Sensores LiDAR, así funciona la tecnología que revolucionará los ADAS del futuro
Los próximos vehículos que utilicen tecnología de conducción autónoma de nivel 3 llevarán implantados los llamados sensores LiDAR, los cuales sirven de fiel apoyo a los asistentes de seguridad ADAS. Así es cómo funcionan y estas son sus ventajas.
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Publicado: 21/07/2024 16:00
Cuando hablamos de seguridad en los coches, resulta irremediable mencionar los asistentes ADAS. Estos son un conjunto de sistemas que contribuyen a mejorar la seguridad del vehículo en el que están instalados. Con el paso de los años, muchos de estos sistemas son ya obligatorios en los coches de nueva fabricación.
La conducción autónoma es uno de los mayores retos al que se enfrentan los fabricantes y, para lograr hacer funcionar la tecnología del futuro, serán necesarios los sensores LiDAR, fundamentales también en la próxima renovación que van a sufrir, para bien, los antes mencionados sistemas ADAS.
Qué son los sensores LiDAR y cómo funcionan
Los actuales asistentes de seguridad en el vehículo utilizan cámaras y sensores para reconocer el entorno. Ambos componentes son cada vez más desarrollados y perfeccionados, con algoritmos de aprendizaje automático.
Sin embargo, los sensores LiDAR (Laser Imaging Detection and Ranging) funcionan de forma diferente y son mucho más fiables, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas. Estos sensores funcionan mediante tecnología láser: concretamente, con la emisión de rayos de luz láser infrarroja hacia adelante del vehículo.
Estos rayos impactan sobre los objetos y, al rebotar, un receptor se encarga de registrar la señal y de generar una nube de puntos. De esta forma, el sistema informático del vehículo puede generar una imagen 3D de ese objeto en tiempo real.
Todo ello, con una gran precisión en la distancia, posición y altura de ese objeto, aunque se esté moviendo, con un radio de acción de hasta 250 metros.
Ventajas de los sensores LiDAR
A diferencia de las cámaras y sensores más sofisticados los sensores LiDAR cuentan con diversas ventajas que los hacen ideales para desarrollar funciones de asistencia «manos libres» de nivel 3 de conducción autónoma:
- Como decíamos antes, funcionan con mayor precisión en condiciones de mal clima, sobre todo con lluvia y nieve, o con el cristal sucio.
- Aunque actualmente estén presentes en los vehículos más sofisticados, muy pronto se generalizarán gracias a su reducción de costes, la producción de sistemas más compactos y económicos.
- El reconocimiento del entorno del vehículo es más fiable: funcionan, además, tanto de día como de noche con la misma fiabilidad. Son capaces de reconocer objetos, sus distancias, trayectorias y movimientos mediante un mapeo 3D del entorno.
- Se pueden instalar tanto en la parte frontal del vehículo como en los parabrisas. En este último caso, se consigue que tenga una posición de visión elevada, además de envolver los sensores en una posición más aislada y protegida del exterior. En esta posición, además, no afectan a la aerodinámica del vehículo.
- El sistema actualiza en milisegundos la posición precisa de cada uno de los puntos generados. La computadora de esta tecnología realiza también muchos cálculos por segundo, lo que permitirá a los futuros ADAS a tomar decisiones rápidas.
- En el caso de estar en el parabrisas y que este tenga que ser sustituido por una rotura, no será necesaria su recalibración, como sí necesitan las cámaras y sensores. Eso sí, según los expertos de Carglass, aseguran que sí que podrían necesitar un reseteo.
Volvo, una de las marcas más centradas en los avances en seguridad, ya monta sensores LiDAR en algunos de sus coches. Prevé, gracias a esta tecnología, que se pueda reducir la siniestralidad un 20 por ciento.
Qué ADAS pueden usar los sensores LiDAR
La lista será mayor con el paso de los años, pero un ejemplo de un ADAS que pueda sacar todo el provecho de los sensores LiDAR es el llamado HDDA, o asistente a la conducción autónoma en carretera, que permite circular por determinadas autopistas hasta 130 km/h sin que el conductor tenga que llevar las manos en el volante, así como acelerar o frenar.
Lo único que debería hacer el conductor con esta tecnología es estar atento al tráfico para volver a tomar el control del vehículo cuando el sistema se lo solicite, a la par que está monitorizando en todo momento su actividad.