Alfa Romeo MiTo 0.9 TwinAir. Dos cilindros, doble diversión
La firma italiana siempre ha sido sinónimo de deportividad, y es por ello que cuando supe que el utilitario MiTo pasaría por nuestras manos con un motor bicilíndrico de 85 caballos quise, sin duda, ‘contagiarme’ de la esencia Alfa.
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Publicado: 16/12/2012 20:07
En concreto, el MiTo con este motor viene asociado con un acabado Distinctive con numerosas opciones y la unidad de prensa tenía equipados unos faros Bixenon, techo solar, climatizador bizona, indicador de cambio de marchas, modo de conducción DNA, espejos plegables, preinstalación de navegador, control de velocidad, Start/Stop y una serie de bondades que hacen de este coche, todo un Premium en el segmento B.
Lo que convence menos es un precio elevado, que si bien es cierto que Alfa Romeo ofrece un plus de distinción y deportividad, 18.060 euros me parece caro (teniendo en cuenta que emite 98g/km y por tanto no tiene impuesto de matriculación). No obstante, si no tenemos en cuenta el precio, nos encontramos con uno de los coches más interesantes del segmento, con una calidad de acabados excelente y grandes dotes de personalidad.
El motor ruge con fuerza y provoca al conductor a practicar una conducción deportiva. Las sensaciones son incomparables y los 85 caballos resultan de lo más divertido en un tamaño de coche muy práctico para el día a día en la ciudad. Exteriormente, el coche tenía asociado un color negro Ametista que es más bien morado, y aunque suena arriesgado, en el MiTo esta opción sienta muy bien. Con todos estos detalles, la semana con este Alfa se plantea de lo más interesante.
Exterior
Exteriormente poco hay que discutirle a un Alfa Romeo: su presencia es llamativa y el ejercicio de diseño que la firma italiana realiza en sus coches es indiscutible. Dentro de sus formas redondeadas encontramos un coche que mide 4,06 metros de ancho, 1,72m de ancho y 1,44 de alto que sin duda ponen a prueba su capacidad interior.
El frontal tiene la parrilla triangular característica de los Alfa Romeo, con placa de matrícula reducida en un lateral. Los faros son bixenon y echamos en falta luces diurnas de LED, elemento casi obligado en los coches de nueva generación. Hay cromados repartidos por diversas zonas del exterior como en el revestimiento de los faros y tiradores, y aunque estos detalles pueden no gustar, la firma italiana los ha seleccionado y colocado con un gusto exquisito.
El color negro Ametista engaña por su nombre ya que en realidad es un morado oscuro, que si bien puede parecer un color extraño, en el MiTo queda como un guante.
La línea parece lanzar la cabina hacia la zaga y las ventanillas traseras pueden apreciarse algo reducidas aunque en la práctica no llega a ser una molestia. Un detalle muy bueno es la ausencia de marco en la puerta que a mi parecer le otorga carácter.
Las llantas son de aleación y multiradio con neumáticos en medidas 195/55 R16, correctas en cuanto a tamaño si afinamos que la esencia de este coche de potencia ajustada, es maximizar la sensación deportiva.
La trasera del coche dispone de pilotos LED y un paragolpes de formas redondeadas. La luna trasera tiene un tamaño que al principio me parecía un hándicap, aunque en la práctica parece mucho más amplia. Para acceder al maletero, tan sólo hay que presionar el logo de la marca y dentro encontramos un espacio que sorprende por su profundidad si además tenemos en cuenta que lleva rueda de repuesto.
Interior
Según accedes a la cabina, el MiTo ya habla por sí mismo. La personalidad del coche se deja entrever en cada detalle, desde un cuadro de instrumentos deportivo hasta un salpicadero con un acabado acolchado que simula la fibra de carbono. Este patrón se repite en los paneles de las puertas y se combina con plásticos duros aunque con buenos ajustes que imprimen calidad.
El MiTo no brilla por su espacio en el interior y si el usuario es muy alto podría tener problemas para adaptarse al tamaño del coche. Un detalle positivo es que el asiento puede regularse en altura hasta una posición bastante baja.
El techo solar reduce la altura interior y es aconsejable que uno verifique si le es molesto. La opción tiene otra curiosidad: una cortinilla semiperforada es cuanto separa el cristal del habitáculo, lo que puede no gustar si uno prefiere ir ‘bien tapado’, aunque el sol nunca será un impedimento por este detalle.
Una de las cosas más importantes del interior son la cantidad de detalles que hacen parecer a este utilitario, un coche más interesante (acabados, cromados, palanca de cambios de diseño moderno, pedales, tapicería, puertas, acolchados etc...) Todo ello transmite al usuario una esencia muy positiva.
La pantalla multimedia tiene un aspecto algo antiguo y es mejorable. Los botones del climatizador son algo incómodos de pulsar si llevamos una marcha impar engranada, ya que la palanca molesta un poco. Debajo de estos comandos, hay un cenicero extraíble cuyo ajuste no es perfecto, aunque en la práctica, no hace ruidos al conducir.
El reposabrazos es esencial y en las plazas traseras hay un detalle: posavasos individuales que garantizan un espacio porta bebidas o portaobjetos para los acompañantes. Por lo general, el interior tiene estilo propio y en una marca como Alfa, este detalle cuenta mucho.
En marcha
Un motor bicilíndrico en un coche no es algo muy frecuente, y menos que tenga 85 caballos con turbo en un bloque de 0.9 litros. Esto garantiza un mundo de sorpresas para mí, y por suerte he tenido una impresión tremendamente positiva. Es cierto que 85 caballos no son muchísimos y tenía dudas sobre las impresiones que me iba a transmitir este coche.
El primer detalle es el sonido del motor. Ruge con mucha fuerza y emite un sonido que un tetracilíndrico de la misma potencia no puede conseguir sin modificaciones. Este detalle me gusta más cuando descubro que al ralentí es tan silencioso que si no fuera por una ligera vibración sería difícil distinguir si está encendido o apagado.
Lo mismo ocurre en carretera; si se le exige, el motor ruge, y si no, es muy silencioso. Todas estas sensaciones hacen que piense en coches de mayores prestaciones cada vez que giro la llave y enciendo el motor.
En carretera los 85 caballos son algo escasos y hay que usar el acelerador más allá de medio pedal para encontrarnos con una respuesta acertada. La potencia se deja ver desde medio régimen y estira la marcha hasta casi las 6.000 rpm. No obstante desde medio régimen, el potencial del coche está casi servido. De hecho, su par máximo es de 145 Nm a 2.000 rpm, por encima del de su hermano de 105 caballos (130 Nm a 4.000 rpm).
En cuanto a prestaciones, 85 caballos que cumplen lo esperado. Ni más ni menos: 174 km/h en velocidad punta y aceleración 0-100 km/h de 12,5 segundos.
En carreteras viradas, el MiTo es el rey. Su carácter es divertidísimo e invita a ‘buscarle las cosquillas’. El sonido provoca para ver qué es capaz de hacer, y aquí los distintos modos de conducción son fundamentales (D.N.A). La D representa el modo Dynamic. Endurece el volante y la gestión del motor cambia (el motor se vuelve más reactivo). También la configuración del VDC (ESP).
Casi siempre he llevado el coche en Dynamic ya que la dirección es muy directa y es acertada aunque sea más rígida. Si uno busca que se vuelva muy blanda, su configuración es la Normal, aunque el motor pierde rendimiento. La A significa All Weather y es más bien para inclemencias climatológicas.
En ciudad se trata de un coche juguetón. Puede introducirse en calles estrechas con mucha facilidad y su radio de giro es correcto. Es tan ciudadano que se hace una delicia circular con el entre tráfico abundante o angostos pasillos. El problema viene en unos consumos, a mi parecer algo elevados para las prestaciones del coche: 7,5 l/100km en combinado y casi dos litros menos en carretera. Además, el ordenador de a bordo presentaba un problema en cuanto a la autonomía restante ya que era posible ver variaciones de hasta 200 kilómetros en un mismo viaje dependiendo de la conducción. Parece que los cálculos los hace con escasos márgenes de tiempo.
En general, la experiencia de conducción es muy buena y no tanto me ha parecido la parte multimedia con una pantalla algo desfasada, una preinstalación externa de navegador y una consola central que desentona un poco con todo el ejercicio de diseño del resto del coche.
Conclusión
Alfa ha hecho un gran trabajo con la introducción de este motor que mantiene la esencia de una firma italiana que destila deportividad y diseño. Es un propulsor curioso a la par que divertido con un sonido ronco y un carácter deportivo. Probablemente es el coche de 85 caballos más divertido en el que jamás haya montado.
Tiene una habitabilidad interior algo justa en espacio, aunque sorprende el maletero con una profundidad envidiable. Los materiales del interior son acertados, mezclando plásticos de diferentes calidades y acabados. En general, los detalles hacen que el interior tenga un buen aspecto.
Los modos de conducción de D.N.A están bien trabajados en cuanto a la gestión del motor y dureza del volante. Es importante recordar que este motor va asociado a un paquete Distinctive con muchas opciones y probablemente esto repercuta en un precio de 18.060 euros según página web.
A destacar
Sonido de motor
Sensación al volante
Diseño y calidad de acabados
A mejorar
Multimedia
Espacio interior
Precio
Ficha técnica
MOTOR: 0.9 Turbo TwinAir
POTENCIA: 85 CV
CILINDRADA: 875 cm3
PAR: 145 Nm (14,8 kgm)a 2000 rpm
VELOCIDAD PUNTA: 174 km/h
ACELERACIÓN (0-100KM/H): 12,5 seg.
CONSUMO (MIXTO): 4,2
CO2: 98g/km
CLASE: Euro 5
START/STOP: de serie