Cuándo poner la luz antiniebla y cuándo no
Todos los coches tienen luz antiniebla trasera, pero no todos tienen delantera ¿por qué? Te explicamos qué dice la ley y normativa al respecto sobre este aspecto y sobre cuándo hay que poner la iluminación antiniebla. Conoce todo lo que necesitas saber para actuar correctamente.
7 min. lectura
Publicado: 18/01/2020 19:00
No es ningún secreto que tu coche tiene un completo sistema de iluminación. Y este sistema ha evolucionado en varios sentidos a lo largo de los años, especialmente en la última década. La tecnología ha mejorado y hemos pasado del halógeno como tecnología más generalizada al LED; pero además, también se han adoptado como obligatorias las luces diurnas para todos los modelos.
Pero en este completo sistema de iluminación, hay unas que llevan años presentes y ahí siguen: las luces antiniebla. También han mejorado su tecnología y han variado su posición, que sigue siendo distinta en unos y otros modelos. Pero en lo básico, no ha cambiado absolutamente nada para la luz antiniebla. Y aún a estas alturas, no todos sabemos con precisión cómo se utilizan o, más bien, cuándo hay que poner la luz antiniebla.
Luz antiniebla delantera y trasera
Probablemente te hayas dado cuenta de que las luces antiniebla traseras son las únicas que están disponibles en cualquier vehículo del mercado, de serie. Sin embargo, iluminación antiniebla delantera únicamente está disponible en algunos modelos y, en cualquier caso, solo se incluye como equipamiento opcional o en acabados 'altos', evidentemente más caros.
Esto es así porque los antiniebla traseros son obligatorios. Los fabricantes los tienen que instalar en sus vehículos por Ley. Los delanteros, sin embargo, no son obligatorios. Y es importante arrancar por aquí porque su uso según la normativa de circulación también está diferenciado; es decir, que no usaremos los delanteros y traseros en las mismas circunstancias.
También debes saber que en algunos coches, para activar la iluminación antiniebla delantera y trasera se utiliza el mismo mando o botón, pulsándolo una o varias veces para alternar entre unas y otras, o activarlas ambas. Pero en otros coches, utilizaremos mandos distintos. Y sea como sea que funcionen los antiniebla en tu coche, siempre podrás ver en el cuadro de instrumentos el correspondiente testigo de la luz antiniebla trasera, y de la delantera, de forma independiente.
Condiciones | Luz antiniebla trasera | Luz antiniebla delantera |
---|---|---|
Lluvia | Intensa | Intensa |
Niebla | Espesa | Siempre |
Nieve | Intensa | Siempre |
Polvo | Intenso | Siempre |
Humo | Intenso | Siempre |
¿Cuándo hay que poner la luz antiniebla?
A esta duda, la respuesta nos la da el Reglamento General de Circulación. Concretamente el artículo 106, uno de los supuestos especiales relativos al alumbrado y, específicamente, bajo condiciones que disminuyen la visibilidad. En este artículo se nos explica a los conductores que usaremos los antiniebla traseros en caso de lluvia intensa, así como en situación de niebla espesa o de nieve intensa y, por otro lado, si existiera polvo o humo intenso.
Esto anterior se refiere a la luz antiniebla trasera, pero ¿qué hay de los antiniebla delanteros? Respecto a estos, también en el artículo 106 se nos indica que los utilizaremos siempre que exista polvo o humo, nieve, niebla o lluvia intensa. Evidentemente, si nuestro vehículo no está equipado con luces antiniebla delanteras, entonces podemos ignorar todo esto anterior.
En el caso de no hacer un correcto uso de la luz antiniebla, nos exponemos a una multa con sanción económica de 200 euros, que tendrá un importe reducido si lo pagamos dentro de los plazos correspondientes que se nos indicarán en la propia sanción, sea entregada en mano o la recibamos en nuestro domicilio posteriormente.
¿Qué pasa si no pongo los antiniebla, o los pongo cuando no debo?
Pasa exactamente lo mismo que con el resto de dispositivos de alumbrado, y es que por un uso indebido, tanto por exceso como por defecto, te enfrentas a una multa con sanción económica, como avanzábamos, con un importe de 200 euros. Se trata de un dispositivo de seguridad y, en el caso de las delanteras, enfocado a que tú puedas ver correctamente la vía. Sin embargo, el antiniebla trasero, que es el obligatorio, está diseñado para que te vean.
Los traseros tienen una mayor intensidad y una menor dispersión, lo que permite que a pesar de que existan condiciones que dificulten la visibilidad, el resto de usuarios de la vía -que circulan por detrás- nos puedan ver correctamente y adaptar su circulación. Los delanteros, sin embargo, apuntan más bajo y más cerca, para que podamos ver correctamente lo que tenemos justo delante.
El problema está en que, por estas características tan específicas de los antiniebla, es posible que molesten al resto de usuarios en la vía. Única y exclusivamente cuando, como avanzábamos, los utilizamos sin que sea necesario. Por eso, es importante conocer cuándo y cómo se tienen que utilizar. Y en caso contrario, igualmente por seguridad, nos exponemos a una multa.