Prueba Audi R8 LMX: impresiones en circuito y conclusiones

En la última parte de nuestra prueba del Audi R8 LMX hemos tenido la oportunidad de rodar en el Circuito de Monteblanco. Allí hemos probado su capacidad de aceleración, frenada y como se comporta a altas velocidades. ¿Es tan bueno como parece?

Prueba Audi R8 LMX: impresiones en circuito y conclusiones

13 min. lectura

Publicado: 15/05/2015 18:00

Tras repasar la apariencia de nuestro protagonista y comenzar a probarlo en carretera, como has podido leer en las partes anteriores de nuestra prueba, llega el momento de entrar en pista.

La carretera nos ha confirmado algo que ya sabíamos: no puede aprovecharse el potencial del Audi R8, incluso en las carreteras más reviradas donde sí se le puede sacar el jugo a coches de 300 cv, se quedan cortas para este deportivo con mayúsculas.

La gran capacidad de tracción, la fuerza de su motor, la ligereza de su chasis y la velocidad con la que cambia de trayectoria siguiendo las instrucciones del volante por supuesto que garantizan diversión, pero la experiencia está lejos de aprovechar todas sus capacidades, a menos en manos no profesionales.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

Calcula tu precio online

No para llegar a su límite pero sí para subir el listón y probar ciertas cosas que en carretera no son posibles nos hemos desplazado hasta el Circuito de Monteblanco donde hemos vivido una experiencia más intensa. Así que con mucho cuidado sacamos al Audi R8 LMX de su garaje y ponemos rumbo al trazado andaluz:

Unas vueltas al Circuito de Monteblanco

Un sol de justicia ilumina Monteblanco descubriendo sus sinuosas curvas. Paso a dar una vuelta de reconocimiento para ver la variante que tienen configurada y poco a poco voy subiendo el ritmo. Activo el modo sport y agudizo los sentidos, el cambio S tronic comienza a reducir relaciones y espera las indicaciones de mi pie derecho.

Las sensaciones experimentadas en carreteras se multiplican. Saliendo desde parado y pisando a tope te plantas casi en 200 km/h prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. Los carteles me sugieren que frene y eso hago, volante recto, me monto en el freno, giro volante y voy abriendo gas poco a poco, en cuanto la dirección apunta recta hacia la salida piso el acelerador hasta completar su recorrido y la tracción Quattro me catapulta hacia adelante. Todo pasa muy rápido.

¿Se compenetran bien el motor V10 con la caja S tronic? No me ha encontrado ninguna situación en la que al reducir desde las levas la caja de cambios haya vacilado aunque te aproximes al corte de inyección. Es muy obediente. Al activar el modo sport reduce las marchas necesarias para adecuarse a unas revoluciones donde pueda ofrecerte todo su poderío.

El Audi R8 LMX esperando a entrar en pista

¿Que significa que tenga tracción total de este tipo? Es un salva vidas. Puedes hacer las cosas “regular” y se porta bien contigo, puedes frenar en medio de las curvas, o cuando estás trazando levantar el pie de repente y crear un cambio de peso brusco y mira, el sistema quattro se porta bien. Permite ese tipo de fallos por los cuales un vehículo de propulsión te pondrán en problemas que podrían acabar en una salida de pista.

A alta velocidad es muy estable incluso en curvas cerradas

Sin embargo, cuando leas que el coche va como raíles que es muy y frases de ese tipo no pienses que es aburrido o que no te va a permitir deslizar el eje trasero. Aquí el límite lo pones tú.

Activo el control de estabilidad en modo deportivo y como esperaba la cosa se pone interesante. Cuando alguien te diga que el R8 no puede derrapar porque tienen tracción a las cuatro ruedas, preguntale si sabe que distribución de par tiene. Hasta un 85% en el eje trasero, esto significa que prácticamente se comporta como un vehículo de propulsión aunque si lo estima necesario el sistema quattro enviará un 30% de par al eje delantero.

En esta configuración el control de estabilidad te permite deslizar a la salida de prácticamente todas las curvas, unas vez en ella solo tienes que pisar bruscamente el acelerador, girar el volante y en seguida saldrás de ella ligeramente escorado, En un propulsión tendrías que tener una gran anticipación a su reacciones y se pondría de lado con mucha más facilidad.

Es tracción integral pero el R8 también pueden deslizar su eje trasero

Tuve la oportunidad de realizar varios deslizamiento de media distancia. Cuanto el coche empieza a deslizar y mantienes pisado el acelerador, el R8 continúa deslizando los primeros metros, pero para seguir desplazándote en esa posición debes ir acelerando progresivamente (o el vehículo automática volverá a coger tracción) y cuando el tacómetro llega a su parte alta nuestro Audi que ya va a una velocidad respetable se vuelve nervioso y no me siento cómodo, ya que no estoy acostumbrado a esas maniobras.

Si levantas el acelerador en seguida vuelve a coger agarre, tienes que estar muy atento hacia donde apuntas con el eje delantero, en este aspecto recuerda a una coche puramente propulsión aunque con estos puedes deslizar con mucho más ángulo y suavidad. Un vehículo exclusivamente de propulsión te permitirá enlazar curvas de lado, el R8 piensa en ser efectivo.

También es posible deslizar el eje trasero y patinar ligeramente

Si eres brusco acelerando una vez comienzas a deslizar cortarás el drift, el eje delantero te ayudará (recibiendo más par y por tanto traccionando) y te sacará del apuro. Otro recurso que tienes cuando al salir de una curva sientes que el eje delantero empieza a moverse y no quieres perder ninguna décima es subir una marcha. Prestacionalmente no saldrás muy penalizado porque el motor empuja con fuerza desde medio régimen, pero sobre todo, has conseguido volver a tener tracción sin soltar el pedal del acelerador.

La frenadas contundentes desde altas velocidades son muy estables

No he venido a quemar goma, si no a conocer más profundamente el modelo, por lo que no me pareció necesario seguir indagando en su comportamiento en esa situación. Hacen faltan gomas de sobra y experiencia en esa disciplina. Por cierto los neumáticos que venían de serie parece que se evaporan, por lo que de cara a la adquisición y al uso frecuente en circuito barajaría otros fabricantes.

Otros de los componentes que hacen tan estimulante la experiencia de probar este modelo en circuito son sus frenos. Como te he contado cuando repasamos su exterior, el Audi R8 LMX equipa de serie unos frenos cerámicos reforzados con fibra de carbono que garantizan su capacidad de frenada con un trato muy exigente. A excepción de la versión V10 Plus, el R8 convencional puede equipar estos frenos con un sobre precio de 11.630 euros.

Nuestra versión tiene ese equipamiento de serie y una vez montados ahorran un total de 12 kilos de peso. Sus dimensiones son 380 mm de diámetro con pinzas monobloque de seis pistones en el eje delantero, y 356 mm con pinzas de cuatro pistones en el eje trasero.

Los frenos cerámicos son recomendables sobre todo para equilibrar la brutal capacidad de aceleración

Probar estos frenos a fondo requieren llevarlos al límite, algo que no he podido hacer. La experiencia que he tenido con ellos ha sido la de no sentir fading ni retraso en el accionamiento de pedal de freno y la desaceleración del vehículo. Este elemento ayuda a sentir esa sensación de seguridad perceptible en todo momento.

Las frenadas fuertes, como las que he tenido que hacer antes de encarar curvas de poco radio, me han parecido muy estable sin vibraciones y es una extra que recomiendo aquel que quiera entrar con su Audi R8 en circuito, se alcanzan velocidades altísimas y su potencia así como su capacidad de frenada tienen que estar equilibradas.

No he probado los frenos convencionales en el R8 por lo tanto no puedo hablaros de las diferencias entre ellos, pero la capacidad de frenada de un modelo como este en comparación con frenos normales es claramente superior una vez están trabajando en su temperatura ideal.

Conclusiones

El Audi R8 es muy fácil de conducir, es dócil y casi cualquier persona podría moverse con el sin problemas. Eso no significa que cualquier pueda exprimirlo, pues dada su capacidad de tracción y la fuerza de su motor, con el Audi R8 LMX nos moveremos a un ritmo en el que solo los conductores con más experiencia se sentirán cómodos y seguros.

Lo disfrutarás mucho independientemente de tu experiencia al volante

Para que el R8 se comporte de manera inesperada, haciendo algún raro o dejando de transmitir esa seguridad de la que hace gala, hay que ir muy a su límite, un límite reservado para pilotos profesionales.

Pese a ser un modelo “antiguo” he quedado sorprendido de lo noble que resulta su chasis y la ligereza y limpieza con la que puedes entrar en curvas con él. Por otro lado me parece toda una pasada ir por autovía a 120km/h y consumir menos de 9 litros con un coche de estas características.

Carece de sistema telemático y su sistema de entretenimiento resulta anticuado, pide un arranque por botón y una red interior para el "poyete" del habitáculo ubicado tras los asientos. Sus faros láser son el siguiente paso en el mundo de la iluminación, funcionan a partir de 60 km/h pero tienen una haz de luz sin igual. Aunque se le notan los años, el R8 hay que valorarlo por todo lo relacionado con su dinámica.

Agradecimientos al Circuito de Monteblanco que nos ha permitido rodar y fotografiar al Audi R8 LMX en sus increíbles instalaciones.

Fotos: Créditos de las imágenes: Alberto Pérez

Este artículo trata sobre...

Pixel