sus vehículos de calle.

Con todo, si hay una cuestión clave es la necesidad de implantar un límite presupuestario en torno a la clase reina de los rallies. Incluso obviando la apuesta del WRC con los combustibles sostenibles y un sistema híbrido que irá ganando protagonismo con el paso de los años, la FIA y el promotor del WRC saben que la opción propuesta a las marcas debe ser asequible. Por ahora la clase 'Rally1' opera sin límite de costos, por lo que Toyota, Hyundai y M-Sport (Ford) pueden gastar lo que deseen.

Las cuentas de la vieja

El promotor del WRC entiende que los gastos en torno a los 'Rally1' híbridos se han disparado, con un coste por vehículo cercano al millón de euros. Una cifra que se aleja de los objetivos que se marcaba la Comisión de Rallies de la FIA y el propio promotor del campeonato. Por ese motivo, si el certamen quiere asegurar un cuarto fabricante debe controlar el presupuesto, para que así cualquier marca que apuesta por el WRC pueda obtener un mejor retorno de la inversión.

Mestelan Pinon, director técnico de la FIA, ha sido claro al respecto: «Para una marca tiene más sentido gastar dinero en marketing y activación que en una pieza para ahorrar 10 gramos. Si podemos reducir el coste de la tecnología, la marca tendrá más dinero para su activación. Creo que es una buena opción. Es algo relevante en Fórmula 1 y Fórmula E, por lo que tiene que estar encima de la mesa y que todos se pongan de acuerdo, porque tiene sentido hacerlo».

Fuente: MotorsportFotos: Red Bull Content Pool