NoticiasBMW Serie 5: Una historia de éxitos en seis generaciones
En Motor.es nos hemos puesto a los mandos de un BMW Serie 5 de la sexta generación en su versión 520d. A día de hoy desarrolla 190 CV. Pero la historia que nos ocupa hoy es la historia de éxitos de la Serie 5 de BMW y por ello merece una serie de capítulos recopilando cómo se ha construido la berlina intermedia de Munich.
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Publicado: 07/03/2015 11:00
El BMW Serie 5 es, probablemente uno de los coches de referencia en la marca. Representa el equilibrio entre las berlinas deportivas del fabricante alemán y goza de una gran herencia que remonta sus inicios a 1972. Los coches denominados como ‘la nueva clase’ (BMW 1500, BMW 1800 Y BMW 2000) abandonaban sus tradicionales nomenclaturas y diseños para comenzar una nueva era: el BMW Serie 5. La primera generación de las seis que nos ocupan ya.
Primera generación: el sustituto de la 'Nueva Clase'
Los primeros motores que animaban a la prestigiosa berlina
eran un 520 y un 520i (115 CV y 130 CV respectivamente) y se presentaron en el Salón de Frankfurt como sucesores de los coches de la ‘nueva clase’. En aquella
época el primer número representaba la serie y los dos siguientes números eran
la cilindrada de la unidad. A día de hoy ya no se sigue esta pauta, pero sí la
lógica de que cuanto mayor sea el número, mayor será la potencia (separando en
una rama los diésel y en otra los gasolina). Se dice que incluso estas
denominaciones recordaban a los clásicos de los años 50 como el BMW 501 y el
BMW 507.
El diseñador fue Paul Bracq y por supuesto la redefinición de las líneas afectaron desde las grandes ventanillas, pasando por los faros dobles e incluso la curva Hofmeister, que es la contracurva del pilar C del coche que a día de hoy se sigue viendo en la gama de modelos de la marca. En el segundo año de producción hubo un modelo superior: el BMW 525i animado por 145 CV de potencia máxima, y además hubo otro hito importante: BMW Motorsport GmbH se fundaba en 1972... y esto significó un coche BMW M para la Serie 5 de BMW: el BMW M535i con seis cilindros y 218 CV que vio la luz en 1980. Otra de los proyectos poco conocidos de BMW es que en 1976 se comenzó a visualizar el hidrógeno como movilidad del futuro, y fue precisamente un BMW Serie 5 de primera generación el coche que se usó de base para experimentar con esta tecnología.
Segunda generación: Entra en escena el motor diésel
Probablemente lo más representativo de esta segunda generación fue la aparición del motor diésel. La primera generación del BMW Serie 5 había vendido ya 700.000 unidades y para el nuevo modelo sus proporciones se mantuvieron casi calcadas, pero obviamente sus cambios de diseño le hacían tener una imagen más lujosa. Mejor peso, más espacio interior y tecnología como un sistema antibloqueo de frenos o un ordenador de a bordo despuntaban el carácter Premium de este coche. El abanico de motores comenzaba en potencias de 90 CV para terminar en 184 CV (la potencia de referencia de esta segunda generación es casi el nivel de entrada en la generación actual).
Sin embargo BMW M comenzaba a crear automóviles singulares y toda la personalidad y la fuerza de BMW M hizo que este modelo ya gozara de nomenclatura propia: BMW M5. El motor derivaba del legendario BMW M1 con seis cilindros y 286 CV de potencia máxima; se presentó en Frankfurt en 1985 y de eso hace ya 30 años. Precisamente por ello, BMW ha lanzado una edición ‘BMW M5 30 Jahre’ basada en la generación actual con la potencia más alta ofrecida en toda la gama: 600 CV, todos dirigidos al tren trasero.
Volviendo al pasado, además de la sobrenatural criatura, en 1983 BMW revolucionaba el mercado con la decisión de introducir un motor turbodiésel. Con 115 CV ofrecía las mejores prestaciones de su segmento y los mejores consumos. Otro de los motores particulares de esta generación fue el 525e. Seis cilindros con 125 CV a 4.250 rpm y par de 240 Nm a 3.250 rpm. Con un cambio de largo desarrollo se optimizaban mucho los consumos. Esta generación vendió más de 722.000 unidades, superando al éxito de la primera generación.
Tercera generación: Más de 300 CV y los primeros pasos de la era tecnológica
Era el año 1988 cuando hacía su entrada en escena la tercera generación del BMW Serie 5. Los motores eran todos de seis cilindros en los modelos BMW 520i, 525i, 530i y BMW 524td (de 115 CV a 211 CV). Todo ellos con inyección. Además, BMW M presentó en una fase temprana de esta generación el BMW M5 que rompía la barrera de los 300 CV llegando a 315 y posteriormente a 340 CV en 1992. Fue precisamente este año cuando se introdujo dos modelos de ocho cilindros: el BMW 530i y el BMW 540i y un año después se presentaba el BMW 518i como modelo de entrada.
La suspensión electrónica formaba parte del catálogo de opcionales así como el Servotronic (dirección de dureza variable). El Control Automático de Estabilidad (por aquel entonces se llamaba ASC) podía encargarse también para esta generación del BMW Serie 5. En 1991 se presentaba el primero de muchos con tracción total, hito que a día de hoy es una opción recomendable (conocida en la actualidad como BMW xDrive) y disponible en la mayoría de series de BMW, salvo BMW Z4 y BMW M. Esta tercera generación tenía mucho más espacio interior, medidas más grandes y un jefe de diseño nuevo tras el proyecto: Claus Luthe.
Gracias a los nuevos conceptos se pensó en el primer BMW Serie 5 Touring de la historia cuyo trabajo se centró en encontrar un aislamiento acústico para evitar que el espacio adicional actuara como caja de resonancia. Los motores fueron prácticamente los mismos que para la versión convencional e incluso en 1992 también hubo BMW M5 Touring, coche que a día de hoy ya no se comercializa (desde la quinta generación). El BMW Serie 5 Touring se ofrecía con regulación de altura del eje trasero y sus ventas sumaron hasta 1996 las 125.000 unidades. Las ventas totales de esta exitosa berlina que cambió de modelo en 1995 fueron de 1,3 millones.
En breve os contaremos los inicios de la tecnología de BMW, las soluciones BMW EfficientDynamics o el motor V10 de 507 CV.